China construye su primer portaaviones de fabricaci¨®n propia

China confirm¨® este jueves que est¨¢ construyendo su segundo portaaviones. El nuevo buque insignia del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n, el primero de dise?o y fabricaci¨®n ¨ªntegramente chinas, es un paso m¨¢s en el proceso de modernizaci¨®n de las fuerzas armadas del gigante asi¨¢tico. El objetivo es dar cada vez una mayor relevancia a la Fuerza A¨¦rea y a la Marina en detrimento de sus fuerzas de Tierra, en un contexto en que el pa¨ªs mantiene disputas de soberan¨ªa con sus vecinos por varios archipi¨¦lagos en los mares del sur y el este de China.

El nuevo barco de guerra era un secreto a voces, pero cada vez que se filtraban informaciones en torno a su posible construcci¨®n eran r¨¢pidamente eliminadas. El portavoz del Ministerio de Defensa chino, Yang Yujun, confirm¨® que el buque se est¨¢ fabricando en el puerto de Dalian, en la provincia nororiental de Liaoning, y que es "completamente propio" de China. El primer portaaviones del pa¨ªs, estrenado en 2012 y bautizado como Liaoning (por el nombre de la provincia donde se construy¨®), se remodel¨® tambi¨¦n en estas instalaciones tras ser adquirido a Ucrania en 1998.

Yang no quiso avanzar cu¨¢ndo estar¨¢ terminado ni si China tiene planeado construir m¨¢s portaaviones en el futuro. S¨ª detall¨® que contar¨¢ con un desplazamiento a plena carga de 50.000 toneladas, podr¨¢ transportar los cazas chinos m¨¢s avanzados e incluir¨¢ una rampa de salto, es decir, su extremo ser¨¢ curvado hacia arriba para facilitar el despegue, informa la agencia oficial Xinhua.

China ha pisado el acelerador en el desarrollo de su Marina en un momento en que mantiene contenciosos con sus vecinos por la soberan¨ªa de varios archipi¨¦lagos y sus aguas colindantes. En el mar de la China Oriental se disputa con Jap¨®n las islas Diaoyu/Senkaku, en cuyas aguas hay recursos pesqueros abundantes y bajo ellas se cree que petr¨®leo. En el mar del Sur el panorama es a¨²n m¨¢s complicado, con escaramuzas con Vietnam por la propiedad del archipi¨¦lago de las Paracel y, m¨¢s al sur, con Filipinas y otros cuatro pa¨ªses por las Spratly.

De hecho, China considera que un 95% de este mar, incluidas todas sus islas -algunas a una distancia de hasta 1.300 kil¨®metros de la costa continental-, es parte inherente de su territorio. Con esta premisa, desde finales de 2013 ha empezado a construir en la zona a un ritmo fren¨¦tico: muchos de los atolones de las Spratly se han convertido en poco tiempo en islas artificiales con instalaciones civiles y militares. Algunas hasta cuentan con pistas de aterrizaje. Estados Unidos, que considera esas aguas como internacionales, ha alertado de la rapidez de las obras y en ocasiones ha enviado aviones o buques de guerra a la zona, tambi¨¦n una importante v¨ªa de tr¨¢fico mar¨ªtimo comercial. La ¨²ltima de estas incursiones provoc¨® fuertes protestas por parte del gigante asi¨¢tico. "China tiene una costa amplia y una zona mar¨ªtima vasta bajo su jurisdicci¨®n. Salvaguardar nuestra soberan¨ªa mar¨ªtima as¨ª como nuestros intereses y derechos es la misi¨®n sagrada de las fuerzas armadas", record¨® Yang este jueves.

La reforma del Ej¨¦rcito impulsada por el presidente chino, Xi Jinping, pone especial ¨¦nfasis en la mejora de la Marina y el desarrollo de una Armada de aguas profundas. En su primer libro blanco sobre estrategia militar, China -que incrementa aproximadamente en una media del 10% el presupuesto de Defensa cada a?o- prometi¨® adoptar una actitud de "defensa activa". "Nosotros no atacaremos a menos que seamos atacados, pero contestaremos si somos agredidos", dec¨ªa el texto.

La reci¨¦n aprobada ley antiterrorista permite por primera vez que Pek¨ªn env¨ªe tropas fuera de sus fronteras en misiones contra el terrorismo. Este nuevo marco abre la puerta a una mayor participaci¨®n de China en las zonas de conflicto internacionales, un cambio significativo para un pa¨ªs que tradicionalmente ha preferido mantenerse al margen de cualquier intervenci¨®n militar en un pa¨ªs ajeno.