Las c¨¢maras de seguridad fallaron durante los sucesos de Iguala

El sistema p¨²blico de videovigilancia no funcion¨® en Iguala la noche del 26 de septiembre del a?o pasado, durante la desaparici¨®n de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Tan solo una de las 25 c¨¢maras de seguridad registradas en el marco de la investigaci¨®n, que sigue abierta, aport¨® im¨¢genes de lo sucedido aquella madrugada, seg¨²n se desprende del sumario del caso. No hay documento gr¨¢fico del ataque a balazos contra los autobuses en los que llegaron los estudiantes y su posterior detenci¨®n por parte de la polic¨ªa local aliada con el narco. La mayor¨ªa de las c¨¢maras no estaban activadas aquella noche y en las que s¨ª funcionaban, las im¨¢genes fueron eliminadas.

La Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica ¨CFiscal¨ªa¨C orden¨® el pasado mes de noviembre a la Agencia de Investigaci¨®n Criminal (AIC) el registro de la red de v¨ªdeo vigilancia conocido con C-4 en Iguala, un sistema cerrado de seguridad al que tiene acceso la Polic¨ªa municipal, estatal, federal y el Ej¨¦rcito. Seg¨²n un cotejo del sumario, llevado a cabo por el peri¨®dico El Universal, de las 25 c¨¢maras registradas, 19 estaban desactivadas aquella madrugada, y de las cuatro que funcionaban, tan solo una proporcion¨® material audiovisual.

¡°El personal que nos atendi¨® no especific¨® la fecha o motivos por los cuales no funcionaban las c¨¢maras, o el tiempo o motivos en que dejaron de funcionar¡±, declararon los peritos de la AIC. Este punto coincide con las conclusiones del Grupo de Expertos Independientes (GIEI) nombrado por la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) que, con el visto bueno del Gobierno mexicano, est¨¢ llevando a cabo una supervisi¨®n del caso.

De las 25 c¨¢maras registradas, 19 estaban desactivadas aquella madrugada

¡°Las c¨¢maras de seguridad que forman parte del sistema de vigilancia y coordinaci¨®n podr¨ªan proporcionar informaci¨®n sobre una parte de los hechos, pero se se?al¨® que estaban inutilizadas y en otros casos las grabaciones existieron y no se proporcionaron a la PGR ni al GIEI¡±, esgrimen en su primer informe, presentado en octubre. ¡°S¨®lo im¨¢genes de una c¨¢mara pudieron identificar patrullas que llevaban detenidos en la salida a Taxco. Otras im¨¢genes fueron al parecer destruidas¡±, a?aden.

La versi¨®n oficial de lo sucedi¨® aquella noche, que acab¨® con seis muertos y 43 desaparecidos, apunta a que tras el ataque y detenci¨®n por parte de la polic¨ªa local, los estudiantes fueron entregados a un grupo de sicarios. De acuerdo con las confesiones de un centenar de detenidos, los narcos, pertenecientes al cartel Guerreros Unidos y aliados con el alcalde de Iguala, confundieron a los estudiantes con miembros del grupo rival Los Rojos. Los sicarios habr¨ªan ejecutado a ?los muchachos para despu¨¦s incinerar los cad¨¢veres en el basurero del municipio vecino de Cocula, ambos en Guerrero, un Estado lastrado por la pobreza y el crimen organizado.

La versi¨®n de las autoridades mexicanas ha sido cuestionada por el grupo de expertos de la OEA, que sostienen en base a un peritaje independiente de un especialista en incendios que los 43 estudiantes no fueron incinerados en el basurero de Cocula. Las inconsistencias en la investigaci¨®n oficial han obligado a las autoridades mexicanas a mantener abierto el expediente y a permitir al equipo nombrado por la OEA que siga avanzando en las pesquisas sobre los que pas¨® aquella noche.

Este mismo mes, en la presentaci¨®n del adelanto de su pr¨®ximo informe, los peritos independientes volvieron a profundizar en las dudas sobre la incineraci¨®n de los cad¨¢veres en el basurero de Cocula. Defendieron que la madrugada del 27 de septiembre de 2014 no se registr¨® ning¨²n incendio en ese municipio, seg¨²n las fotograf¨ªas registradas por los sat¨¦lites meteorol¨®gicos. Los peritos insistieron una vez m¨¢s durante la rueda de prensa en la necesidad de entrevistar a los militares del 27 batall¨®n de infanter¨ªa, ubicado en Iguala, que fueron testigos de los hechos.