La agricultura entra en la negociaci¨®n de Par¨ªs sobre el cambio clim¨¢tico

En la cumbre del clima de Par¨ªs se intenta sustituir el Protocolo de Kioto. Pero esta vez, a diferencia del pacto de 1997, la idea es que se incluyan medidas de reducci¨®n de las emisiones responsables del calentamiento del 100% del planeta y no solo las de los pa¨ªses desarrollados. La agricultura, la deforestaci¨®n y los usos del suelo ¡ªresponsables del 24% de las emisiones globales¡ª juegan un papel que en Kioto no tuvieron. Cien pa¨ªses tienen medidas de mitigaci¨®n en este sector.

"El Protocolo de Kioto tiene el sello de Europa", explica Charlotte Streck, directora de Climate Focus, una consultora especializada en cambio clim¨¢tico presente en la cumbre de la capital francesa. En Europa, resalta esta experta, las pol¨ªticas sobre deforestaci¨®n y agricultura relacionadas con el cambio clim¨¢tico "son las grandes olvidadas". En el viejo continente, la lucha contra el cambio clim¨¢tico se ha centrado en el sector energ¨¦tico. Como Europa acab¨® como el principal motor de Kioto, el grueso de las medidas se han centrado en transporte y energ¨ªa en las ¨²ltimas d¨¦cadas.

Pero Streck cree que en el pacto de Par¨ªs "esto va a cambiar". "Ser¨¢ un acuerdo de todos los pa¨ªses y de todos los sectores", apunta. La ONU calcula que el 24% de los gases de efecto invernadero que el hombre expulsa a la atm¨®sfera est¨¢n relacionados con la agricultura, la deforestaci¨®n y los cambios de usos del suelo.

Entre el batall¨®n de negociadores enchaquetados que recorren las instalaciones de la reuni¨®n de Par¨ªs estos d¨ªas destaca, de vez en cuando, alg¨²n colorido penacho. Varios representantes de poblaciones ind¨ªgenas participan en esta cumbre de la ONU. Jorge Furagaro es el responsable de Cambio Clim¨¢tico de la Coordinadora de Organizaciones Ind¨ªgenas de la Cuenca Amaz¨®nica, que agrupa a 5.000 asociaciones de nueve pa¨ªses latinoamericanos. "Para lo pueblos ind¨ªgenas, los bosques son su vida", se?ala. "Son nuestros centros comerciales, nuestros hospitales, significan nuestro hogar". Pero esos bosques est¨¢n amenazados, lo que no solo repercute en sus formas de vida, sino que tambi¨¦n acelera el cambio clim¨¢tico, ya que las masas forestales contribuyen a capturar y retener el CO2.

"Los riesgos vienen de proyectos que no se ajustan a nuestras costumbres", dice respecto a las actividades pretroleras o las grandes infraestructuras. Su organizaci¨®n se ha firmado un compromiso para proteger de la deforestaci¨®n 240 millones de hect¨¢reas. Pero Furagaro reclama fondos para poder hacerlo.

Carlos de Inglaterra, que ha participado este martes en un acto con l¨ªderes ind¨ªgenas, se ha quejado de que muchas de las grandes empresas del mundo no prestan atenci¨®n de la "huella" que deja la tala de ¨¢rboles relacionada con sus actividades comerciales. Ha pedido actuar contra la deforestaci¨®n.

Deforestaci¨®n

Alrededor de 1.000 millones de personas dependen de los bosques para sobrevivir en el mundo. Cada a?o, se pierden 12 millones de hect¨¢reas. Solo esta deforestaci¨®n es culpable del 11% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, seg¨²n los c¨¢lculos de la ONU.

A diferencia de Kioto, en el acuerdo que se prev¨¦ cerrar en Par¨ªs este sector estar¨¢ presente. Alemania, Noruega y EE UU se han comprometido a movilizar 5.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos cinco a?os si los pa¨ªses con m¨¢s masa forestal aplican medidas de conservaci¨®n verificables y medibles. Este ¨²ltimo matiz es importante. En Kioto tambi¨¦n se dej¨® de lado este sector porque exist¨ªa "desconfianza" sobre el impacto real de las medidas de reforestaci¨®n, seg¨²n explica una fuente con a?os de experiencia en las negociaciones clim¨¢ticas.

De ser un sector olvidado, ahora ha pasado a convertirse en uno de los importantes. Cien de lo 180 pa¨ªses que han presentado antes la cumbre planes de mitigaci¨®n de emisiones incluyen medidas relacionadas con los suelos, bosques y agricultura. "En todo el continente americano hay menos densidad de poblaci¨®n que en Europa y grandes h¨¢bitats naturales", indica Streck, con lo que hay m¨¢s "potencial" para medidas de mitigaci¨®n en el sector forestal.

Brasil, por ejemplo, es uno de los Estados que cuenta con un importante potencial en las medidas relacionadas con los usos del suelo. Una parte importante de sus compromisos de mitigaci¨®n ante la ONU son en el campo forestal. Brasil, por ejemplo, se ha comprometido a reforestar 12 millones de hect¨¢reas y a restaurar 15 millones de hect¨¢reas de pastizales degradados por las actividades agr¨ªcolas.