Agresiones contra la oposici¨®n de Nicaragua por exigir transparencia

Gabriela Garc¨ªa y Carlos Bonilla, un matrimonio de activistas pol¨ªticos opositores al gobierno del presidente Daniel Ortega en Nicaragua, fueron salvajemente atacados la ma?ana del viernes en Managua cuando se dispon¨ªan a participar en una protesta ante la sede del Tribunal Electoral, para exigir transparencia en las elecciones presidenciales previstas para noviembre pr¨®ximo.

La pareja presentar¨ªa una encuesta realizada entre m¨¢s de nueve mil ciudadanos por la organizaci¨®n a la que pertenecen, el Movimiento Democr¨¢tico Nicarag¨¹ense, en la que¡ªseg¨²n los resultados presentados a la prensa¡ªlos entrevistados repudian el sistema electoral, exigen observaci¨®n internacional en las elecciones y demandan un cambio en los jueces del tribunal, todos controlados por el presidente Ortega.

Garc¨ªa relat¨® que el ataque se produjo cuando sal¨ªan de su casa. Cinco hombres armados de cuchillos y tubos los atacaron, hiriendo en el pecho a su esposo, Bonilla, y en la cabeza a ella. El hombre fue ingresado en un hospital de Managua para ser intervenido quir¨²rgicamente. Garc¨ªa culpa directamente al gobierno de Ortega por el ataque. ¡°Fue un mensaje intimidatorio para que no volvamos a manifestarnos¡±, dijo.

El hecho produjo una ola de repudio en el pa¨ªs. La embajadora de Estados Unidos en Managua, Laura Dogu, dijo en su cuenta de Twitter ¡°condenamos en¨¦rgicamente ataque a activistas¡± y pidi¨® que la Polic¨ªa investigue el hecho. En esa misma red social reaccion¨® el n¨²mero dos de la iglesia cat¨®lica nicarag¨¹ense, Silvio B¨¢ez, obispo auxiliar de Managua: ¡°lamento y condeno la agresi¨®n contra Carlos Bonilla y su esposa Gabriela Garc¨ªa. ?No puede ser este el precio de la democracia!¡±

Desde el a?o pasado partidos pol¨ªticos y grupos opositores exigen transparencia electoral en Nicaragua. Cada mi¨¦rcoles simpatizantes del Partido Liberal Independiente (PLI) y del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) convocan a marchas en Managua para reclamar un cambio en el Tribunal Electoral, que controla el Frente Sandinista, el partido de Ortega, en el poder. Algunas de esas protestas han sido reventadas por huestes de Ortega, que incluso han herido a diputados opositores. En una de ellas un armado dispar¨® a mansalva a los opositores, frente a oficiales de la Polic¨ªa Nacional que no reaccionaron ante el ataque. La oposici¨®n de Nicaragua acusa a la Polic¨ªa de obedecer directamente a las ¨®rdenes del presidente Ortega.

Desde que el ex guerrillero sandinista lleg¨® al poder se han denunciado en Nicaragua fraudes electorales para favorecerlo a ¨¦l y a su partido pol¨ªtico. En las elecciones de 2011, en las que Ortega result¨® reelecto, el jefe de la misi¨®n de observaci¨®n electoral de la Uni¨®n Europea, el espa?ol Luis Y¨¢?ez, dijo que el proceso electoral estuvo empa?ado por ¡°serias limitaciones a la transparencia¡± y denunci¨® lo que llam¨® ¡°trampas y zancadillas¡± impuestas por el Consejo Supremo Electoral.

La semana pasada el Parlamento de Nicaragua, tambi¨¦n controlado por Ortega, eligi¨® a dos nuevos jueces electorales, ambos propuestos por el Presidente y leales a ¨¦l. La oposici¨®n hab¨ªa presentado seis postulantes¡ªla mayor¨ªa provenientes de la sociedad civil, la academia y el sector privado¡ª, pero todos fueron rechazados por el oficialismo, lo que, a juicio de analistas pol¨ªticos en Managua, signific¨® una oportunidad perdida para dar un nivel b¨¢sico de transparencia al sistema electoral.

A inicios de febrero un grupo de opositores hicieron p¨²blica una carta enviada al secretario general de la OEA, Luis Almagro, en la que ped¨ªan acompa?amiento electoral para los comicios presidenciales de noviembre. Los opositores recibieron respuesta de Gerardo de Icaza, director del Departamento para la Cooperaci¨®n y Observaci¨®n Electoral la organizaci¨®n, quien, ¡°por instrucciones¡± de Almagro, les respondi¨® que ¡°ha tomado nota de la situaci¨®n electoral¡± en Nicaragua y dijo que les ¡°reitera su compromiso de fortalecer los procesos democr¨¢ticos en el Hemisferio¡±. Las organizaciones opositoras interpretaron la respuesta como toda una declaraci¨®n de intenciones de la OEA.