La violencia contra los refugiados arraiga en el Estado de Sajonia
Este Estado oriental es el que m¨¢s agresiones a refugiados acumula en Alemania
¡°?Est¨¢is contentos? Refugio destruido y la reputaci¨®n de Bautzen destruida¡±. Junto al cartel-denuncia contra los violentos, un par de ramos de flores y unas velas se mojan bajo la nieve. Detr¨¢s, el hotel que estaba siendo rehabilitado para alojar a 300 refugiados aparece como un mamotreto inservible. Las llamas que destrozaron el tejado han obligado a las autoridades de esta ciudad alemana a buscar otra instalaci¨®n para los nuevos vecinos. En la noche del s¨¢bado, un reducido grupo de borrachos aplaudi¨® a los autores del incendio y entorpeci¨® el trabajo de los bomberos. A un centenar de kil¨®metros de aqu¨ª, unos alborotadores hab¨ªan aterrorizado unos d¨ªas antes a mujeres y ni?os que hu¨ªan de la guerra y la miseria. Estamos en Sajonia, el Estado alem¨¢n campe¨®n de la xenofobia.
En la capital de los sorbios
El biling¨¹ismo est¨¢ presente en todos los carteles de Bautzen. Esta ciudad es la capital de los sorbios, una de las cuatro minor¨ªas reconocidas en Alemania. Los integrantes de este pueblo eslavo -que cuenta con unas 60.000 personas en Alemania y un idioma parecido al checo- estudian aqu¨ª su lengua en escuelas biling¨¹es.
El debate migratorio ha llegado tambi¨¦n a los sorbios, que han sufrido episodios de violencia ultra. Alg¨²n representante de este grupo, mayoritariamente cat¨®lico, abog¨® por acoger refugiados, pero preferiblemente no musulmanes.
?Por qu¨¦ esta regi¨®n oriental, probablemente la que m¨¢s se ha beneficiado de la reunificaci¨®n alemana y cuya proporci¨®n de extranjeros, del 2,2%, es sensiblemente inferior a la del resto del pa¨ªs, copa todos los rankings de ataques contra refugiados, con m¨¢s de 1.500 desde 2015? Soci¨®logos, pol¨ªticos y analistas tratan de responder a esta pregunta en los ¨²ltimos d¨ªas. Hay explicaciones para todos los gustos, desde el pasado comunista en la RDA hasta el trauma por el bombardeo aliado de Dresde en 1945. Algunas, como reconoce Alexander Ahrens, el alcalde de Bautzen, ¡°bastante absurdas¡±.
Este pol¨ªtico apartidista que acaba de llegar a la alcald¨ªa dice que en sus conversaciones con los vecinos nota una cierta decepci¨®n con la democracia, que no ha colmado las expectativas de muchos. ¡°Recuerdan la dictadura y dicen tener ahora una sensaci¨®n parecida, con pol¨ªticos que toman decisiones en Berl¨ªn de espaldas al pueblo. Como si a¨²n estuviera Honecker¡±, dice en referencia al hombre fuerte de la RDA durante dos d¨¦cadas.
Pero la diferencia sajona no se explica solo por la historia. La llegada masiva de refugiados a este Estado que gobierna la CDU desde la reunificaci¨®n ha dado alas a los intolerantes. ¡°Muchos alemanes del este tienen sentimientos muy parecidos a los de h¨²ngaros, checos y polacos que rechazan la inmigraci¨®n y la modernidad occidental. Reaccionan a¨²n m¨¢s indignados porque ven que Alemania es el ¨²nico pa¨ªs de la EU que ha abierto los brazos a los solicitantes de asilo¡±, a?ade Werner Patzelt, profesor de la Universidad T¨¦cnica de Dresde, que responsabiliza de este estado de ¨¢nimo a la canciller Angela Merkel.
Los problemas con los extranjeros no son una novedad en la regi¨®n. A media hora de coche de Bautzen est¨¢ Hoyerswerda, la localidad que en septiembre de 1991, durante la anterior crisis migratoria, ofreci¨® la cara m¨¢s fea de Alemania. Un grupo de neonazis dej¨® una treintena de heridos en un ataque con piedras y c¨®cteles molotov a un centro de refugiados. Entonces, los agresores se enorgulleceron al declarar Hoyerswerda "la primera ciudad de Alemania libre de extranjeros".
Hace tiempo que Sajonia llena titulares de medios internacionales. En Dresde, la capital del Estado, naci¨® el movimiento islam¨®fobo de Pegida, cuya l¨ªder defini¨® el pasado lunes a los que aterrorizaron a los refugiados como ¡°ciudadanos valientes¡±. De aqu¨ª es tambi¨¦n Frauke Petry, la l¨ªder del partido populista de derechas Alternativa para Alemania, con unas excelentes perspectivas electorales para las elecciones regionales del pr¨®ximo mes, especialmente en el Estado vecino de Sajonia-Anhalt.
¡°No somos racistas¡±
Muchos vecinos de Bautzen protestan ante la imagen que se est¨¢ dando de esta ciudad cercana a la doble frontera polaco-checa. Es el caso de Christian Haase, un jubilado que encabeza una asociaci¨®n que combina una visi¨®n cr¨ªtica con la llegada de m¨¢s refugiados con iniciativas para asegurar la convivencia. ¡°Este es un lugar abierto. No somos racistas¡±, dice Haase, que se define como el t¨ªpico votante democristiano que se ha distanciado del partido por culpa de la pol¨ªtica de Merkel.
El alcalde Ahrens acusa a los autores del incendio del fin de semana de tratar de acabar con el buen clima que reina en esta ciudad, que con 40.000 habitantes acoge a casi 1.000 refugiados. Una visi¨®n m¨¢s cr¨ªtica tiene Manja Gruhn, una trabajadora social que hace dos a?os cre¨® un grupo de apoyo a los solicitantes de asilo. ¡°Es cierto que hasta ahora no hab¨ªamos sufrido ning¨²n ataque extremista. Pero s¨ª hay un ambiente de peque?as muestras de racismo diario que hace sentir a algunos extranjeros que no son bienvenidos¡±, concluye.
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