Atrapados en el puerto de El Pireo
Cinco mil migrantes quedan bloqueados a las puertas de Atenas por el cierre de las fronteras balc¨¢nicas
Grecia va camino de convertirse en una ratonera para los 24.000 refugiados atrapados en su territorio a causa del cierre de las fronteras balc¨¢nicas; los c¨¢lculos menos optimistas elevan a 70.000 el volumen de transe¨²ntes que se ver¨¢n varados a su pesar en los pr¨®ximos d¨ªas. La situaci¨®n desborda la mermada capacidad del Estado griego, que ha solicitado 468 millones de euros de ayuda urgente a Bruselas para habilitar hasta 100.000 plazas para los extranjeros. Sacando fuerzas de flaqueza, las autoridades levantan contrarreloj campamentos y albergues de tr¨¢nsito para los extranjeros (cuatro m¨¢s en la pr¨®xima semana), a la espera de que estos puedan continuar viaje hacia el centro de Europa. Un trayecto limitado, y con estricto conteo, a los refugiados sirios e iraqu¨ªes; para el resto, incluidos los afganos, la frontera seguir¨¢ cerrada a cal y canto. Mientras tanto, los ferris siguen llegando desde las islas, con las tripas cargadas de seres desventurados.
Decenas de voluntarios y particulares se ocupaban este martes de los 5.000 refugiados, la mayor¨ªa sirios e iraqu¨ªes, atrapados en el puerto de El Pireo. ¡°A los afganos se los llevan a Ellinik¨® [antiguo aeropuerto de la capital griega]; all¨ª las condiciones son mucho peores que aqu¨ª¡±, cuenta Yorgos, voluntario de un instituto de El Pireo. Ellinik¨® es uno de los tres campamentos de Atenas, y est¨¢ tan atestado como el resto; las peleas entre los refugiados de primera (sirios e iraqu¨ªes) y aquellos otros privados de cualquier documento de viaje son una realidad latente. ¡°?Sabe si el tren nocturno a Sal¨®nica es seguro? Nos han dicho que los afganos nos roban y matan para quedarse con nuestros papeles¡±, interpela muy convencida Nasima Mohamed, una abogada iraqu¨ª reci¨¦n licenciada que viaja con su hermano gemelo al encuentro de sus padres en Alemania. ¡°Llevamos aqu¨ª [en el puerto] seis d¨ªas pero no queremos arriesgarnos si no hay seguridad suficiente¡±, confiesa. Los hermanos viajan con otras dos familias, una musulmana, como ellos, y otra cristiana, que forman una madre y sus dos hijos. Por doquier asombra el abultado n¨²mero de mujeres que viajan solas con su prole. Y los beb¨¦s que ajenos al tumulto dormitan entre mantas y maletas.
En cuatro edificios habilitados deprisa y corriendo en las instalaciones del puerto, poco m¨¢s que un techo bajo el que dormir al pairo del relente y unas pocas raciones de comida ¡ª¡°suficientes¡±, concede Nasima¡ª, los refugiados son una interrogaci¨®n continua, una inc¨®gnita: ¡°?Cu¨¢ndo nos dejar¨¢n seguir viaje?¡±, preguntan con insistencia. Mais¨¢, una damascena de 35 a?os, viaja sola con sus cinco hijos para reunirse con su esposo, que lleva seis meses en Alemania. La mujer emprendi¨® ¡°la huida de Bachar [el Asad]¡± en compa?¨ªa de otras tres familias de su barrio, en el centro de la capital siria. ¡°Nos han dicho que esta noche a las diez hay un tren a Sal¨®nica y ma?ana un autob¨²s a Idomeni¡±, el paso fronterizo entre Grecia y la Antigua Rep¨²blica Yugoslava de Macedonia (FYROM, en sus siglas inglesas), cerrado la mayor parte del tiempo tras el acuerdo de los pa¨ªses balc¨¢nicos (FYROM, Serbia, Eslovenia y Croacia) de limitar el paso a un m¨¢ximo de 580 refugiados al d¨ªa (el promedio real no supera los 300). El grupo damasceno, ocho ni?os en total, siete adultos, lleva cinco d¨ªas con sus noches en el edificio de la bocana del puerto, a cuyo alrededor se despliega una populosa ciudad de pl¨¢stico: peque?as tiendas de campa?a, ropa tendida en cables, un puesto ambulante de frutas bajo focos de ne¨®n. Y miles de maletas, y cientos de bultos huidizos entre las sombras, o alguna silla de ruedas. ¡°Macedonia nos tiene que dejar pasar¡±, suplica Mais¨¢.
Todos ellos, menores incluidos, han pagado ya los 25 euros del billete hasta Sal¨®nica ¡ªnada que ver con los 4.000 euros que llegan a pedir las mafias estos d¨ªas por llevarlos hasta FYROM¡ª, y no se quejan de su estancia en el albergue del puerto m¨¢s que por el hartazgo de la espera y el ansia de seguir adelante. ¡°La ¨²nica pega es que no hay agua caliente¡±, cuenta Nur, de 25 a?os, acompa?ada de su esposo y su hija. ¡°Pero hay medicinas, leche para los ni?os e incluso alg¨²n juguete¡±.
Los afganos, refugiados repentinamente devenidos en parias ¡ªhasta el pasado 20 de febrero pod¨ªan cruzar los Balcanes¡ª, acampan en el centro de la ciudad, en una plaza sin servicios ni cobijo, donde por un botell¨ªn de agua (precio habitual, 50 c¨¦ntimos) a ellos les cobran dos euros; o cinco, por usar los servicios de alg¨²n establecimiento p¨²blico. No es una leyenda urbana, ni una infundada vox populi. Lo denunci¨® en su d¨ªa, hace unas cuantas semanas, el propio ministro de Defensa, Panos Kamenos (el Ej¨¦rcito ha asumido la coordinaci¨®n de la respuesta a la crisis). Antes a¨²n pod¨ªan aguardar en Idomeni, ahora su estaci¨®n t¨¦rmino es Atenas. Ajenos a todos ellos, los pa¨ªses balc¨¢nicos coordinan su pol¨ªtica migratoria ¡ªel Gobierno de Skopje con el de Belgrado, por ejemplo¡ª para ralentizar el flujo migratorio. Grecia se queda fuera como ratonera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Crisis refugiados Europa
- Crisis migratoria
- Grecia
- Crisis humanitaria
- Refugiados
- Problemas demogr¨¢ficos
- Inmigraci¨®n irregular
- Pol¨ªtica migratoria
- V¨ªctimas guerra
- Cat¨¢strofes
- Fronteras
- Balcanes
- Migraci¨®n
- Pol¨ªtica exterior
- Desastres
- Europa sur
- Sucesos
- Uni¨®n Europea
- Demograf¨ªa
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Sociedad