Stiuso, el esp¨ªa clave, ve a la presidenta Kirchner tras la muerte de Nisman

El caso Nisman ha dado un vuelco radical con el cambio de Gobierno en Argentina. El asunto, que conmovi¨® a los argentinos y logr¨® una enorme relevancia internacional, ha dado un vuelco radical y lo que parec¨ªa un suicidio apunta hacia un asesinato con una descarnada batalla de poder en el que est¨¢ todos los elementos para un gui¨®n de ficci¨®n, con la diferencia de que este es un caso real. Los servicios secretos argentinos, los de EEUU, los de Ir¨¢n y el m¨¢ximo poder argentino se convierten en actores principales en el relato de m¨¢s de 14 horas que hizo Antonio Stiuso, alias Jaime, delante de los tribunales ante un grupo de abogados, la juez y la fiscal. Entre las muchas y grav¨ªsimas revelaciones de Stiuso hay una muy impactante: el que fuera hombre fuerte del espionaje argentino durante casi 30 a?os hasta que cay¨® en desgracia precisamente un mes antes de la muerte de Nisman, implic¨® en el asesinato del fiscal a la expresidenta, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, su mano derecha, Carlos Zannini, y al exjefe de Gabinete, An¨ªbal Fern¨¢ndez. "Stiuso dijo que los interesados en la muerte de Nisman eran la doctora [Cristina] Fern¨¢ndez de Kirchner, Carlos Zannini y An¨ªbal Fern¨¢ndez", asegur¨® en la cadena TN Federico Casal, uno de los abogados de las hijas de Nisman.

Stiuso es uno de los hombres con m¨¢s informaci¨®n de Argentina y a la vez uno de los m¨¢s oscuros, investigado por enriquecimiento ilegal, con diversas empresas de procedencia no aclarada, y contactos estrechos con los servicios secretos de EEUU. Tanto que fue all¨ª donde se ocult¨® desde la muerte de Nisman, ante la ofensiva que lanz¨® contra ¨¦l el Gobierno de Fern¨¢ndez de Kirchner, que incluso acus¨® a EEUU de ocultar a este esp¨ªa. Nadie se f¨ªa por tanto de lo que pueda decir este hombre, aunque todos los argentinos tienen claro que sabe muchas cosas. Durante a?os Stiuso esp¨ªo para todos los gobiernos a pol¨ªticos, empresarios y periodistas con escuchas ilegales que eran su especialidad. Su poder era tan grande que cuando Gustavo B¨¦liz, primer ministro de Justicia de Kirchner, trat¨® de frenarlo mostrando en televisi¨®n su fotograf¨ªa como un pulso para que el presidente eligiera entre su ministro y su jefe de esp¨ªas, Kirchner no dud¨®: B¨¦liz dej¨® inmediatamente el Gobierno.

El panorama que dibuja Stiuso de su pa¨ªs es especialmente inquietante, con asesinatos entre grupos rivales de los servicios secretos. Antes la juez y los abogados de la defensa y la querella, el esp¨ªa asegur¨®, siempre seg¨²n la versi¨®n de este abogado, que todos sus problemas con la expresidenta empezaron cuando ¨¦l no obedeci¨® las ¨®rdenes de abandonar la pista iran¨ª en la investigaci¨®n de la AMIA. Entonces Fern¨¢ndez de Kirchner hab¨ªa dado un giro a su pol¨ªtica exterior y se hab¨ªa acercado a Ir¨¢n. Stiuso asegura que ¨¦l y Nisman siguieron en la misma l¨ªnea sin obedecer las ¨®rdenes pol¨ªticas. Entonces, seg¨²n el esp¨ªa, se produjo un reguero de muertes y atentados te¨®ricamente organizados por los propios esp¨ªas argentinos en una guerra interna contra su facci¨®n.

Primero se produjo el asesinato del agente de la SIDE Pedro Viale, "El Lauch¨®n", compa?ero de Stiuso. Despu¨¦s desapareci¨® Alfonso Severo, testigo en el crimen de Mariano Ferreyra. M¨¢s tarde lleg¨® el atentado que sufri¨® Javier Fern¨¢ndez, miembro de Auditor¨ªa General de la Naci¨®n y el hombre clave de los Kirchner en el mundo de la justicia. Y por ¨²ltimo, seg¨²n este relato, habr¨ªa llegado la muerte de Nisman.

"Stiuso es un psiopata mentiroso, todo esto es una operaci¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica. ?Alguno puede creer que la muerte de Nisman benefici¨® al anterior Gobierno?" contest¨® indignado Oscar Parrilli, el ¨²ltimo jefe del espionaje que tuvo Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner y hombre de su absoluta confianza.

Stiuso admiti¨® que no tiene pruebas ni un testigo del asesinato del fiscal, pero con toda la informaci¨®n y el contexto del que dispone est¨¢ seguro de que lo mataron e insiste en que los m¨¢s interesados en su muerte era el entorno de la presidenta. El caso entra pues en una nueva fase, casi con seguridad pasar¨¢ a la justicia federal y ahora tiene adem¨¢s el aliento del Gobierno de Mauricio Macri. Las novedades no tardar¨¢n.