La ¨²ltima vez que vi a Leopoldo
Leopoldo L¨®pez est¨¢ preso para que Venezuela y el mundo conozcan el r¨¦gimen que sufrimos
Siguen vivos en mi mente y alma aquellos d¨ªas convulsionados de febrero de 2014. Muchos sentimientos y emociones que aun sacuden mi mente.
Uno de esos episodios fue mi encuentro con Leopoldo en su corta clandestinidad. Tuve la responsabilidad (dir¨ªa el privilegio) de ser la ¨²nica persona en visitarlo para conversar sobre la cita que nos ten¨ªa guardado el destino y que a¨²n desconoc¨ªamos. Durante esos d¨ªas la persecuci¨®n de los cuerpos de seguridad del Estado contra Leopoldo, miembros del partido y mi persona se hab¨ªa acentuado. Recuerdo haberle dicho a mi esposa, Vicky, embarazada para el momento, que nos resguard¨¢ramos en un sitio distinto a nuestro hogar. Desde esa fecha no hemos podido regresar a casa.
Ese d¨ªa, 15 de febrero, recuerdo haber llegado a una casa de manera oculta. De all¨ª pas¨¦ a la parte trasera de otro carro. Llegamos al estacionamiento de un centro comercial para cambiarme a otro veh¨ªculo y as¨ª cuidar todos los detalles de seguridad. No era una pel¨ªcula. Nos persegu¨ªan de verdad y dispuestos a todo contra nosotros. Luego de ese largo recorrido, finalmente puede llegar al sitio donde se encontraba Leopoldo.
Nos dimos un abrazo de hermanos. Leopoldo estaba sereno. Tranquilo consigo mismo ya que no hab¨ªa cometido ning¨²n delito de los que pretend¨ªan imputarle. Pero al propio tiempo, Leopoldo estaba claro del papel que le tocaba jugar frente al pa¨ªs. Sab¨ªa claramente que est¨¢bamos, quiz¨¢s, en el episodio m¨¢s dif¨ªcil de nuestras vidas pol¨ªticas hasta el momento.
Conversamos largo rato y luego lleg¨® el momento m¨¢s dif¨ªcil cuando le dije: ¡°Leo, nos toca repasar los escenarios que ya hab¨ªamos evaluados¡±. Debo confesar que no hay nada m¨¢s dif¨ªcil que tomar una decisi¨®n, ya no sobre escenarios posibles sino sobre un evento cierto que te afecta directamente, y en ese caso la libertad personal.
El primer escenario tenia que ver con dejar el pa¨ªs. En ese momento Leopoldo fue muy claro y tajante conmigo: ¡°Carlos, ese no. Olv¨ªdalo. Dale al siguiente¡±. El segundo escenario era mantenerse en la clandestinidad. Discutimos un rato y llegamos a la conclusi¨®n que era un riesgo para su vida, ya que pod¨ªa ser asesinado puesto que el gobierno pondr¨ªa todo su esfuerzo para encontrarlo. Y si no asesinarlo, al menos capturarlo y ¡°sembrarle¡± objetos para pretender atribu¨ªrselos y as¨ª desprestigiar su lucha.
Finalmente, llegamos al ¨²ltimo escenario: su presentaci¨®n a la justicia injusta. En ese momento, Leopoldo con mucha firmeza me dijo: ¡°Carlos, somos millones en esta lucha por una mejor Venezuela. No puedo dejarlos. Si esto es lo que me toc¨®, tengo la obligaci¨®n moral de asumirlo por el despertar de nuestro pueblo. Que Venezuela y el mundo terminen de conocer el r¨¦gimen que venimos sufriendo¡±.
Ese mismo d¨ªa le comuniqu¨¦ los detalles que hab¨ªamos planificado para su presentaci¨®n el 18 de febrero. All¨ª conversamos sobre grabar el video que posteriormente saldr¨ªa por redes sociales, y a trav¨¦s del cual convocamos a la manifestaci¨®n de ese d¨ªa, una fecha que para ese momento no sab¨ªamos que cambiar¨ªa nuestras vidas para siempre.
Me desped¨ª de Leopoldo nuevamente con fuerte abrazo de hermano. Estaba tranquilo con la decisi¨®n que hab¨ªamos tomado, pero sin duda ya comenzaba a reflejar su rostro el camino que ven¨ªa. Me pidi¨® que hablara con su familia, que les explicara lo que ¨ªbamos hacer. Siempre los ten¨ªa en su mente. Quer¨ªa darles tranquilidad y buscaba en ellos el apoyo que siempre le han brindado ya que eso lo llenaba de paz. Esa fue la ¨²ltima vez que vi a Leopoldo.
Al salir el video por redes sociales convocando para el 18 de febrero a una gran manifestaci¨®n, el gobierno desat¨® toda una persecuci¨®n contra todos nosotros, que con las horas se hacia mas ruda y fuerte. Recuerdo que el 17 de febrero tuvimos que resistir en la sede del partido tres ataques violentos de grupos armados de cuerpos de seguridad del Estado, quienes trataron de capturarme con un despliegue militar y policial sin precedentes.
El 17 de febrero me vi obligado a esconderme para evitar que me capturaran. Permanec¨ª poco m¨¢s de tres meses en la clandestinidad en Venezuela mientras ejecut¨¢bamos las acciones. Recib¨ª todo tipo de amenazas no solo contra mi persona sino contra mi familia. Luego de una larga discusi¨®n con mi partido, decidimos que me tocaba jugar un rol internacional para denunciar lo que estaba pasando en Venezuela. Que no hac¨ªamos nada los dos presos. Que mi rol era m¨¢s ¨²til en el exterior. Que cada uno ten¨ªa un rol. Leopoldo uno, y yo otro. Nada f¨¢cil la decisi¨®n de dejar a mi pa¨ªs. S¨®lo puedo decir que si Leopoldo est¨¢ preso f¨ªsicamente, en mi caso, estar en el exilio es estar preso del alma.
La pr¨®xima vez que vea a Leopoldo estaremos libres nuevamente. No solo nosotros, sino todo nuestro pueblo. Nacimos para vivir y morir libres en nuestra tierra.
Carlos Vecchio es abogado, coordinador pol¨ªtico nacional de Voluntad Popular. Twitter @carlosvecchio
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.