Condena hist¨®rica en Rumania al director de una c¨¢rcel comunista
Los jueces ratifican la pena de 20 a?os para Visinescu por cr¨ªmenes contra la humanidad
Veintis¨¦is a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del r¨¦gimen comunista, Rumania ha dado este mi¨¦rcoles un paso hist¨®rico al ratificar la condena por cr¨ªmenes contra la humanidad al que fue director de una de las prisiones m¨¢s oscuras de la ¨¦poca. El alto tribunal de Casaci¨®n ha confirmado la pena de 20 a?os de c¨¢rcel para Alexandru Visinescu, que llev¨® con mano de hierro el penal de Ramnicu Sarat. Visinescu, que hoy tiene 90 a?os, fue condenado en julio por la muerte de 12 personas as¨ª como por torturas y ¡°trato inhumano¡± (considerados delitos de lesa humanidad) a varios prisioneros.
Visinescu, que siempre ha defendido su inocencia y argumentado que ¡°obedec¨ªa ¨®rdenes¡± de sus superiores, recurri¨® la condena, que tambi¨¦n le obliga a pagar ¡ªy si no, el Estado, como responsable civil subsidiario¡ª alrededor de 300.000 euros a las familias de algunas de sus v¨ªctimas. La del antiguo carcelero es la primera condena de este tipo en un pa¨ªs que hasta hace apenas unos a?os se ha resistido a revisar los cr¨ªmenes de las m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de dictadura, primero del estalinista Gheorghe Gheorghiu-Dej y despu¨¦s de Nicolae Ceaucescu, ajusticiado en diciembre de 1989.
La pena para el antiguo carcelero, que hoy es un anciano enjuto y hosco que vive en un peque?o apartamento de Bucarest, es sobre todo simb¨®lica: cumplir¨¢ como m¨¢ximo seis a?os de prisi¨®n ¡ªs¨®lo un tercio de los 20 a?os indicados¡ª debido a su edad. El comandante Visinescu dirigi¨® Ramnicu Sarat (al este del pa¨ªs) entre 1956 y 1963, durante parte del r¨¦gimen de Gheorghiu-Dej (1945-1964), los llamados a?os negros. Por aquel penal en el que se somet¨ªa a los prisioneros a un absoluto aislamiento ¡ªtanto, que pas¨® a ser conocido como ¡°la prisi¨®n del silencio¡±¡ª pasaron decenas de detenidos de la ¨¦lite pol¨ªtica e intelectual de Ruman¨ªa.
Algunos de sus antiguos prisioneros y testimonios recogidos por el Instituto para la Investigaci¨®n de los Cr¨ªmenes del Comunismo (IICCMER) han narrado las extremas condiciones en las que viv¨ªan en la c¨¢rcel del silencio. En Ramnicu Sarat, donde no pod¨ªan hablar los unos con los otros, las torturas eran constantes. Muchos internos murieron all¨ª de fr¨ªo, otros por las enfermedades y la falta de alimento, seg¨²n los informes del IICCMER que ha manejado la fiscal¨ªa, que ped¨ªa para Visinescu 25 a?os de c¨¢rcel.
Para Alin Muresan, director del IICCMER, que puso sobre la pista a la fiscal¨ªa sobre el paradero de Visinescu y sus cr¨ªmenes, la condena al antiguo director de la prisi¨®n del silencio es importante. Muresan sostiene que llega tarde, pero que debe ser una de muchas m¨¢s. Los tribunales deben pronunciarse ahora sobre otros dos grandes casos similares, el de Ion Ficior y el de Florian Comos, ambos directores de dos campos de trabajo para prisioneros durante la d¨¦cada de los cincuenta del siglo pasado.
El IICCMER reclama que se abra un verdadero proceso para analizar lo ocurrido durante las dictaduras de Ceaucescu y Gheorghiu-Dej. En los a?os del comunismo, m¨¢s de 600.000 personas ¡ªintelectuales, oficiales, religiosos, opositores pol¨ªticos¡ª pasaron por prisiones o campos de detenci¨®n en Ruman¨ªa, seg¨²n el IICCMER. S¨®lo un peque?o grupo de oficiales de alto rango han sido condenados ¡ªla mayor¨ªa en los a?os noventa¡ª por los cr¨ªmenes y muertes de aquellos a?os. La mayor¨ªa ni siquiera cumpli¨® penas de c¨¢rcel.
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