El fin de la ilusi¨®n de la Venezuela bolivariana: tres a?os de la muerte de Ch¨¢vez
Tres a?os despu¨¦s de la muerte de Hugo Ch¨¢vez los indicadores de la naci¨®n sudamericana caen en picada sin que se avizore el fondo
La historia es conocida. Despu¨¦s del golpe de Estado de 2002, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, reuni¨® a sus m¨¢s cercanos colaboradores y les pidi¨® trabajar con determinaci¨®n para que nunca m¨¢s lo tomara por sorpresa una situaci¨®n como la vivida. A pesar del inmenso carisma que ten¨ªa, Ch¨¢vez no concentraba todo el poder, ni pod¨ªa disponer a su antojo del dinero proveniente de las exportaciones petroleras, que hoy aportan el 96% de las divisas que ingresan al fisco. El comandante presidente hab¨ªa vivido quiz¨¢ las 72 horas m¨¢s rocambolescas de su vida. Un grupo de militares hab¨ªa desconocido su autoridad hasta que otra facci¨®n, con mayor poder de fuego, lo restituy¨® en su cargo al rechazar al empresario Pedro Carmona Estanga como presidente de facto. Fue un golpe de suerte.
Desde entonces parec¨ªa clara la intenci¨®n del caudillo bolivariano, quien cumple hoy tres a?os de fallecido, de liquidar todo obst¨¢culo que se antepusiera en su objetivo de permanecer indefinidamente en el cargo. A finales de aquel a?o, despu¨¦s de sobrevivir al paro de la industria petrolera, ech¨® a 20 mil trabajadores involucrados en la conspiraci¨®n para luego tomar el control con sus incondicionales, prohibi¨® la libre venta de divisas y le asign¨® a una oficina reci¨¦n creada -Comisi¨®n de Administraci¨®n de Divisas (Cadivi)- la potestad de administrarlas. Poco a poco limit¨® el poder econ¨®mico de sus adversarios y concentr¨® en el Estado casi toda la actividad productiva. Al mismo tiempo, liquid¨® a sus adversarios pol¨ªticos tomando ventaja de los errores estrat¨¦gicos de ¨¦stos y aprovech¨® el incremento de la demanda de energ¨ªa para iniciar una agresiva pol¨ªtica exterior a partir de los altos precios del petr¨®leo.
Poco a poco limit¨® el poder econ¨®mico de sus adversarios y concentr¨® en el Estado casi toda la actividad productiva.
Que consiguiera casi todo lo que se propuso fue posible, m¨¢s que a su indudable carisma y liderazgo, al valor al alza del crudo venezolano. El promedio de las cotizaciones anuales publicadas por el Banco Central de Venezuela muestra que entre 2002 y 2012 la cesta local promedi¨® unos 60.56 d¨®lares por barril. Con esos ingresos, manejados sin control alguno, el gobierno inici¨® exitosos programas sociales -viviendas gratuitas, entre ellas- asign¨® divisas a empresas de malet¨ªn o a compa?¨ªas que sobrefacturaron sus requerimientos sin mayor rigor o subsidi¨® los viajes al exterior de la clase media. Fue un fest¨ªn inolvidable. La vocaci¨®n importadora de la econom¨ªa venezolana se ratifica en estas cifras: si en 2003, el a?o del establecimiento del control cambiario, el sector p¨²blico import¨® en bienes 2.600 millones de d¨®lares mientras que el sector privado 8.010 millones, en 2012 las cifras siguieron su imparable ascenso: el sector p¨²blico import¨® 23.172 millones de d¨®lares y los privados 36.167 millones de la moneda estadounidense
Los altos precios del petr¨®leo disimularon tambi¨¦n la baja productividad del sector privado, que, acosado por un r¨¦gimen hostil que establec¨ªa controles de precios y no reconoc¨ªa a estructura de costos, se limit¨® a mantener la operaci¨®n indispensable para sobrevivir. Los m¨¢s inescrupulosos se dedicaron a simular importaciones para recibir d¨®lares preferenciales que luego revend¨ªan en el mercado negro. Era y es la forma de hacer una fortuna en poco tiempo y con poco esfuerzo.
El gobierno de Ch¨¢vez fue mutando en un r¨¦gimen que socav¨® paulatinamente la democracia. Este hecho, apenas perceptible para la comunidad internacional, dadas las enormes cotas de su popularidad, se hizo m¨¢s visible con su muerte y la persistencia de sus herederos de imitar su conducta pol¨ªtica con las arcas vac¨ªas. Despu¨¦s de tres a?os Venezuela es un pa¨ªs arrasado, El gasto social de Petr¨®leos de Venezuela (Pdvsa) ha ca¨ªdo 80%, el pa¨ªs tiene el r¨¦cord mundial de la inflaci¨®n -180,9% en 2015- su capital, Caracas, es la m¨¢s violenta del mundo seg¨²n la organizaci¨®n mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad P¨²blica y Justicia Penal, sufre una acuciante escasez de toda clase de productos y un conflicto de poderes que profundizan a¨²n m¨¢s el caos. En medio de esa hecatombe la ¨²nica forma de tener una vida digna es pagando el sobreprecio de los productos que comercializan las mafias en el mercado negro.
El presidente Nicol¨¢s Maduro se niega a reconocer que el modelo de desarrollo dise?ado por su antecesor ha colapsado y considera como una traici¨®n las correcciones que recetan los economistas ortodoxos. Ha preferido declararse v¨ªctima de una conspiraci¨®n internacional que busca derrocarle. Es una forma de ganar tiempo y de encomendarse a un milagroso repunte de los precios del crudo. Ante la ca¨ªda de la cesta petrolera -que esta semana cerr¨® en 26,36 d¨®lares- el gobierno busca recursos a la desesperada en las riquezas mineras del sur del pa¨ªs y ha planteado a sus socios internacionales en las empresas mixtas reducir su participaci¨®n a cambio de dinero en efectivo.
Hay un trasfondo pol¨ªtico de fondo. Si Maduro coloca de nuevo a Venezuela en la ruta de las democracias liberales estar¨ªa cediendo el poder que con tanto af¨¢n acumul¨® su sucesor. El gobernante no est¨¢ dispuesto a pagar el costo de esa decisi¨®n. En medio de esa tierra arrasada que es hoy Venezuela, un pa¨ªs que vive una profunda crisis humanitaria, es casi un consenso: La revoluci¨®n bolivariana fue una ilusi¨®n posible mientras dur¨® el fest¨ªn petrolero.
Tres presidentes vendr¨¢n a Caracas para acompa?ar a su hom¨®logo venezolano Nicol¨¢s Maduro en el tercer aniversario de la muerte del presidente Ch¨¢vez: los mandatarios de Bolivia (Evo Morales), Nicaragua (Daniel Ortega) y El Salvador (Salvador S¨¢nchez Cer¨¦n) participar¨¢n de las ceremonias programadas ¡°para conmemorar la siembre de nuestro querido presidente y l¨ªder de la revoluci¨®n¡±, expres¨® la canciller Delcy Rodr¨ªguez. Tambi¨¦n estar¨¢n en la capital los primeros ministros de San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Dominica, as¨ª como el vicepresidente de Cuba.
Los actos continuar¨¢n durante diez d¨ªas en el Cuartel de la Monta?a, el mausoleo donde reposan los restos del l¨ªder bolivariano.
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