Un caso sobre el aborto divide al Tribunal Supremo de Estados Unidos
Los jueces estudian si una ley de Texas limita el derecho al aborto

Una demanda sobre el derecho al aborto lleg¨® este mi¨¦rcoles al Tribunal Supremo de Estados Unidos por primera vez en casi una d¨¦cada. La Corte, marcada a¨²n por el fallecimiento del juez conservador Antonin Scalia, revisa este curso una ley de Texas que impone nuevas restricciones a las cl¨ªnicas y doctores que practican abortos y que amenaza con cerrar el 75% de los centros en el Estado, seg¨²n los demandantes. Los jueces deber¨¢n determinar si las nuevas restricciones limitan el acceso al aborto.
El caso pendiente ante el Tribunal puede modificar por primera vez en varias d¨¦cadas la ley que protege el derecho al aborto de las estadounidenses y est¨¢ considerado como uno de los m¨¢s importantes del a?o, como reflejaba esta ma?ana una multitud de centenares de personas que se manifestaron ante el Supremo. La sentencia judicial puede resultar en un empate a cuatro entre ocho jueces por la ausencia de Scalia, cuyo asiento permanec¨ªa cubierto este mi¨¦rcoles por un velo negro. El dictamen se conocer¨¢ adem¨¢s esta primavera y su impacto puede tener eco en la campa?a electoral por la presidencia.
Los ocho jueces deber¨¢n determinar si la legislaci¨®n aprobada por Texas en 2013 crea una ¡°carga indebida¡± sobre las mujeres que quieren abortar, con el ¨²nico objetivo de imponerles obst¨¢culos para ejercer uno de sus derechos constitucionales. El Gobierno de Texas alega que la ley solo busca mejorar calidad de la atenci¨®n m¨¦dica, aumentando la seguridad de las mujeres que quieren abortar. Los detractores de la ley argumentan por el contrario que ya ha provocado el cierre de 22 de las 41 cl¨ªnicas existentes en Texas y que ese n¨²mero puede reducirse hasta apenas nueve.
La audiencia, de cerca de 90 minutos, mostr¨® a los jueces divididos en dos grupos. Los conservadores, incluido el presidente del Tribunal, John Roberts, se mostraron esc¨¦pticos ante la acusaci¨®n de los demandantes, que alegan que la ley en cuesti¨®n es la responsable directa del cierre de cl¨ªnicas en Texas. Tanto Roberts como Anthony Kennedy, que podr¨ªa decantar la sentencia a uno u otro lado, reclamaron en repetidas ocasiones por qu¨¦ no hab¨ªa pruebas directas en la documentaci¨®n que respalden estos argumentos.

La posici¨®n contraria la pusieron de manifiesto los jueces m¨¢s progresistas, liderados por Sonia Sotomayor, Ruth Ginsburg y Elena Kagan. Las tres mujeres de la Corte disputaron a Scott Keller, abogado defensor de Texas, qu¨¦ inter¨¦s tiene el Estado en aumentar la seguridad de los procedimientos m¨¦dicos para abortar cuando su riesgo es tan reducido. ¡°?Cu¨¢l es el problema que est¨¢n intentando resolver ustedes?¡±, pregunt¨® Ginsburg. ¡°?Cu¨¢l es el beneficio de exigir que una mujer se tome dos pastillas en un centro quir¨²rgico cuando no hay ninguna operaci¨®n de por medio?¡±.
¡°El Estado de Texas decidi¨® actuar porque encontr¨® que el aborto todav¨ªa puede ser a¨²n m¨¢s seguro?¡±, respondi¨® Keller. El gobierno estatal defiende desde 2013 que su intenci¨®n es proteger la salud de las mujeres que abortan, a trav¨¦s de leyes como ¨¦sta para aumentar la seguridad en los centros m¨¦dicos. Pero Texas se top¨® este mi¨¦rcoles con duras cuestiones planteadas por el juez Stephen Breyer, del ala m¨¢s liberal de la Corte. Breyer argument¨® que el cierre de cl¨ªnicas no s¨®lo limita la posibilidad de acceder a un aborto, sino que tambi¨¦n la retrasa, por lo que m¨¢s mujeres pueden verse empujadas a provocar ellas mimas la interrupci¨®n de su embarazo. ¡°Sabemos que esto dispara la mortalidad¡±, asegur¨® el juez, ¡°as¨ª que su su objetivo es realmente aumentar la seguridad, ?es esta ley la verdadera soluci¨®n?¡±.
Sotomayor tambi¨¦n puso en duda qu¨¦ sentido tiene que Texas limite el n¨²mero de licencias otorgadas a m¨¦dicos para que puedan practicar abortos, como ha ocurrido en la localidad de McAllen, o que hayan decidido aumentar las garant¨ªas de seguridad que no exigen en dentistas ni cl¨ªnicas de cirug¨ªa est¨¦tica, donde los riesgos pueden ser mayores. La juez Kagan afirm¨® que las liposucciones conllevan m¨¢s riesgos. El juez Breyer aport¨® que las colonoscopias son 28 veces m¨¢s arriesgadas que un aborto y pregunt¨® ¡°cu¨¢l es el beneficio real de esta ley¡±.
Ginsburg compar¨® las restricciones impuestas por Texas con una limitaci¨®n del derecho de la mujer a decidir si interrumpe su embarazo como la que supon¨ªa hasta los a?os 90 que una mujer debiera contar con la autorizaci¨®n de su esposo para abortar. ¡°?Por qu¨¦ har¨ªa Texas algo as¨ª?¡±, a?adi¨® Kagan. Frente a los ocho jueces, el abogado Keller insisti¨® en que el objetivo era prevenir complicaciones, pero se vio acorralado sin poder justificar con cifras ni casos concretos cu¨¢ntas mujeres las han evitado gracias a la nueva legislaci¨®n.
La sentencia de esta demanda no se conocer¨¢ hasta bien avanzada la primavera, incluso en el mes de junio. En el caso de un empate a cuatro votos, prevalecer¨¢ el dictamen elaborado por la Corte de Apelaciones de rango directamente inferior al Supremo, y la ¨²ltima en estudiarlo. Aquel tribunal dio la raz¨®n al Estado de Texas, por lo que la ley seguir¨ªa en vigor, pero la sentencia no afectar¨ªa a todo el pa¨ªs, por lo que otros Estados podr¨ªan aprobar normativas similares a falta de una limitaci¨®n a nivel federal.
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