La l¨ªder polaca niega en Estrasburgo que su pa¨ªs viole las normas europeas
La inmensa mayor¨ªa de los grupos pol¨ªticos critican la deriva autoritaria de Polonia
Polonia pertenece a Europa. Y quiere seguir haci¨¦ndolo. Nada de lo que est¨¢ aprobando su Gobierno viola las normas comunitarias. Todas las cr¨ªticas derivan de la falta de informaci¨®n o, en alg¨²n caso, de mala voluntad. Ese ha sido el relato del choque entre Bruselas y Varsovia que ha realizado la primera ministra polaca, Beata Szydlo, ante el Parlamento Europeo. Con tono reposado y ciertas dosis de deliberada ingenuidad, la dirigente polaca ha rebatido todas las cr¨ªticas surgidas en la UE a cuenta del autoritarismo de su Gobierno, con la mano tendida hacia el bloque comunitario: ¡°Es importante para Polonia contar con el apoyo de la UE¡±.
El partido ultraconservador Ley y Justicia que gan¨® las elecciones el pasado octubre reparte con precisi¨®n los roles entre sus dirigentes. Y a la primera ministra le corresponde mostrar la cara amable. Szydlo ha asegurado ante el hemiciclo de Estrasburgo que no entiende por qu¨¦ se dedica ¡°tanto tiempo a los asuntos polacos cuando existen tantos problemas que resolver en Europa¡±. Y ha esgrimido, una y otra vez, su amplia victoria en las urnas para legitimar sus pol¨ªticas.
Sus as¨¦pticas explicaciones no han convencido a los principales grupos pol¨ªticos. Populares, socialistas, liberales, la izquierda minoritaria y los verdes han criticado duramente los retrocesos de Polonia, aunque el debate ha contado con numerosas intervenciones de eurodiputados euroesc¨¦pticos que han contrarrestado esas cr¨ªticas de los principales partidos. Casi el m¨¢s duro ha sido el Partido Popular Europeo, representado por Esteban Gonz¨¢lez Pons. El eurodiputado espa?ol le ha espetado a Szydlo que la UE es, primero, un conjunto de valores democr¨¢ticos y, solo despu¨¦s, un mercado. ¡°Me gustar¨ªa tener la certeza de que usted piensa lo mismo¡±, ha cuestionado.
El grado de emociones que suscita la cuesti¨®n polaca ha quedado reflejado en las razones que ha dado Gonz¨¢lez Pons para que haya sido ¨¦l, y no el portavoz del grupo popular europeo, el alem¨¢n Manfred Weber, el que haya intervenido en primer lugar: no quer¨ªa ¡°que nadie utilice la nacionalidad como excusa para eludir su responsabilidad¡±. Recog¨ªa as¨ª el malestar que est¨¢ creando en Alemania la animadversi¨®n con que algunos miembros del partido de Jaroslaw Kaczynski ¨Cy ¨¦l en particular- aluden a ese pa¨ªs, desempolvando conceptos como el de "colaboracionistas" para referirse a quienes desde Polonia critican las leyes controvertidas que se est¨¢n aprobando.
Ninguno de esos mensajes ha estado presente en el discurso de su gobernante, que se ha limitado a asegurar: ¡°Nuestro partido en modo alguno ha querido hacerse con el control del Constitucional, sino establecer un equilibrio¡±. ¡°Respecto a la ley de medios de comunicaci¨®n p¨²blicos, no incumple el derecho comunitario. Nos basamos en ejemplos de otros pa¨ªses europeos¡±, ha asegurado.
Sin confiar mucho en esas valoraciones, el l¨ªder de los socialdem¨®cratas en el Parlamento Europeo, Gianni Pittella, ha instado a Szydlo a pensar en las disposiciones que ha adoptado desde que tom¨® el mando de su pa¨ªs. ¡°Usted pone a Polonia en una v¨ªa que va contra su historia y su tradici¨®n¡±, ha lamentado.
Los 'tories' apoyan al Ejecutivo polaco
El grupo m¨¢s s¨®lido que ha respaldado a Szydlo en su complicado papel ante la Euroc¨¢mara ha sido el de los tories brit¨¢nicos. El partido de David Cameron, que comparte grupo europeo con el de Kaczynski, ha pedido tranquilidad para que la Comisi¨®n Europea pueda evaluar serenamente el procedimiento que ha abierto a Varsovia por posible incumplimiento del Estado de derecho. Su l¨ªder en Estrasburgo, Syed Kamall, ha acusado a Bruselas de ¡°interferencia¡± en los asuntos polacos y ha sostenido que Hungr¨ªa, Francia e Italia han tenido situaciones similares a la polaca, sin que la Comisi¨®n decidiera actuar.
M¨¢s encendido ha sido el apoyo del polaco Michal Marusik, miembro de un partido euroesc¨¦ptico enclavado en el grupo impulsado por el Frente Nacional de Marine Le Pen. Marusik ha acusado a los pa¨ªses europeos de ¡°organizar estos debates para escabullirse de sus propios problemas¡± y ha criticado todo el proyecto comunitario.
Szydlo ha escuchado atentamente todas las intervenciones y ha aplaudido t¨ªmidamente las que defend¨ªan la soberan¨ªa polaca y su historia. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha tenido que llamar varias veces al orden a los numerosos ciudadanos polacos que se hab¨ªan desplazado a Estrasburgo para jalear a la primera ministra en el hemiciclo. Como colof¨®n, la l¨ªder polaca ha querido templar las aguas: ¡°Podr¨ªa tener hoy un sentimiento de injusticia, pero por mi compromiso ante el Estado polaco he venido aqu¨ª para arrojar luz sobre lo que ocurre en Polonia¡±.
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