¡°M¨¦xico no est¨¢ respondiendo como debe ante la crisis de DD HH¡±

Emilio ?lvarez Icaza (Ciudad de M¨¦xico, 1965) est¨¢ tranquilo tras la decisi¨®n tomada de no intentar renovar en agosto su mandato como secretario ejecutivo de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), puesto que ocupa desde el verano de 2012. En entrevista con EL PA?S, el soci¨®logo, impulsor junto con el poeta Javier Sicilia del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, explic¨® que siente que debe dedicarse de nuevo al cien por cien a M¨¦xico, un pa¨ªs que le ¡°duele¡± porque persiste ¡°una crisis de derechos humanos¡± a la que no se responde de forma adecuada desde las instituciones. Aunque por ahora, asegur¨®, la pol¨ªtica no entra en sus planes.

Pregunta: ?Tanto le duele M¨¦xico que siente que debe dejar la CIDH?

Respuesta: Las ¨²ltimas visitas (de la CIDH) fueron muy fuertes, muy interpelantes. Como cuando recorrimos Iguala, en Guerrero, y nos se?alaban las fosas donde los familiares de los desaparecidos buscaban tratando de encontrar cuerpos, cuando migrantes nos platicaban de lo que pasaba en la frontera¡­ Para m¨ª fue un contacto de toma de realidad muy fuerte, y esa realidad me duele profundamente. Me duele un contexto donde no se est¨¢ respondiendo en los t¨¦rminos que la gente requiere, necesita y merece conforme a sus derechos.

P: ?Cree que ha empeorado la situaci¨®n estos a?os que ha estado en Washington, que coinciden casi enteramente con el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto?

R: Veo algunas se?ales muy graves de crisis, de descomposici¨®n: el fen¨®meno de los desaparecidos me parece grav¨ªsimo, el fen¨®meno de los migrantes, de las personas privadas de libertad, la violencia homof¨®bica, el fen¨®meno en algunas regiones del pa¨ªs en materia de seguridad. Hay algunos indicadores que han disminuido algunos picos, pero en t¨¦rminos generales sigue un continuo de crisis de derechos humanos. Y en algunas caracter¨ªsticas veo que ha aumentado, como en desapariciones forzadas, algunos fen¨®menos de presencia de controles del crimen organizado que atenta inclusive contra defensores de los derechos humanos. M¨¦xico tambi¨¦n sigue siendo un pa¨ªs extraordinariamente peligroso para periodistas.

P: ?Hay para usted un antes y un despu¨¦s de Ayotzinapa?

R: Sin duda es un caso paradigm¨¢tico y muy doloroso, pero tristemente no me sorprende, ya hab¨ªa muchas se?ales de que este tipo de cosas estaban pasando, inclusive en Guerrero. En 2011 conoc¨ª un caso donde la polic¨ªa municipal en Guerrero desapareci¨® a dos l¨ªderes campesinos y los entreg¨® a los narcos. Se lo dijimos al gobernador, a la polic¨ªa, a la PGR, al ej¨¦rcito, a la Marina, y nada pas¨®. Eso fue en 2011. Claro, la proporci¨®n de 43 estudiantes no tiene precedente, y eso es lo que hace la dimensi¨®n estructural, refleja un problema estructural, no es un problema aislado. Sin duda tiene un car¨¢cter de un antes y un despu¨¦s.

P: ?Y cree que siguen vivos los 43?

R: Yo me sumo a la voz de los pap¨¢s. Mientras no tengamos ninguna otra informaci¨®n, por convicci¨®n y obligaci¨®n lo que tenemos que hacer es luchar por su vida y buscarlos en vida.

P: ?Piensa entrar en pol¨ªtica, se ha planteado una postulaci¨®n independiente a la presidencia?

R: Como digo en mi carta (de renuncia), no tengo claridad desde d¨®nde. Tengo claridad de qu¨¦ quiero hacer, tengo mucha claridad de lo que no quiero para la gente de mi pa¨ªs. Va a haber mil especulaciones, sin duda. Pero no tengo ning¨²n otro horizonte m¨¢s que terminar aqu¨ª bien. Adem¨¢s, no es ni momento para eso, de aqu¨ª a agosto estoy en un cargo, no estoy anunciando otra cosa m¨¢s que no me voy a postular a la reelecci¨®n para que la CIDH pueda hacer el mejor proceso (de selecci¨®n de un nuevo secretario ejecutivo).

P: ?Pero si le llamara un partido?

R: No me siento reflejado en ninguno de los partidos que existen y no tengo ning¨²n horizonte de candidaturas independientes. No me entiendo como candidato, en una condici¨®n de cargo alguno, no. Me entiendo mucho m¨¢s en un contexto de trabajo y articulaci¨®n con la sociedad civil en derechos humanos.

P: Tras casi cuatro a?os al frente de la CIDH, ?cu¨¢l es su valoraci¨®n?

R: Es notable lo que hace la CIDH con tan pocos recursos. No deja de ser muy vergonzoso que la Comisi¨®n siga dependiendo de apoyo europeo. La limitaci¨®n de los recursos es un sinsabor, porque uno se sigue diciendo ?bueno! ?qu¨¦ impide a los Estados latinoamericanos asumir su responsabilidad? Tambi¨¦n est¨¢ el sinsabor de que pa¨ªses como Estados Unidos, Canad¨¢ o los del Caribe no ratifican los instrumentos. Tambi¨¦n toca hacer el llamado a estos pa¨ªses para fortalecer el sistema.

P: Su llegada a la CIDH se produjo en un momento muy delicado en el que algunos pa¨ªses trataban de restarle fuerza a la Comisi¨®n. ?Se ha reforzado lo suficiente para resistir nuevos embates?

R: Hay un momento de cambio, reci¨¦n se incorporan cuatro nuevos comisionados, pero conf¨ªo mucho en la sabidur¨ªa de una entidad que tiene casi 60 a?os. Por supuesto que los cambios pueden traer incertidumbres, pero as¨ª como salimos adelante del proceso de fortalecimiento, que ten¨ªa algunos componentes que eran m¨¢s bien, en algunas cosas, de debilitamiento y amenazas, esas amenazas se conjuraron y la Comisi¨®n sali¨® adelante. Tengo absoluta certeza de que (ahora) tambi¨¦n va a salir. Es un tema complicado, porque a veces en la agenda de derechos humanos la materia prima es el conflicto, y los Estados se sienten atacados. Lo que toca es hacerles entender que si defendemos a las v¨ªctimas gana la democracia en Am¨¦rica Latina, ganamos todos.