Alemania mira el futuro desconfiada
El pa¨ªs se enfrenta a la ola de refugiados, esc¨¢ndalos empresariales y la polarizaci¨®n social
Jonathan Franzen, de paso por Alemania para promocionar su novela Pureza, lo expres¨® muy claramente hace unas semanas. ¡°Al llegar a este pa¨ªs, se nota que se ha vuelto muy poderoso. En comparaci¨®n con otros lugares de Europa, parece relativamente feliz¡±, comentaba en una entrevista. Cuando le pidieron un adjetivo que definiera a Alemania, el escritor estadounidense, que en los a?os ochenta hab¨ªa estudiado en Berl¨ªn y M¨²nich, pens¨® primero en ¡°minucioso¡± y m¨¢s tarde se decant¨® por ¡°serio¡±. Pero finalmente eligi¨® otra cualidad. ¡°Adulto. Me recuerda a mis padres¡±, concluy¨®.
Es cierto que Alemania se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en un oasis de estabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica, con unas cifras de empleo que envidiar¨ªa la mayor parte de Europa. Pero 2015 se recordar¨¢ como el a?o en el que las virtudes que mencionaba Franzen quedaron en entredicho. La minuciosidad de su Administraci¨®n ha quedado sepultada por la llegada de m¨¢s de un mill¨®n de demandantes de asilo ¨Cun volumen que equivale a m¨¢s del 1,2% de la poblaci¨®n total-, hasta el punto de que el Gobierno se vio obligado a admitir que desconoce el n¨²mero de personas que tiene en sus centros de acogida. Y la seriedad de su sector empresarial se ha visto empa?ada por los esc¨¢ndalos may¨²sculos de dos de sus mayores empresas, Volkswagen y Deutsche Bank.
El ¨¢nimo en el pa¨ªs m¨¢s poderoso de Europa est¨¢ cambiando. Una reciente encuesta del Instituto GfK revelaba que por primera vez en muchos a?os una mayor¨ªa de alemanes observa con miedo el futuro. Un 55% de los consultados admit¨ªa temer la llegada de 2016, casi el doble que el a?o anterior. El investigador Ulrich Reinhardt alerta de la vuelta del ¡°miedo alem¨¢n¡±, espoleado por la afluencia masiva de refugiados y la amenaza de atentados yihadistas.
Pese al desplome brutal de la econom¨ªa en 2009 fruto de la crisis financiera internacional, Alemania ha salido fortalecida de la d¨¦cada en la que Angela Merkel ha ocupado la Canciller¨ªa. La econom¨ªa sigue marchando a buen ritmo ¨Cel Gobierno prev¨¦ para 2016 un crecimiento del PIB del 1,8% con una tasa de paro en torno al 6,5% y unas cuentas p¨²blicas saneadas-, pero en la sociedad se percibe inquietud por el futuro. ¡°La mayor preocupaci¨®n, por encima de asuntos como el empleo o la educaci¨®n, son los refugiados. Hac¨ªa mucho que no ve¨ªamos una diferencia tan grande¡±, se?ala Peter Matuschek, analista del instituto de estudios opini¨®n Forsa.
La oleada migratoria ha favorecido adem¨¢s una creciente polarizaci¨®n de la sociedad. Una multitud de alemanes acudieron este oto?o a las estaciones de trenes con carteles de bienvenida, ropa, juguetes y mantas para los reci¨¦n llegados. Las iniciativas ciudadanas de apoyo a los refugiados se han multiplicado por todo el pa¨ªs. Pero al mismo tiempo los ataque a centros de asilo han alcanzado niveles r¨¦cord ¨Chasta mediados de noviembre se hab¨ªan registrado 1.610 agresiones de extrema derecha-, el partido antiinmigraci¨®n Alternativa para Alemania (AfD) ha alcanzado en algunas encuestas un apoyo del 10% y movimientos islam¨®fobos como el de Pegida en Dresde han llamado la atenci¨®n de medios internacionales, ofreciendo una cara in¨¦dita de Alemania en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.
¡°El disenso entre gobernantes y ciudadanos es cada vez mayor; y tambi¨¦n es cada d¨ªa m¨¢s clara la distancia entre los favorables a acoger a los extranjeros y los que sienten miedo ante la llegada de tanta gente. Pegida o AfD son solo la punta del iceberg¡±, se?ala el psiquiatra y escritor Hans-Joachim Maaz. El analista de Forsa relativiza el riesgo de fractura social. ¡°La mayor¨ªa est¨¢ preocupada por las dificultades de la integraci¨®n, pero eso no quiere decir que la sociedad sea xen¨®foba. Alemania es ahora una sociedad mucho m¨¢s abierta que en los a?os noventa, cuando llegaron los refugiados de la antigua Yugoslavia¡±, a?ade Matuschek. Polit¨®logos como Ulrike Gu¨¦rot advierten de que la creciente desigualdad ¨Cun problema que no est¨¢ entre las prioridades de las ¨¦lites pol¨ªticas, empresariales y period¨ªsticas del pa¨ªs- es el caldo de cultivo perfecto para esta polarizaci¨®n de la sociedad.
Alemania ha encajado tambi¨¦n este a?o un golpe monumental a su prestigio en algunas de sus empresas m¨¢s representativas. El trucaje de las emisiones de gases costar¨¢ a Volkswagen no solo varias decenas de miles de millones de euros, sino una p¨¦rdida de credibilidad dif¨ªcil de recuperar. Deutsche Bank, lastrada por esc¨¢ndalos como el de la manipulaci¨®n de los ¨ªndices hipotecarios, anunci¨® la mayor reestructuraci¨®n de su historia y la eliminaci¨®n de 35.000 empleos en todo el mundo despu¨¦s de perder m¨¢s de 6.000 millones de euros en el tercer trimestre. Y la cat¨¢strofe a¨¦rea causada el 24 de marzo por el copiloto de Germanwings Andreas Lubitz tambi¨¦n dej¨® tocada a Lufthansa.
¡°Los problemas de las tres empresas se deben a causas muy distintas, pero la crisis m¨¢s peligrosa es sin duda la de Volkswagen. Este esc¨¢ndalo ha mermado el prestigio de la industria alemana. Todav¨ªa est¨¢ por aclarar qu¨¦ consecuencias tendr¨¢, pero habr¨¢ que reflexionar si la at¨ªpica estructura de gobierno del fabricante de coches, con un gran poder de los sindicatos, acabar¨¢ vi¨¦ndose afectado¡±, se?ala Clemens Fuest presidente del Centro de Investigaci¨®n Econ¨®mica Europea.
A la vuelta de la Navidad, la canciller Merkel deber¨¢ esforzarse a fondo para convencer a los socios europeos de que acepten el reparto de refugiados por el que lleva meses luchando; y perseverar en su intento de que Turqu¨ªa controle los flujos migratorios a cambio de ayudas econ¨®micas y cuotas voluntarias de inmigrantes. Tambi¨¦n deber¨¢ tranquilizar a los sectores del pa¨ªs y de su partido descontentos con su pol¨ªtica migratoria. 2016 ser¨¢ el a?o en el que la l¨ªder m¨¢s poderosa de Europa deber¨¢ demostrar lo que lleva varios meses repitiendo: que Alemania es capaz de salir airosa del mayor reto al que se enfrenta, por lo menos, desde la reunificaci¨®n en 1990.
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