El jazz patri¨®tico del ¡®emperador¡¯ Trump
El magnate celebr¨® un acto para recaudar fondos para veteranos de guerra
El jazz sonaba dentro y fuera. Cuando faltaban m¨¢s de dos horas para el inicio del acto de Donald Trump, decenas de personas hac¨ªan pacientemente una larga cola en el exterior del auditorio de la Universidad Drake de Des Moines (Iowa). Apaciguaba algo la espera y el intenso fr¨ªo (dos grados bajo cero) la m¨²sica de piano y saxof¨®n proveniente de un altavoz. Una vez dentro del peque?o auditorio Sheslow, el jazz tambi¨¦n daba la bienvenida al visitante.
Desde un escenario repleto de banderas estadounidenses, Trump celebr¨® la noche de este jueves un acto para recaudar fondos para veteranos de guerra. Fue la alternativa que ide¨® el magnate, que encabeza las encuestas de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca gracias a su ret¨®rica provocadora, tras anunciar el martes que rechazaba participar en el debate televisivo de los otros candidatos. Trump justific¨® su ausencia en el debate -celebrado a la misma hora y a escasas calles de distancia- por desavenencias con la cadena Fox News, organizadora del evento y referencia period¨ªstica de la derecha estadounidense.
El efecto bals¨¢mico del jazz dur¨® poco. Los gritos de "Trump, Trump, Trump" fueron en aumento antes de que empezara el espect¨¢culo. Tras unas intervenciones previas y el himno nacional para calentar motores, Trump salt¨® al escenario 15 minutos despu¨¦s de que se iniciara el debate de Fox. El ¨¦xtasis se desat¨® entre los varios centenares de personas (muchas de ellas periodistas) presentes en el auditorio, que roz¨® el lleno. Parec¨ªa por momentos la llegada de un emperador. Trump saludaba tranquilo, ondeando la mano de un lado a otro.
No hubo m¨¢s jazz, pero Trump control¨® perfectamente el ritmo del evento. A cuatro d¨ªas de los caucus de Iowa que inaugurar¨¢n el proceso de selecci¨®n de los candidatos de cada partido en las elecciones de noviembre, el magnate inmobiliario se visti¨® de patriota y hombre de principios. Aprovech¨® su pulso con Fox para reafirmar su imagen de persona firme que habla claro y no cede ante lo que considera incorrecto. Y se postul¨® como el candidato que m¨¢s se preocupa por los militares retirados, un colectivo venerado e intocable en este pa¨ªs. Anunci¨® haber recaudado casi seis millones de d¨®lares para veteranos (un mill¨®n donado por ¨¦l mismo).
Blancos de mediana o avanzada edad
Trump movi¨® los hilos como quiso. Logr¨® un p¨²blico entregado que coreaba "USA, USA, USA" hasta la extenuaci¨®n y que reaccion¨® con ira -sinti¨¦ndose atacado- ante los grupos de j¨®venes que interrumpieron dos veces con consignas pacifistas el discurso del candidato. Trump logr¨® tambi¨¦n que un joven soldado retirado, que perdi¨® una pierna, revelara con emoci¨®n los traumas psicol¨®gicos de las guerras de Afganist¨¢n e Irak. Y logr¨® que Rick Santorum y Mike Huckabee -dos candidatos republicanos que participaron en un debate previo para los aspirantes con menos apoyo en las encuestas- acudieran a escucharlo y hablaran durante unos minutos sobre el escenario.
El p¨²blico era mayoritariamente gente blanca y de mediana o avanzada edad. Muchos llevaban gorras con el lema de la campa?a de Trump: ¡®Volver a hacer grande a Am¨¦rica¡¯. Uno de ellos era Robert Thoms, piloto de avi¨®n de 59 a?os. ¡°Parece honesto y tiene el pulso de la clase media¡±, dijo. Thoms desplaz¨®, ¨²nicamente para el acto, a un grupo de seis euf¨®ricos treintea?eros desde Detroit a Des Moines. ¡°Trump devolver¨¢ este pa¨ªs al terreno positivo. El pa¨ªs va totalmente en la mala direcci¨®n¡±, dijo uno de los viajeros, Scott Harvey, fontanero de 30 a?os.
El mensaje de Trump ha calado entre sus simpatizantes. ¡°Vamos a ganar tanto, en el [terreno] militar, en la frontera, en comercio¡ vamos a ganar en todos los niveles¡±, dijo el candidato en sus palabras de despedida. ¡°Ha acabado siendo una noche fenomenal¡±, concluy¨®. A continuaci¨®n, salud¨® durante unos minutos al p¨²blico. Se tom¨® fotograf¨ªas y firm¨® aut¨®grafos hasta que subi¨® de nuevo al escenario y se march¨® repartiendo besos con la mano.
Nada m¨¢s irse el magnate, son¨® con intensidad en los altavoces del auditorio la majestuosa Nessun Dorma del tenor Luciano Pavarotti. Fue la oda final al emperador Trump.
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