Una nueva epidemia de hero¨ªna sacude Estados Unidos
La ola de adicciones a lo opi¨¢ceos entran en la campa?a para las presidenciales de 2016
Una epidemia de hero¨ªna y drogas similares golpea Estados Unidos. Al contrario que hace unas d¨¦cadas, las v¨ªctimas no viven en zonas urbanas degradadas sino en barrios residenciales blancos. Ya no se las estigmatiza. Ins¨®litamente, en los debates de la campa?a para las elecciones presidenciales los candidatos no discuten sobre pol¨ªticas represivas sino de rehabilitaci¨®n. Las muertes por sobredosis casi se han cuadruplicado desde 2000. En este pa¨ªs mueren m¨¢s personas por sobredosis ¡ªde esta y otras drogas¡ª que por accidentes de tr¨¢fico.
Durante a?os la epidemia de hero¨ªna y opi¨¢ceos se ha gestado en silencio, lejos de los focos pol¨ªticos y medi¨¢ticos de Washington. Ahora es una prioridad de la Casa Blanca y de los candidatos a las presidenciales de noviembre. ¡°Esta crisis quita vidas. Destruye familias. Destroza comunidades por todo el pa¨ªs¡±, dijo en octubre el presidente Barack Obama, durante una visita a Virginia Occidental, uno de los Estados m¨¢s afectados.
En 2014 murieron en EE UU m¨¢s personas por sobredosis de drogas (47.055) que en ning¨²n otro a?o registrado, seg¨²n el Centro para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades. Un 60% murieron por sobredosis de opi¨¢ceos, que incluye medicamentos que pueden adquirirse con receta, y la hero¨ªna.
¡°En los ¨²ltimos 8 o 10 a?os hemos visto un aumento de las personas que consumen opi¨¢ceos¡±, dice por tel¨¦fono Meghan Westwood, directora ejecutiva del Centro de Tratamiento de Avery Road en Rockville, en el condado de Montgomery, cerca de Washington.
¡°Muchos han empezado usando y abusando de opi¨¢ceos recetados¡±, dice Westwood. ¡°Lo que la gente no sabe es que act¨²a en el cerebro del mismo modo que la hero¨ªna¡±.
El auge de los analg¨¦sicos legales est¨¢ en el origen de la actual epidemia, seg¨²n los expertos. Las ventas se dispararon en la d¨¦cada pasada, cuando algunos m¨¦dicos empezaron a recetar opioides con ligereza. A veces subestimaron sus efectos adictivos. En 2012, se escribieron 259 millones de recetas para estos medicamentos, una media de casi una por habitantes de este pa¨ªs. El debate sobre el papel de m¨¦dicos, farmacias y farmac¨¦uticos llev¨® a un mayor control. Los adictos encontraron en la hero¨ªna una alternativa barata procedente de M¨¦xico. ¡°Una historia que o¨ªmos con frecuencia es que j¨®venes comienzan con recetas y se pasan a la hero¨ªna¡±, dice Westwood.
El nuevo adicto es blanco
Una novedad de la epidemia es el perfil del adicto. En los a?os setenta su imagen p¨²blica era la de un adicto al crack y negro, asociado a la violencia. La respuesta de los poderes p¨²blicos era la mano dura: arrestos y encarcelamiento. El adicto de 2015 es distinto. El 90% de los nuevos usuarios en la ¨²ltima d¨¦cada son blancos. Viven en pueblos y en suburbios: los barrios residenciales de clase media en las afueras de las grandes ciudades. No se asocia a los adictos con la violencia: el aumento de la adicci¨®n ha coincidido con un declive en las tasas de crimen. Y no suscitan condena sino compasi¨®n y, a derecha e izquierda, los pol¨ªticos piden prevenci¨®n y tratamiento, no represi¨®n. Los adictos ya no son yonquis: son enfermos que padecen ¡°desorden por abuso de sustancias¡±.
¡°Muchas personas se sorprender¨ªan si viesen c¨®mo son los adictos a la hero¨ªna¡±, dice Westwood. ¡°Hay que desestigmatizar el debate. Son nuestros hijos, nuestros vecinos, nuestros hermanos, nuestras hermanas¡±. Westwood constata una presencia significativa de blancos de clase media, pero a?ade que entre las v¨ªctimas hay personas de todas las razas y etnias.
Los candidatos del Partido Dem¨®crata a la Casa Blanca abordaron el problema en el ¨²ltimo debate, el 19 de diciembre en Nuevo Hampshire. ¡°Por todo New Hampshire he conocido abuelas que est¨¢n educando a ni?os que han perdido a su padre o madre por una sobredosis¡±, dijo Hillary Clinton.
Para algunos candidatos, la adicci¨®n es una cuesti¨®n personal. Una hija del candidato republicano Jeb Bush fue detenida en 2002, cuando su padre era gobernador de Florida, por comprar medicamentos con recetas falsificadas y pas¨® diez d¨ªas en prisi¨®n por esconder crac en sus zapatos. ¡°Vivi¨® un infierno¡±, dijo Bush en una entrevista reciente. ¡°Y su mam¨¢ y su pap¨¢ tambi¨¦n¡±.
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