Obama busca desmontar el populismo de Trump
El presidente inicia una gira por Estados Unidos con un mensaje optimista y contra la ret¨®rica del miedo de algunos republicanos
Barack Obama contra Donald Trump. El aspirante republicano a la Casa Blanca ha sido el protagonista del discurso sobre el estado de la Uni¨®n, el ¨²ltimo que pronuncia el presidente dem¨®crata antes de abandonar el cargo, en enero de 2017. Con un discurso patri¨®tico y optimista, Obama quiso contrarrestar la ret¨®rica del miedo que exhiben Trump y otros candidatos de su partido. La presidencia terminar¨¢ con un pa¨ªs dividido, pesimista e irritado, sumido en las dudas sobre el mitificado sue?o americano.
Trump, el magnate neoyorquino que ha revolucionado la pol¨ªtica estadounidense con una campa?a xen¨®foba y populista, no ha encontrado hasta ahora un rival de peso. Los candidatos republicanos que compiten con ¨¦l por la nominaci¨®n a las elecciones presidenciales de noviembre son cautos a la hora de atacarlo frontalmente. Temen sus r¨¦plicas ofensivas y saben que una parte del electorado en las primarias comparte sus ideas. Los dem¨®cratas le atacan pero est¨¢n ocupados en su propio proceso de nominaci¨®n.
Trump encabeza los sondeos republicanos desde el verano. El proceso de primarias y caucus (asambleas electivas) comienza el 1 de febrero y culminar¨¢ con la nominaci¨®n de los candidatos republicano y dem¨®crata.
En su discurso ante el Congreso y en una gira por Estados tradicionalmente republicanos que comenz¨® ayer, Obama asume la bandera de principal opositor a Trump y a todo lo que representa. En el discurso del martes por la noche (madrugada del mi¨¦rcoles en Espa?a), Obama evit¨® mencionar a Trump, pero se le entendi¨® bien.
El presidente explic¨® que no es la primera vez que EE UU vive un momento de transformaciones sociales. En unos a?os, el matrimonio homosexual ha pasado de ser ilegal y contar con escaso apoyo popular a ser legal en todo el pa¨ªs. En unas d¨¦cadas, los blancos de origen europeo dejar¨¢n de ser mayor¨ªa. El terrorismo es un miedo difuso y la inseguridad econ¨®mica atenaza a las clases medias. Obama record¨® que, en momentos similares, siempre han aparecido personas que jugaban la carta del resentimiento, promet¨ªan restaurar una incierta gloria pasada y se?alaban a grupos ¨¦tnicos o ideas minoritarias. No cit¨® ejemplos, pero pod¨ªa referirse a las campa?as contra los inmigrantes a finales del siglo XIX y principios del XX, o a la persecuci¨®n de comunistas, supuestos o reales, tras la Segunda Guerra Mundial, en los a?os del mccarthysmo. Trump es un caso muy particular en la historia de EE UU ¡ªun multimillonario que bebe del antielitismo de las clases trabajadoras blancas¡ª pero tiene rasgos en com¨²n con estas tradiciones aut¨®ctonas.
Trump ha equiparado a los mexicanos con criminales y ha prometido expulsar a los m¨¢s de diez millones de inmigrantes indocumentados, la mayor¨ªa latinoamericanos. Tambi¨¦n quiere cerrar las fronteras a los musulmanes. ¡°Debemos rechazar cualquier pol¨ªtica que apunte a las personas simplemente por su raza o religi¨®n. No es una cuesti¨®n de correcci¨®n pol¨ªtica. Es una cuesti¨®n de entender qu¨¦ nos hace fuertes¡±, dijo Obama.
Otro argumento de Obama: la ret¨®rica de los insultos deteriora la calidad democr¨¢tica del pa¨ªs. Es hora de que los estadounidenses mantengan debates ¡°racionales, constructivos¡±. Y aqu¨ª es donde la cr¨ªtica de Obama a Trump conecta con una cr¨ªtica al Partido Republicano. Que la econom¨ªa est¨¢ en crisis y que este pa¨ªs se encamina al declive inexorable, ideas asumidas por muchos en la derecha, es una ficci¨®n, dijo. Al apuntar a Trump apuntaba a la oposici¨®n y el riesgo de quede apartada de la corriente de la historia. Es m¨¢s, defini¨® las ideas de Trump, versi¨®n grotesca del discurso republicano, como antit¨¦ticas al ADN estadounidense.
El discurso pretend¨ªa fijar los t¨¦rminos del debate: o los EE UU de Obama, o los de Trump. La campa?a para suceder a Obama ha comenzado y el presidente ha dejado claro que participar¨¢.
Cr¨ªticas al magnate en la derecha
La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, dio la r¨¦plica al discurso de Barack Obama. Y sutilmente a Donald Trump. ¡°En tiempos de nerviosismo¡±, dijo, ¡°puede ser tentador seguir los cantos de sirena de las voces m¨¢s irritadas. Debemos resistir esta tentaci¨®n¡±.
Su posici¨®n no es un¨¢nime. Los republicanos est¨¢n divididos entre el establishment y los insurgentes que lideran los sondeos en la carrera para la nominaci¨®n del Partido Republicano a las presidenciales.
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