Turqu¨ªa ayuda a los refugiados sin abrir la verja
Ankara monta campamentos del lado sirio y solo permite entrar a los heridos
El paso fronterizo de Bab al Salam-?nc¨¹pinar funcionaba este domingo en un solo sentido: de Turqu¨ªa a Siria. Camiones de organizaciones humanitarias, del Gobierno turco y de ACNUR cruzaban hacia Siria desde Kilis. Mientras, el carril de salida permanec¨ªa cerrado, pese a que al otro lado contin¨²an aglomer¨¢ndose miles y miles de personas que huyen del ataque sobre la ciudad de Alepo lanzado conjuntamente por el r¨¦gimen de Bachar el Asad, sus milicias aliadas y la aviaci¨®n rusa.
Desde Turqu¨ªa es posible advertir c¨®mo las lonas blancas de las tiendas de campa?a van extendi¨¦ndose al otro lado de la frontera. ¡°Hay como cinco kil¨®metros a lo largo de los que est¨¢n esparcidos los refugiados¡±, relat¨® un periodista local, reci¨¦n salido de territorio sirio. ¡°Vemos un gran incremento del n¨²mero de bajas civiles porque la intensidad de los bombardeos es muy superior a lo que hab¨ªamos visto hasta ahora¡±, asegur¨® Christine Nyirjesy, portavoz de la ONG Mercy Corps, activa en la provincia de Alepo. ¡°Estimamos que entre 70.000 y 80.000 personas est¨¢n dirigi¨¦ndose hacia Turqu¨ªa, y el n¨²mero podr¨ªa convertirse r¨¢pidamente en cientos de miles¡±.
El Gobierno turco lleva tiendas de campa?a, mantas y alimentos al otro lado de la frontera. Pero no es suficiente. ¡°Estamos alojando hasta ocho familias por tienda. Agradecemos los esfuerzos de Turqu¨ªa, pero el n¨²mero de personas es muy alto y no basta con esto¡±, explic¨® Nazim al Hafiz, a quien este domingo se permiti¨® pasar a territorio turco como portavoz de los desplazados para mantener una reuni¨®n con las autoridades turcas. ¡°Si Dios quiere, Turqu¨ªa abrir¨¢ pronto la puerta¡±, a?ad¨ªa a modo de anhelo.
Pero Turqu¨ªa, que ya acoge a m¨¢s de 2,5 millones de refugiados sirios, pretende por el momento que los desplazados de Alepo permanezcan en Siria. ¡°Turqu¨ªa ha alcanzado el l¨ªmite de su capacidad de absorber refugiados¡±, dijo el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, en una entrevista a la cadena CNN T¨¹rk, aunque concedi¨® que si la situaci¨®n empeora, su Gobierno no tendr¨¢ otra opci¨®n que aceptarlos: ¡°Esta gente no tiene otro lugar adonde ir. O mueren bajo las bombas¡ o les abrimos la puerta¡±.
De momento, el Gobierno turco s¨®lo permite cruzar a ¡°casos excepcionales¡±, es decir, aquellos que requieren de una atenci¨®n m¨¦dica urgente, fundamentalmente heridos, enfermos graves y mujeres de parto. En la tarde del domingo, las ambulancias procedentes del paso fronterizo llegaban al hospital de Kilis a raz¨®n de tres o cuatro cada hora. Las autoridades provinciales s¨®lo reconocen haber ingresado a 15 heridos en el fin de semana, pero un empleado del ¨¢rea de cirug¨ªa asegur¨® a EL PA?S que los m¨¦dicos est¨¢n tratando a decenas y que incluso se han derivado casos a otros hospitales. ¡°Estamos trabajando a pleno rendimiento¡±, explic¨® otro enfermero.
Fuertes bombardeos
Walid, un anciano de unos 70 a?os, huy¨® a principios de semana de la localidad siria de Tal Rifat debido a los intensos bombardeos. Seg¨²n diversas fuentes consultadas en la frontera, la aviaci¨®n rusa est¨¢ utilizando bombas de racimo ¡ªmuy da?inas para la poblaci¨®n civil y prohibidas por las convenciones internacionales¡ª e incluso armas termob¨¢ricas (bombas de vac¨ªo), seg¨²n denunci¨® a este medio un activista de Alepo. A Walid le han permitido cruzar a Turqu¨ªa para acompa?ar a un pariente al hospital de Kilis herido en el ojo a causa de la metralla expelida por la detonaci¨®n de una de estas bombas.
Sin embargo, la mayor parte de personas atendidas en Kilis son combatientes ligados al Frente Levantino, una coalici¨®n de grupos rebeldes ¡ªmuchos de ellos islamistas¡ª que luchan contra el r¨¦gimen en Alepo. Es el caso de Muhammed H¨¹seyin, comandante vinculado a dicho frente. A su lado, su compa?ero Yelal Nasan se lamentaba: ¡°El Asad, con la ayuda de Rusia e Ir¨¢n, y el Estado Isl¨¢mico nos atacan. Y a nosotros, ning¨²n pa¨ªs extranjero nos ayuda a luchar contra El Asad¡±.
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