Los c¨¢rteles de la droga afianzan su presencia en la capital mexicana
El c¨¢rtel de Sinaloa, los Beltr¨¢n Leyva, Los Caballeros Templarios, el c¨¢rtel del Golfo y Los Zetas son los cinco grupos criminales que tienen presencia en el DF
El narcotr¨¢fico opera en el Distrito Federal porque es el mercado del pa¨ªs m¨¢s grande para la venta de drogas. El c¨¢rtel de Sinaloa, los Beltr¨¢n Leyva, Los Caballeros Templarios, el c¨¢rtel del Golfo y Los Zetas son los cinco grupos criminales que tienen presencia en la capital mexicana, seg¨²n la DEA. La agencia antidrogas de Estados Unidos ha publicado recientemente un informe donde advierte sobre el crecimiento de las organizaciones criminales mexicanas.
Miguel ?ngel Mancera, alcalde de la Ciudad de M¨¦xico, se ha aferrado a negar la presencia del narcotr¨¢fico durante los tres a?os que lleva gobernando. Sin embargo, desde principios de su administraci¨®n, la fiscal¨ªa general (PGR) advert¨ªa de c¨¦lulas del narcotr¨¢fico que operaban en la megal¨®polis. Un informe oficial difundido en marzo de 2013, unos meses despu¨¦s de que Mancera asumiera su cargo, ubicaba cinco grupos en operaci¨®n.
Los Beltr¨¢n Leyva -exsocios del Chapo Guzm¨¢n- ten¨ªan bajo su mando a La Mano con Ojos [una banda y tambi¨¦n el apodo de su l¨ªder] y a El Mosco. En ese entonces el Gobierno federal colocaba a Edgar Valdez Villarreal, exjefe de sicarios del c¨¢rtel de los hermanos Beltr¨¢n Leyva, como cabecilla de tres c¨¦lulas en el DF, a pesar de que el narcotraficante llevaba tres a?os en prisi¨®n. El Indio, El Pelos y la Nueva Administraci¨®n, esta ¨²ltima una escisi¨®n de La Mano con Ojos, ten¨ªan controlado el territorio del DF y su vecino Estado de M¨¦xico.
Mart¨ªn Barr¨®n, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), dice que la presencia de los c¨¢rteles es tan visible que incluso las detenciones de algunos capos y los familiares de estos han ocurrido en la capital. ¡°Alfredo Beltr¨¢n, uno de los l¨ªderes del c¨¢rtel de los Beltr¨¢n Leyva; Vicente Zambada, hijo del Mayo Zambada (uno de los cabecillas del c¨¢rtel de Sinaloa); y Vicente Carrillo, el hijo de Amado Carrillo (el fallecido capo conocido como El Se?or de los Cielos) fueron detenidos en el DF¡±, ejemplifica.
En 2007, durante el sexenio del expresidente Felipe Calder¨®n ¨Cquien emprendi¨® la llamada guerra contra el narco¨C, la PGR ubicaba la presencia de cuatro c¨¢rteles en la capital mexicana: los Arellano F¨¦lix (c¨¢rtel de Tijuana), los Carrillo Fuentes (c¨¢rtel de Ju¨¢rez), el de Osiel C¨¢rdenas Guill¨¦n (c¨¢rtel del Golfo) y el de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera (c¨¢rtel de Sinaloa). Sus tent¨¢culos de distribuci¨®n de droga se extend¨ªan a colonias con altos ¨ªndices delictivos como la Doctores, Morelos (donde se ubica el barrio bravo de Tepito) y Guerrero (una de las primeras que se fundaron en el DF). Tambi¨¦n abarcaba barrios con una fuerte actividad comercial nocturna como la Roma, Ju¨¢rez y Cuauht¨¦moc.
Una de las actividades m¨¢s rentables del narcotr¨¢fico es el narcomenudeo. En la capital mexicana los peque?os distribuidores de droga han diversificado su forma de operar al grado de realizar entregas a domicilio
¡°Es innegable la presencia de las distintas organizaciones delictivas. Los c¨¢rteles operan dentro del DF por una simple y sencilla raz¨®n: es el mercado m¨¢s grande del pa¨ªs para la venta de drogas, no s¨®lo para la distribuci¨®n. Recordemos el ¨²ltimo decomiso que hubo en el aeropuerto de la Ciudad de M¨¦xico de m¨¢s de 800 kilos de coca¨ªna¡±, asegura Barr¨®n, especialista en temas de narcotr¨¢fico.
El alcalde de la ciudad ha negado que las organizaciones est¨¦n instaladas en el DF. ¡°La Ciudad de M¨¦xico no tiene asentado un c¨¢rtel¡±, ha dicho. El DF, que en los a?os m¨¢s violentos de la guerra contra el narco vivi¨® una especie de blindaje, en los ¨²ltimos tres ha sido presa de hechos que llevan el sello inconfundible del crimen organizado. Tan s¨®lo en mayo de 2013, 13 j¨®venes fueron raptados -a plena luz del d¨ªa- de un bar ubicado en el coraz¨®n de la metr¨®poli y unos meses despu¨¦s sus cuerpos aparecieron en fosas clandestinas.
En el ¨²ltimo a?o, los capitalinos han visto escenas que s¨®lo se viv¨ªan en los Estados m¨¢s violentos del pa¨ªs, como Tamaulipas o Guerrero. En octubre el cuerpo de un hombre amaneci¨® colgado de un puente vehicular. La escena era s¨¢dica: el cad¨¢ver estaba envuelto en vendas y ten¨ªa el rostro cubierto con una m¨¢scara negra. Al d¨ªa siguiente el cuerpo de una persona fue encontrado dentro de un barril. A estos episodios, le han seguido el hallazgo de las narcomantas, amenazas de grupos criminales a trav¨¦s de mensajes escritos en tela. ¡°Las autoridades no reconocen que hay presencia de los diferentes narcos porque si lo hacen estar¨ªan aceptando el fracaso de las estrategias de seguridad en la capital del pa¨ªs¡±, dice Barr¨®n.
Una de las actividades m¨¢s rentables del narcotr¨¢fico es el narcomenudeo. En la capital mexicana los peque?os distribuidores de droga han diversificado su forma de operar al grado de realizar entregas a domicilio, atendiendo previamente solicitudes por tel¨¦fono celular. Tambi¨¦n reparten droga en motonetas, coches y utilizan mochilas o puestos de dulces para vender en las afueras de las escuelas. La PGR ha detectado que en esta actividad participan los franeleros (aparcacoches callejeros), los aparcacoches y los meseros.
Las agrupaciones criminales no s¨®lo se dedican al tr¨¢fico de drogas. En su pelea por el control de plazas y en su f¨¦rrea lucha por ganar poder, han ca¨ªdo en el secuestro, la extorsi¨®n, el cobro de derecho de piso (una cuota que los ciudadanos pagan a los delincuentes como si fuera un impuesto para que no los ataquen en sus negocios o propiedades), la trata de personas, el robo y los homicidios. El DF no es la excepci¨®n.
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