El ascenso de los populistas amenaza el monopolio de Merkel en la derecha
La crisis migratoria alimenta a AfD, que en marzo entrar¨¢ en los Parlamentos de tres Estados alemanes
Presionada por el flujo incesante de refugiados, las resistencias europeas a repartir la carga migratoria y una oposici¨®n en casa cada vez m¨¢s insoportable, a la canciller Angela Merkel est¨¢ a punto de explotarle otro problema. El imparable ascenso de Alternativa para Alemania (AfD) cristalizar¨¢ el pr¨®ximo 13 de marzo, d¨ªa de elecciones en tres Estados alemanes. Con su entrada en los tres Parlamentos regionales, este partido ultraconservador y antiinmigraci¨®n confirmar¨¢ ese d¨ªa que se ha convertido en una fuerza de implantaci¨®n nacional que canaliza el descontento de una parte no desde?able de la poblaci¨®n.
La preocupaci¨®n en los partidos tradicionales va a m¨¢s. AfD se nutre de antiguos simpatizantes de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU) descontentos con el centrismo de Merkel y, sobre todo, con su pol¨ªtica migratoria; pero tambi¨¦n de ciudadanos que antes votaban a la izquierda o se absten¨ªan. ¡°La crisis de refugiados ha sido un regalo para nosotros¡±, admit¨ªa sin rubor hace un mes Alexander Gauland, uno de los l¨ªderes de la formaci¨®n nacida en 2013 al calor de la crisis del euro y que en el ¨²ltimo a?o ha girado a la derecha.
Algunas encuestas les otorgan ya un 12% de intenci¨®n de voto en todo el pa¨ªs, lo que le convertir¨ªa en el mayor partido de la oposici¨®n frente a la gran coalici¨®n de democristianos y socialdem¨®cratas (SPD). En Sajonia-Anhalt, uno de los Estados llamados a las urnas, AfD puede llegar al 15%. En Baden-W¨¹rttemberg, est¨¢ a solo cuatro puntos de distancia del SPD. ¡°Han logrado presentarse como el partido anti stablishment. Y como el ¨²nico que de verdad propone soluciones radicales contra los refugiados, el asunto que m¨¢s preocupa a los alemanes¡±, resume el polit¨®logo de la Universidad Libre de Berl¨ªn Carsten Koschmieder.
?Una Le Pen a la alemana?
La ocasi¨®n no pod¨ªa serle m¨¢s propicia. La l¨ªder de Alternativa para Alemania (AfD), Frauke Petry, presentaba hace un par de meses su propuesta de cerrar inmediatamente las fronteras y de demandar a Angela Merkel por haber llevado a Alemania una inmigraci¨®n descontrolada. ¡°La canciller se ha comportado como una traficantes de personas¡±, dijo su mano derecha. ¡°No tenemos nada que ver con el Frente Nacional franc¨¦s. Es un partido que se mueve en el ¨¢mbito de la izquierda¡±, respondi¨® a una pregunta de EL PA?S sobre sus similitudes con la formaci¨®n que lidera Marine Le Pen.
Petry se esfuerza por presentar a AfD como un partido liberal-conservador. Muchos de sus miembros rechazan las acusaciones de radicalismo argumentando que tan solo son ciudadanos preocupados por la deriva que ha tomado Alemania en los ¨²ltimos a?os. Frente a esta imagen de moderaci¨®n, su l¨ªder en el Estado de Turingia no tiene reparos en usar argumentos racistas, como cuando justific¨® la necesidad de cerrar las fronteras por ¡°las pr¨¢cticas reproductivas de los africanos¡±. Otro dirigente minimiz¨® la importancia de los ataques a centros de refugiados. Y otros han mostrado sus simpat¨ªas por el movimiento islam¨®fobo Pegida.
¡°AfD es un partido nuevo, muy dif¨ªcil de caracterizar, con elementos conservadores tradicionalistas, pero tambi¨¦n otros de extrema derecha. La direcci¨®n no desautoriza a sus voces m¨¢s radicales, abarcando as¨ª a un espectro m¨¢s amplio de votantes¡±, asegura el polit¨®logo Carsten Koschmieder. ?Qu¨¦ les une y qu¨¦ les diferencia del Frente Nacional? ¡°Tienen en com¨²n su visi¨®n en contra de los inmigrantes, sobre todo musulmanes, a favor de la familia tradicional y contra los homosexuales o contra la UE. La gran diferencia es que en Alemania la cultura pol¨ªtica obliga a ser m¨¢s cuidadoso con las expresiones que puedan parecer racistas o xen¨®fobas¡±, responde el profesor de la Universidad Libre de Berl¨ªn.
Una an¨¦cdota reciente refleja c¨®mo los populistas de derechas han adquirido una relevancia inaudita para un partido que en las ¨²ltimas elecciones federales se qued¨® fuera del Bundestag por un pu?ado de votos. Los l¨ªderes de dos de los Estados llamados a las urnas ¨Cuna socialdem¨®crata y un ecologista- anunciaron que no acudir¨ªan a debates televisados con ning¨²n miembro de este partido, al que consideran demasiado radical. La televisi¨®n regional accedi¨® a marginar a los candidatos de AfD con el argumento de que a¨²n no tienen representaci¨®n parlamentaria.
Pero Julia Kl?ckner, la l¨ªder democristiana que aspira a gobernar el Estado de Renania-Palatinado, anunci¨® el jueves que no acudir¨ªa a un debate si no participaban todos los partidos con posibilidades de entrar en el Parlamento. Con esta decisi¨®n, la CDU confirma que la estrategia de ignorar a AfD ha fracasado; y que dejarlos de lado no hace m¨¢s que alimentar su discurso contra unas ¨¦lites pol¨ªticas y period¨ªsticas que se niegan a hablar sobre los temas que realmente importan al ciudadano medio.
El partido que pretende romper el monopolio de la derecha a la CDU y sus aliados b¨¢varos de la CSU parec¨ªa hace medio a?o fuera de combate. Entonces, las luchas internas entre su sector m¨¢s liberal, preocupado sobre todo por acabar con la moneda ¨²nica, y la facci¨®n llamada nacional-conservadora se saldaron con el ¨¦xito de la l¨ªder del ala m¨¢s radical, Frauke Petry. Pero entonces estall¨® con toda su crudeza la crisis de los refugiados. Y de una estimaci¨®n de voto del 3% el pasado mes de agosto, han pasado a superar la barrera del 10%.
El ¨¦xito de los ultraconservadores puede tener un efecto sorprendente en las elecciones regionales. Al entrar en los Parlamentos, es posible que eviten la actual mayor¨ªa de socialdem¨®cratas y verdes y propiciar as¨ª el ascenso de la CDU al poder en dos de los Estados en juego. Ser¨ªa un beneficio a corto plazo para el partido de Merkel. Pero a medio plazo supone poner en peligro uno de los objetivos estrat¨¦gicos del partido; que se resume con una frase pronunciada en los a?os ochenta por el hist¨®rico l¨ªder b¨¢varo Franz Josef Strauss: ¡°A la derecha de la CSU no puede haber ning¨²n partido democr¨¢tico leg¨ªtimo¡±.
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