Los nuevos jueces, afectos al r¨¦gimen
Todos fueron escogidos de una lista de 379 nombres; entre los togados hay asamble¨ªstas y otros profesionales ligados al PSUV
La lectura de los perfiles de los 13 nuevos magistrados principales y 21 suplentes juramentados por la Asamblea Nacional de Venezuela no deja lugar a dudas. Han sido y son chavistas comprometidos con la deriva del bolivarianismo.
Destacan en la lista los diputados Calixto Ortega, miembro del Parlamento Latinoamericano y exencargado de negocios de Venezuela en Washington, y Cristian Zerpa, actual parlamentario por el Estado de Trujillo (en los Andes venezolanos). Tambi¨¦n est¨¢n el exvicerrector de la Universidad Bolivariana de Venezuela Luis Damiani Bustillos, quien ha participado en la formaci¨®n ideol¨®gica de los cuadros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y la defensora p¨²blica de Caracas Lourdes Su¨¢rez Anderson. La nueva togada es hermana del fiscal Danilo Anderson, considerado como un m¨¢rtir por el chavismo despu¨¦s de morir asesinado en un atentado con bomba en 2004. Anderson fue el encargado de investigar el golpe de Estado contra el entonces presidente Hugo Ch¨¢vez en abril de 2002 y gozaba de su plena confianza.
El resto de los nuevos miembros principales de Supremo se dividen entre quienes se desempe?aron como magistrados suplentes hasta hoy, jueces rectores en la provincia venezolana y la Intendente Nacional de Tributos del Seniat, la oficina que recauda los impuestos.
Apenas el martes hubo confirmaci¨®n oficial de la cifra de cargos vac¨ªos en el Tribunal Supremo de Justicia. La naturaleza del r¨¦gimen ¡ªque juega a la desinformaci¨®n y tiende a la opacidad¡ª hab¨ªa impedido establecer con precisi¨®n cu¨¢ntos eran. En la presentaci¨®n del informe final con la lista de candidatos, el diputado Elvis Amoroso, presidente del Comit¨¦ de Postulaciones, no descart¨® que pudieran producirse otras vacantes en los pr¨®ximos d¨ªas.
Para renovar parcialmente la m¨¢xima instancia judicial venezolana antes de ceder el control del Parlamento, el chavismo presion¨® para conseguir jubilaciones anticipadas o las renuncias de aquellos juristas cuyo mandato venc¨ªa en el futuro inmediato. Fue una maniobra que comenz¨® meses antes del varapalo electoral del 6 de diciembre, porque los estudios de opini¨®n indicaban que la derrota era m¨¢s que probable. Fueron seleccionados por un Comit¨¦ de Postulaciones Judiciales controlado por el Gobierno. Seg¨²n las denuncias de la oposici¨®n, esta instancia ni siquiera observ¨® los lapsos legales establecidos en la ley en su carrera por entregarle las propuestas a la Asamblea Nacional antes del fin de la legislatura.
Los nuevos magistrados pasar¨¢n 12 a?os en el Supremo y se espera que participen de la abierta confrontaci¨®n de poderes en ciernes. La oposici¨®n deber¨¢ esperar dos a?os, cuando se presentar¨¢n nuevas vacantes, para nombrar personas no ligadas al Gobierno. No parece f¨¢cil que pueda sustituir a los reci¨¦n nombrados alegando vicios en la selecci¨®n. Para poder destituirlos requerir¨ªa que el Poder Ciudadano, uno de los cinco poderes p¨²blicos del Estado y que est¨¢ en manos del chavismo, establezca que los togados han cometido alguna falta grave.
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