Tsipras ya tiene adversario

Con la elecci¨®n de Kyriakos Mitsotakis como l¨ªder de la conservadora Nueva Democracia (ND), las reglas del juego han cambiado sustancialmente en Grecia. Primero, porque el primer ministro Alexis Tsipras tendr¨¢ a partir de ahora un oponente directo, fuerte, al frente del principal partido de oposici¨®n, ex¨¢nime en los ¨²ltimos 12 meses; segundo, porque los acreedores, como condici¨®n del tercer rescate, apremian al Ejecutivo a acometer una impopular y dolorosa reforma de las pensiones que podr¨ªa causar otra sangr¨ªa en su bancada (ahora tiene 153 esca?os de 300), y tercero, porque Mitsotakis, con un perfil moderno y reformista, podr¨ªa lograr en unas elecciones los votos de su partido, pero tambi¨¦n de otros de centroizquierda que defienden la modernizaci¨®n de Grecia (y que sin esta opci¨®n, podr¨ªan concursar como posibles nuevos socios de coalici¨®n de Syriza). No en balde, fue ministro de Reforma Administrativa (el tal¨®n de Aquiles del Estado griego, su endeblez estructural) de 2013 a 2015, un periodo marcado por el despido masivo de funcionarios a instancias de la troika.

De toda esta competencia electoral, el m¨¢s perjudicado por su liderazgo ser¨ªa To Potami; de hecho, una prima carnal suya, diputada de este ¨²ltimo partido, salud¨® el domingo en un tuit su elecci¨®n en nombre de todos los reformistas griegos, ¡°est¨¦n donde est¨¦n¡±. As¨ª que, como si de una doble carambola se tratase, tanto Tsipras como el l¨ªder de Potami, Stavros Theodorakis ¡ªque confiaba en la elecci¨®n del otro candidato conservador, Vanguelis Meimarakis¡ª, resultan indirectamente afectados por la victoria de Mitsotakis, un licenciado en Harvard que ampli¨® estudios en Standford y ha trabajado, entre otros, en Chase Manhattan Bank o el Banco Nacional de Grecia, la principal entidad comercial del pa¨ªs. Como signo de su talante liberal ¡ªen el sentido m¨¢s amplio del t¨¦rmino¡ª, el nuevo l¨ªder de ND vot¨® hace un par de semanas a favor de la legalizaci¨®n de las uniones gais, en contra de la mayor¨ªa de su partido.

Nacido hace 47 a?os en Atenas, estudi¨® en Harvard y ampli¨® estudios en Standford y ha trabajado, entre otros, en Chase Manhattan Bank o el Banco Nacional de Grecia, la principal entidad comercial del pa¨ªs. Pero Kyriakos Mitsotakis no ser¨ªa quien es s¨®lo por su curr¨ªculo; al contrario, pertenece a una de las tres dinast¨ªas de la Grecia contempor¨¢nea; las otras son los Papandreu y los Karamanl¨ªs. Es hijo del que fuera primer ministro Konstantinos Mitsotakis y hermano de Dora Bakoyani, con poderoso ascendente en la formaci¨®n y dos veces ministra. En la noche de la victoria, el emocionado progenitor, de 98 a?os, felicit¨® a su hijo dici¨¦ndole: ¡°Y ahora, primer ministro¡±. Avisados quedan los navegantes.

V¨¢stago de una dinast¨ªa

Partidario del liberalismo social ¡ªvot¨® hace un par de semanas a favor de la legalizaci¨®n de las uniones gais, en contra de la mayor¨ªa de su partido¡ª, defensor de un Estado peque?o y pocas empresas p¨²blicas, Kyriakos Mitsotakis est¨¢ aparentemente limpio (en 2007 se le implic¨® en el caso de corrupci¨®n Siemens, pero nunca se demostr¨® nada), tiene una presencia discreta (vive en un normal¨ªsimo barrio de clase media) y modos y maneras teleg¨¦nicos (tras su elecci¨®n pos¨® a la americana con su esposa, polaca, y sus tres hijos). Tambi¨¦n las ideas claras: ¡°Mi victoria es una derrota del populismo y una apuesta por la raz¨®n¡±, declar¨® tras derrotar en segunda vuelta, contra todo pron¨®stico, a Ev¨¢nguelos Meimarakis, que lider¨® ND desde la renuncia de Andonis Samar¨¢s tras el refer¨¦ndum, en julio. Meimarakis hab¨ªa ganado en primera vuelta, en un proceso tumultuoso y plagado de acusaciones y codazos, pero al final fueron los votantes de ND, m¨¢s que los barones, los que dieron la vuelta al marcador. ¡°?Por qu¨¦ votar a Meimarakis? Es viejo y ya ha sido derrotado por Tsipras [en las elecciones de septiembre]¡±, se preguntaba ret¨®ricamente un matrimonio de jubilados, votantes tradicionales de ND desde 1974 y participantes en estas primarias. La primera tarea del nuevo l¨ªder ser¨¢ precisamente unificar el partido, hasta ahora un amplio espectro de sensibilidades y familias, de la derecha m¨¢s extrema al liberalismo.

Saludado por los acreedores y los mercados como una imprevista alternativa a Tsipras, Kyriakos Mitsotakis es como el Jano bifronte: reformista acendrado incluso en un sector, la Administraci¨®n, cuyas dimensiones su partido contribuy¨® a engordar durante d¨¦cadas a golpe de clientelismo; ep¨ªgono de relumbr¨®n, pero, seg¨²n sus propias palabras, ¡°m¨¢s Kyriakos que Mitsotakis¡± (en m¨¢s de una ocasi¨®n ha lamentado p¨²blicamente el lastre de semejante apellido). Por eso tal vez no fuera muy desencaminado el patriarca cuando, al celebrar la victoria de su hijo, exclam¨®: ¡°Y ahora, primer ministro¡±.

?