Una historia 'clasificada'
El precedente hist¨®rico m¨¢s cercano de la revelaci¨®n de los papeles del Departamento de Estado por parte de WikiLeaks es la filtraci¨®n de los 'Papeles del Pent¨¢gono'
La salida a la luz de mensajes diplom¨¢ticos clasificados efectuada por WikiLeaks fue bautizada en seguida como Cablegate, una etiqueta que lo colocaba dentro de la tradici¨®n moderna del periodismo de investigaci¨®n, inspirada por el esc¨¢ndalo del Watergate. Pero del contexto hist¨®rico emana una clasificaci¨®n m¨¢s precisa.
Los reportajes sobre el abuso del poder presidencial, de la d¨¦cada de los setenta de Bob Woodward y Carl Bernstein publicados en The Washington Post (sus archivos est¨¢n en los fondos de la la Universidad de Texas, donde imparto clase), aportaron el marco del sufijo "gate" a las diversas investigaciones posteriores que pretend¨ªan sacar a la luz alg¨²n esc¨¢ndalo. Sin embargo, el marco que ofrece ese sufijo ha tenido como consecuencia el convertir las fechor¨ªas personales ("?Qu¨¦ sab¨ªa el presidente?") ¡ªcontadas, en esencia, como parte de una historia policial¡ª en el modelo de los reportajes de investigaci¨®n. Esto ha desviado el foco de los problemas sociales sist¨¦micos.
Comprendemos mejor Vietnam tras? los 'Papeles del Pent¨¢gono', y el Cablegate nos ha dado una visi¨®n m¨¢s franca de las relaciones internacionales
As¨ª que el Watergate no es el mejor precedente para entender esta nueva forma de periodismo. Un modelo m¨¢s cercano son los Papeles del Pent¨¢gono publicados por The New York Times poco antes del Watergate. Aquellos papeles destaparon la historia clasificada de la Guerra de Vietnam que hab¨ªa sido encargada por el Departamento de Defensa de EE?UU y que conten¨ªa una versi¨®n menos suave de la guerra, que la que conoc¨ªan los ciudadanos hasta entonces. Esto fue un esc¨¢ndalo pol¨ªtico, no un delito penal a nivel particular, y la informaci¨®n se obtuvo por la filtraci¨®n a gran escala a un medio de comunicaci¨®n.
Hist¨®ricamente los periodistas siempre han preferido las ruedas de prensa y las entrevistas a la tarea, m¨¢s dif¨ªcil, de investigar a partir de pruebas documentales, pero los Papeles del Pent¨¢gono eran literalmente papeles, fotocopiados por la fuente que dio la voz de alarma. Hoy la tecnolog¨ªa reduce enormemente los escollos para este tipo de filtraciones, y aumenta el valor de documentos materiales, como se ha visto en el caso de WikiLeaks.
La tecnolog¨ªa reduce enormemente los escollos para las filtraciones, y aumenta el valor de documentos materiales, como se ha visto en el caso de WikiLeaks
De hecho, el mundo de Internet ha otorgado incluso a los ciudadanos corrientes ¡ªque por lo dem¨¢s no tienen un acceso especial a la informaci¨®n¡ª la capacidad de participar en el proceso de investigaci¨®n. Mientras que los reportajes del Watergate requirieron una investigaci¨®n tenaz y mucho ir y venir (con la ayuda de fuentes internas claves), ahora las noticias pueden saltarse a toda la prensa institucional. Incluso en sociedades autoritarias como la china, donde los medios de comunicaci¨®n profesionales est¨¢n limitados, los activos netizens o "ciberciudadanos" hacen una puesta en com¨²n de la informaci¨®n, contribuyen a los denominados "incidentes masivos", verifican los relatos oficiales y sacan a la luz esc¨¢ndalos a una velocidad y una escala notables.
M¨¢s all¨¢ de esta investigaci¨®n con base ciudadana, de los Papeles del Pent¨¢gono y del Watergate, el caso del Cablegate supone una nueva forma de colaboraci¨®n h¨ªbrida entre activistas de la transparencia y medios de comunicaci¨®n. Es una forma de periodismo de investigaci¨®n para un ecosistema period¨ªstico global, que se ha creado a partir de una estructura de redes interconectadas de medios institucionales, de periodistas ciudadanos, de whistleblowers o gente que da la voz de alarma ante malas pr¨¢cticas, y de plataformas tecnol¨®gicas. Cierto que de este modelo m¨¢s participatorio surgen menos h¨¦roes period¨ªsticos del tipo Woodstein, pero aquello fue una heroificaci¨®n del periodismo que distorsionaba su funci¨®n y hac¨ªa m¨¢s dif¨ªcil la cr¨ªtica al sistema.
Al publicar los documentos a trav¨¦s de grandes medios de comunicaci¨®n los grupos activistas de la transparencia como WikiLeaks demostraron que reconoc¨ªan el contexto y conocimiento que los profesionales pueden aportar. Pero los medios de comunicaci¨®n tradicionales, aunque valoran el acceso a semejante abundancia de documentos de inter¨¦s period¨ªstico, encuentran inc¨®moda su colaboraci¨®n en estas operaciones emergentes ap¨¢tridas y supranacionales, aunque tengan una misi¨®n com¨²n: publicar informaci¨®n dif¨ªcil de encontrar. Mark Coddington, catedr¨¢tico de la Universidad Washington y Lee, ha analizado el modo en que los medios de comunicaci¨®n tradicionales han reaccionado ante WikiLeaks, y ha mostrado c¨®mo se sienten empujados a defender las fronteras de su autoridad profesional y el paradigma period¨ªstico tradicional, que se basa en la institucionalizaci¨®n, en una relaci¨®n m¨¢s formal con las fuentes de informaci¨®n y en la objetividad.
De este modelo m¨¢s participatorio surgen menos h¨¦roes period¨ªsticos del tipo Woodstein, pero aquello fue una heroificaci¨®n del periodismo
La diplomacia debe tener alg¨²n componente de secreto y enga?o, pero los Gobiernos tienden a llegar demasiado lejos al ocultar informaci¨®n, y estas pr¨¢cticas entran en conflicto con nuestra idea de c¨®mo funcionan mejor el periodismo y la vida ciudadana. Comprendemos mejor la Guerra de Vietnam tras haber tenido acceso a los Papeles del Pent¨¢gono, y el Cablegate nos ha dado una visi¨®n m¨¢s franca de las relaciones internacionales. Debido a la preocupaci¨®n por la seguridad debe haber informaci¨®n clasificada, pero ahora que las posibilidades tecnol¨®gicas del ¡°periodismo en red¡± sustentan la colaboraci¨®n (aunque sea inc¨®moda) entre los activistas y los guardianes profesionales de la informaci¨®n, la balanza se inclina cada vez m¨¢s hacia la transparencia.
Stephen Reese ocupa la c¨¢tedra Jesee H. Jones de Periodismo en la Universidad de Texas y es vicedecano de la escuela de Comunicaci¨®n. Es coautor de Mediating the Message in the 21st Century: A Media Sociology Perspective.
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