La prensa independiente venezolana vuelve a la Asamblea Nacional
El chavismo deber¨¢ toparse en la nueva legislatura con los informadores que no le son afines y a los que hab¨ªa expulsado hace cinco a?os de los eventos oficiales
Todos los periodistas quer¨ªan hacerle la misma pregunta a la primera dama de Venezuela y diputada por el Estado de Cojedes, Cilia Flores, pero solo uno de ellos tuvo el privilegio. El chavismo, poco acostumbrado a las interrogantes inc¨®modas, que prefiere la propaganda a la informaci¨®n, tuvo que moverse en cada palmo de la Asamblea Nacional con la inc¨®moda presencia de la prensa independiente venezolana, que hab¨ªa sido expulsada por ellos hace cinco a?os.
Si para los diputados fue un d¨ªa de fiesta pera los periodistas tambi¨¦n lo fue. Muchos se tomaban fotograf¨ªas y grababan v¨ªdeos en la entrada del hemiciclo con un j¨²bilo discreto. Bastaba ver sus perfiles en las redes sociales para advertir sonrisas que desde hace mucho no esbozaban. No es poca cosa volver al Parlamento. Es quiz¨¢ el ¨²nico sitio de trabajo donde es posible obtener respuestas de voceros chavistas.
Pero para llegar hasta ah¨ª tuvieron que sortear un f¨¦rreo dispositivo de seguridad dise?ado para la ocasi¨®n. El chavismo y sus grupos de choque ¡ªuno de ellos, el colectivo La Piedrita, formaba con orden marcial en las escalinatas del parque El Calvario, muy cerca del palacio presidencial de Miraflores, gritando vivas al fallecido l¨ªder Hugo Ch¨¢vez¡ª fueron confinados hacia el oeste del edificio del Palacio Federal Legislativo y en la margen norte, hacia la plaza Bol¨ªvar. La oposici¨®n y la prensa, mientras tanto, deb¨ªan dar una gran vuelta para entrar por el l¨ªmite este. Hab¨ªa que caminar varias cuadras en paralelo porque adem¨¢s estaban cerradas cuatro estaciones del Metro de Caracas en previsi¨®n de posibles des¨®rdenes. Separados por varias cuadras el choque era pr¨¢cticamente imposible. Los perros se ladraban a la distancia.
Se sab¨ªa que ser¨ªa dif¨ªcil entrar, pero nadie quer¨ªa perderse la fiesta. A las ocho de la ma?ana los reporteros se presentaron con las credenciales expedidas por sus medios para salvar los cordones de la Polic¨ªa Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional (polic¨ªa militarizada). La v¨ªspera, la jefatura de prensa de la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica, que coordin¨® el operativo de acreditaci¨®n, hab¨ªa pedido los datos de todos aquellos que quer¨ªan asistir y de antemano pidi¨® comprensi¨®n a las limitaciones del espacio. Se recibieron m¨¢s de 400 solicitudes. Era evidente que no todos pod¨ªan entrar al hemiciclo, pero se daban por satisfechos con el solo hecho de pisar un edificio que estaba vedado para los medios y los periodistas que el r¨¦gimen consideraba como sus enemigos.
Los obst¨¢culos comenzaron en 2008 y se hicieron insalvables en la medida que el chavismo consider¨® que la agenda de la prensa independiente era incontrolable y ajena a sus intereses. Empez¨® con el impedimento de ingresar c¨¢maras de televisi¨®n al hemiciclo por ¨®rdenes de la entonces presidenta del Parlamento Cilia Flores. Aquel a?o, en pleno debate, un equipo de un medio audiovisual hab¨ªa cometido la travesura de tomar un primer plano de la pantalla del ordenador de un parlamentario chavista, que observaba -dijo despu¨¦s el avergonzado hombre- una presentaci¨®n sobre el c¨¢ncer de seno. Lo que en realidad vieron los televidentes de ese canal fue el perfil turgente de una mujer y se consolid¨® la opini¨®n de que el parlamentario estaba viendo pornograf¨ªa mientras se discut¨ªan los asuntos m¨¢s trascendentales de la Rep¨²blica. La directiva consider¨® que se expon¨ªa al diputado de marras al escarnio p¨²blico y actu¨® en consecuencia.
Se recibieron m¨¢s de 400 solicitudes de medios de comunicaci¨®n para acceder al Parlamento
Pero las llaves se cerraron definitivamente al comienzo de la anterior legislatura (2011-2016). El Parlamento precedente modific¨® el reglamento de debates para terminar de prohibir que los periodistas circularan entre las curules o siquiera ocuparan un lugar en el palco reservado para la prensa. Los medios oficiales fueron confinados a un sal¨®n del palacio dotado con monitores y asientos, donde no incomodaban. La Comisi¨®n Nacional de Telecomunicaciones habilit¨® una se?al abierta para la Asamblea Nacional, la ¨²nica autorizada para emitir en directo las sesiones. El asamble¨ªsta chavista Dar¨ªo Flores controlaba la televisora como si fuera el propio coto del chavismo. La oposici¨®n era constantemente vilipendiada y se ocultaron muchas protestas, y las golpizas que recib¨ªa, con los ardides de la edici¨®n. La voz dominante era la del presidente del Parlamento y n¨²mero dos del r¨¦gimen Diosdado Cabello.
Sentados en los jardines del palacio un grupo de periodistas recordaban todas esas an¨¦cdotas. Estaba, por ejemplo, Cecilia Caione, exreportera del diario venezolano El Nacional, quien denunci¨® hace ocho a?os la presencia de los familiares de la hoy Primera Dama en cargos administrativos clave del Parlamento. Despu¨¦s de ser acosada por Cilia Flores, Caione vendi¨® su piso en Caracas y se mud¨® a la Isla de Margarita (noreste de Venezuela) a regentar un restaurante de comida cubana que ha sufrido los embates del desabastecimiento y la escasez. El martes no tuvo ocasi¨®n de toparse con la Primera Dama. Tampoco lo estaba buscando.
Flores sali¨® del hemiciclo entre el grupo chavista que decidi¨® abandonar la sesi¨®n por no estar de acuerdo con los procedimientos seguidos por la nueva directiva opositora para llevar el debate. Estaba al lado del presidente saliente del Parlamento y n¨²mero dos del r¨¦gimen, Diosdado Cabello. Mientras estuvo escoltada por sus compa?eros estuvo a salvo de los que esperaban para que respondieran la pregunta que se ha negado a responder desde principios de diciembre, cuando dos de sus sobrinos fueron detenidos en Nueva York acusados de pretender introducir en Estados Unidos un cargamento de coca¨ªna. Con la salida impetuosa de Cabello, rodeado de escoltas, Flores camin¨® estrechando manos hacia una de las oficinas ubicadas en el ala contraria al hemiciclo de sesiones. All¨ª V¨ªctor Amaya, reportero de Tal Cual, el diario editado por el ¨²ltimo ganador del premio Ortega y Gasset Teodoro Petkoff, la atajo con una pregunta: ¡°Diputada, ?en alg¨²n momento va a declarar sobre los narcosobrinos¡±?.
Con un gesto que pretendi¨® ser cordial, Flores hundi¨® su dedo ¨ªndice en la barriga del periodista. Y sigui¨® su camino rodeada de guardaespaldas.
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