Solo cambio o tendencia

En apenas unas semanas se han producido tres importantes cambios de gobernaci¨®n en Am¨¦rica Latina: Venezuela, el domingo pasado; Argentina hace dos semanas, y Guatemala, poco antes. En los dos primeros casos la sucesi¨®n vira a la derecha, y en el tercero, Guatemala, es todo un misterio hacia d¨®nde. Son relevos notables, pero si queremos hablar de algo m¨¢s que puro azar, convendr¨ªa dibujar un cuadro de coincidencias y disparidades.

En Argentina y Guatemala las elecciones fueron presidenciales mientras que en Venezuela han sido legislativas. Hasta que no se ha conocido el reparto definitivo de esca?os no pod¨ªa valorarse plenamente la victoria de la oposici¨®n, que con los 107 diputados sobre 167 que le asignaba la autoridad electoral podr¨ªa tener que entrar en cohabitaci¨®n con el chavismo gobernante, pero con 112, como ha alcanzado, podr¨ªa convocar una constituyente que lo liquidara. Pero el presidente Maduro tiene de tiempo hasta que comience la nueva legislatura para asumir, en plena legalidad, poderes que minimicen el campo de acci¨®n de la MUD (Mesa de Unidad Democr¨¢tica). En Argentina, solo la divisi¨®n del peronismo le hizo perder la presidencia a su candidato, Daniel Scioli, y la cuota de poder que retiene la jefa de Estado saliente, Cristina Fern¨¢ndez, puede complicarle la vida al presidente Macri.

Solo la divisi¨®n del peronismo le hizo perder la presidencia a su candidato

Las coincidencias existen, pero no siempre agraciadas. Los vencedores encabezaban coaliciones relativamente heterog¨¦neas, en Venezuela y Argentina, o un agrupamiento de ocasi¨®n en Guatemala, por lo que sus votos son tanto anti como pro, lo que puede ser inc¨®modo, puesto que todos desembarcan en una situaci¨®n econ¨®mica inh¨®spita. En el pa¨ªs centroamericano, el triunfo de Jimmy Morales, c¨®mico de TV sin experiencia como gobernante, deja intacta toda una clase pol¨ªtica sumamente experta en el expolio del Estado. En Argentina y Venezuela, el giro es hacia la negaci¨®n de todo lo anterior: Mauricio Macri es un liberal pronorteamericano, en contraste con el antiimperialismo de la l¨ªder peronista, y la MUD, donde conviven desde socialdem¨®cratas a exgolpistas, tiene como principal fermento ideol¨®gico la execraci¨®n de la revoluci¨®n bolivariana tanto como la recuperaci¨®n de usos democr¨¢ticos occidentales, que Maduro y Fern¨¢ndez trajinaban a su conveniencia.

Los vencedores encabezaban coaliciones relativamente heterog¨¦neas, en Venezuela y Argentina

Y lo inmediato, ?qu¨¦ puede ser? Al te¨®logo protestante Jimmy Morales le apremia el tiempo, por el estado de exaltaci¨®n democr¨¢tica del pueblo guatemalteco, para aprender el oficio; Mauricio Macri, cat¨®lico, ruega al Se?or que llueva cuanto antes la inversi¨®n extranjera, que espera, sin embargo, a ver qu¨¦ efecto surten sus medidas liberalizadoras, y Nicol¨¢s Maduro, creyente sincr¨¦tico, que reconoci¨® escrupulosamente la victoria de sus adversarios, ha pagado el precio de una p¨¦sima gerencia de los negocios, alimentada por la ca¨ªda del petr¨®leo y la ausencia del fundador, Hugo Ch¨¢vez. El presidente venezolano luchar¨¢ para mantenerse tanto ante su gente, gravemente decepcionada, como ante la oposici¨®n, cautamente ilusionada. Tendencia, por tanto, puede que la haya, pero sin orientaci¨®n claramente definida.