La derecha aviva el miedo al ISIS ante la cautela de Obama

El presidente Barack Obama pide paciencia en la guerra contra el Estado Isl¨¢mico: sus oponentes replican con ret¨®rica belicosa. En un discurso a la naci¨®n, el domingo, el dem¨®crata Obama inst¨® a no dejarse arrastrar por el miedo: los republicanos avivan el temor a m¨¢s atentados tras el que la semana pasado dej¨® 14 muertos en California. En plena campa?a electoral, y falta de 13 meses para abandonar la Casa Blanca, el presidente pugna por hacerse o¨ªr.

¡°Me preocupa mucho el terrorismo¡±, dijo este fin de semana Robert Robacker, un exmarine y empresario de Davenport, una ciudad de 100.000 habitantes a orillas del Misisipi, que divide Iowa e Illinois. ¡°Viajamos mucho y vamos a Europa, pero no vamos a ir, ahora no¡±, a?adi¨® Robacker, de 77 a?os.

Robacker asist¨ªa, junto a su mujer, a un mitin de Donald Trump, el candidato que encabeza las encuestas para la nominaci¨®n del Partido Republicano a la Casa Blanca. Su testimonio no es excepcional: el temor a un ataque como el de San Bernardino (California) llega a los rincones m¨¢s rec¨®nditos de EE UU.

?Yihadistas en los campos de ma¨ªz? A muchos en Iowa ¡ªel estado agr¨ªcola donde el 1 de febrero empezar¨¢ el proceso de votaciones para decidir el candidato de cada partido en las presidenciales de noviembre¡ª la idea de un terrorista afiliado al Estado Isl¨¢mico (ISIS, ISIL o Daesh) no les parece inveros¨ªmil.

El s¨¢bado por la noche, en los bares y casas de Iowa todos los televisores sintonizaban con el partido de f¨²tbol universitario entre los Iowa Hawkeyes y Michigan State. En un intermedio, apareci¨® en la pantalla el senador Ted Cruz, candidato a la nominaci¨®n republicana. ¡°Mataremos a los terroristas", dec¨ªa en el anuncio. ¡°Y todos los militantes isl¨¢micos lo sabr¨¢n: si lanz¨¢is la yihad contra nosotros, estar¨¦is firmando vuestra sentencia de muerte¡±.

Despu¨¦s del atentado m¨²ltiple en Par¨ªs, el 13 de noviembre, y el de San Bernardino el mi¨¦rcoles pasado, el terrorismo ocupa el centro de la campa?a electoral, un territorio propicio para la excitaci¨®n de miedos at¨¢vicos, justificados o no. Si un matrimonio inspirado por el ISIS perpetr¨® una matanza en un lugar como San Bernardino, sin ning¨²n significado simb¨®lico ni valor estrat¨¦gico, ?por qu¨¦ no en el centro comercial de la esquina?

Obama se dirigi¨® a la naci¨®n, desde el despacho oval de la Casa Blanca, para exponer su estrategia contra los terroristas y exigir respeto a los conciudadanos musulmanes. ¡°Nuestro ¨¦xito no depender¨¢ de que usemos una ret¨®rica agresiva, ni de que abandonemos nuestros valores, ni de que cedamos ante el miedo. Esto es lo que desean grupos como el ISIL¡±, dijo.

Los candidatos republicanos compitieron en descalificar el discurso de Obama. El problema de estas cr¨ªticas es que, m¨¢s all¨¢ de la diferencia de tono, ninguno propone una alternativa clara a la actual, que consiste en bombardear al ISIS y enviar tropas especiales que ayuden a fuerzas locales. Nadie propone por ejemplo un despliegue de tropas masivo o una ocupaci¨®n como la de Irak en 2003. El problema de Obama es que, en un pa¨ªs acostumbrado a buscar soluciones r¨¢pidas y sencillas a los problemas, ¨¦l ofrece una estrategia compleja e incierta, y la expone con frialdad, sin la pasi¨®n propia de un momento grave.

¡°Las finanzas, la econom¨ªa van bien. Pero me temo que el terrorismo nos golpee aqu¨ª¡±, dijo en Iowa Robert Robacker. ¡°Necesitamos un presidente extremadamente duro¡±.