Dimite el ministro de Econom¨ªa de Brasil por divergencias con Rousseff

Tras un progresivo alejamiento de la presidenta, Dilma Rousseff, el ministro de Econom¨ªa, Joaquim Levy, dimiti¨® este viernes, en una jornada en la que los rumores y la incerteza generaron m¨¢s turbulencias en la ya zarandeada econom¨ªa brasile?a. La bolsa cay¨® un 2,14% y el d¨®lar escal¨® hasta situarse a un paso de venderse a cuatro reales. Su sustituto ser¨¢ el previsto, un hombre cercano a Rousseff y a Lula, el hasta ahora ministro de Planeamiento, Nelson Barbosa. La dimisi¨®n de Levy, elegido hace casi un a?o para contentar a los mercados y contener el gasto era un secreto a voces.

Levy admiti¨® en un encuentro que tuvo con periodistas, que hab¨ªa hablado con la presidenta sobre su m¨¢s que posible salida. Pero sin especificar m¨¢s. Un d¨ªa antes, el jueves, en una sesi¨®n del Consejo Nacional Monetario, hab¨ªa confesado, seg¨²n testigos de esa reuni¨®n, que ¨¦l no asistir¨ªa a la sesi¨®n de enero.

El ¨²ltimo y definitivo desencuentro entre la presidenta y el ministro de Econom¨ªa ocurri¨® el jueves, con la aprobaci¨®n del presupuesto. ?l era partidario de que se reservara el 0,7% del PIB brasile?o, esto es, 42.800 millones de reales (11.900 millones de d¨®lares) para enjugar deudas; el Congreso, con la anuencia del resto del Gobierno, aprob¨® s¨®lo reservar el 0,5%, es decir, 30.580 millones de reales (8.308 millones de d¨®lares).

La diferencia, seg¨²n miembros del Ejecutivo y destacados dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT, formaci¨®n de centroizquierda a la que pertenecen Rousseff y el expresidente Lula da Silva), estribaba entre recortar o no recortar uno de los programas sociales m¨¢s populares del Gobierno de Rousseff (y anteriormente de Lula), el denominado Bolsa Familia, destinado a los hijos de familias pobres en edad escolar.

Al final, Rousseff decidi¨® que el programa Bolsa Familia, a pesar de la crisis econ¨®mica, era intocable. Y Levy sinti¨®, a tenor de los insistentes rumores de su salida, que su sitio, su poder y su sentido en el Gobierno hab¨ªan llegado a su fin. Su sucesor, Nelson Barbosa, de 46 a?os, es un hombre cercano a Rousseff y a Lula, aunque no est¨¢ afiliado al PT y ejerci¨® como secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda entre 2011 y 2013. Adem¨¢s, fue uno de los responsables del Programa de Aceleraci¨®n del Crecimiento y de Minha casa, minha vida.

A juicio de varios analistas, Rousseff act¨²a con las manos atadas: enfrentada a un proceso de destituci¨®n parlamentaria que puede apearla del cargo, debe asegurar ¡ªantes que nada¡ª los votos favorables de todos los diputados de su partido, el PT, y sus aliados de izquierda. Es un ejemplo de c¨®mo la pol¨ªtica interfiere y retuerce la crisis econ¨®mica brasile?a, con cifras cada vez m¨¢s alarmantes: la previsi¨®n de inflaci¨®n ya se apunta hacia un 10%, algo que era impensable un a?o antes. El mismo Levy achac¨® a las ¡°incertezas pol¨ªticas¡± buena parte de la culpa de la crisis econ¨®mica y de la falta de de consumo de los brasile?os.

La noticia de que el Congreso brasile?o ¡ªy el Gobierno¡ª eran partidarios de no hacer caso a Levy en el presupuesto, hecha p¨²blica antes de la aprobaci¨®n efectiva de las cuentas p¨²blicas, sirvi¨® de detonante para que la agencia Fitch rebajara el pasado jueves la nota sobre la deuda brasile?a, rebaj¨¢ndola a bono basura. Los mercados respond¨ªan as¨ª a la desautorizaci¨®n sufrida por el que ha sido hasta ahora su aliado en el Gobierno de Rousseff.

Tira y afloja

El tira y afloja entre las tesis restrictivas de Levy y las m¨¢s expansivas de los l¨ªderes del PT y del ala m¨¢s a la izquierda del Gobierno han sido el d¨ªa a d¨ªa de la acci¨®n pol¨ªtica del Ejecutivo brasile?o. Hasta el punto de que los rumores sobre la salida del ministro de Econom¨ªa brasile?o, formado en la ultraliberal escuela de Chicago, se convirtieron en un g¨¦nero propio de la moderna cr¨®nica parlamentaria brasile?a.

En septiembre, en v¨ªsperas de un viaje a Turqu¨ªa para una reuni¨®n del G20, Levy desminti¨® ¡ªtras dialogar con la presidenta¡ª que fuera a dimitir. Y sigui¨® en el cargo. Ayer, con el presupuesto aprobado, el a?o legislativo terminado y desautorizado delante del pa¨ªs y del Congreso, Levy decidi¨® marcharse.