Alternativa para Alemania es hija de la CDU de Angela Merkel

No hace falta ser adivino para verlo venir: Alternativa para Alemania (AfD) ser¨¢ la ganadora de las elecciones. Es raro que a la Uni¨®n Cristiano-dem¨®crata (CDU) y al Partido Socialista (SPD) les resulte sorprendente. Para afianzar a AfD solo tienen que seguir haciendo lo mismo que han hecho hasta ahora.

La palabra "populismo"?es un concepto medusa: va fluyendo y, cuando se intenta atraparlo, vuelve sin forma al mar del sinsentido. Pr¨¢cticamente nadie sabe qu¨¦ es el populismo, y pr¨¢cticamente nadie quiere reconocer que, en una democracia, forma parte del sistema, porque en ella el populus, el pueblo, es soberano, y sus representantes deben estar atentos a c¨®mo respira la sociedad si quieren tener una presencia duradera en el Gobierno y en el Parlamento.

El t¨¦rmino se ha convertido en un arma arrojadiza. Ahora, el concepto "populismo", igual que sucedi¨® a finales de la d¨¦cada de 1960 con la palabra "fascista¡±, se ha transformado en una maza. Se agita y se arroja cada vez que una o varias personas, o un grupo numeroso, defienden posturas que una mayor¨ªa considera escandalosas.

La maza no est¨¢ pensada para herir, sino para hacer callar al adversario de una vez por todas. Y hay algo m¨¢s. Kurt Tucholsky lo describi¨® en la d¨¦cada de 1920: ¡°La bronca alemana se distingue de las dem¨¢s broncas del mundo en que nunca se conforma con el caso concreto. Siempre tiene que resolver todo lo fundamental¡±.

A este respecto, no solo no ha cambiado nada hasta el momento. El deseo de hacer limpieza a fondo se ha hecho cada vez m¨¢s intenso en los a?os en los que la correcci¨®n pol¨ªtica ha perdido el sentido del toma y daca, el sarcasmo y la pol¨¦mica. No importa lo digna de consideraci¨®n que sea una aportaci¨®n al debate. Hoy en d¨ªa basta un descuido y, desde luego, una tonter¨ªa, para que te callen la boca tach¨¢ndote de populista de derechas. Todo el mundo se acuerda del caso de Thilo Sarrazin. En 2010, la propia canciller se vio obligada a advertir sobre el libro del pol¨ªtico del SPD titulado Deutschland schafft sich ab?(Alemania se descompone) para anunciar en el mismo instante que ella no lo hab¨ªa le¨ªdo. Algunos de los supuestamente ignominiosos postulados del entonces senador de Finanzas de Berl¨ªn hoy forman parte de las pol¨ªticas del Gobierno federal.

El miedo a lo inc¨®modo y a las alternativas a veces an¨®malas, la obstinaci¨®n que nace de ¨¦l y el ¨ªmpetu de la batalla defensiva atestiguan el debilitamiento de la autoestima. A esto hay que a?adir que la mezcla de sentimientos no solo se ha consolidado. Para colmo de males, se ha convertido en doctrina de los partidos de masas, y en particular de la CDU. A decir verdad, durante largos periodos de su historia, la Uni¨®n Cristiano-Dem¨®crata ha sido efectivamente lo que sus adversarios afirmaban de ella: una formaci¨®n que pivota y descansa sobre la figura del canciller. Sin embargo, se ha dado cuenta de una cosa: el inter¨¦s de no excluir opciones.

Konrad Adenuer propugnaba la alianza de Alemania con Occidente. No cre¨ªa que la reunificaci¨®n estuviese cerca. Al mismo tiempo, dej¨® espacio al ala de los nacionalistas alemanes agrupados en torno a Jakob Kaiser. El canciller Ludwig Erhard fue un gaullista, aunque, simult¨¢neamente, cuid¨® de que los atlantistas siguiesen desempe?ando cargos en el partido. Al igual que el ministro de Exteriores Willy Brandt, el canciller federal Kurt Georg Kiesinger estimaba necesaria una nueva pol¨ªtica hacia el Este, sin relegar por ello a las ¨²ltimas filas de la Uni¨®n a los partidarios recalcitrantes de la doctrina Hallstein. Por ¨²ltimo, Helmut Kohl fue un europe¨ªsta ferviente, un visionario de la paz en Europa. Aun as¨ª, pensando en su partido, esper¨® hasta lo indecente para reconocer la l¨ªnea Oder-Neisse como frontera de Alemania.

?Y qu¨¦ hay de Angela Merkel? La canciller federal no solo ha despojado a su formaci¨®n de su antiexclusivismo, sino que la ha privado de todos sus principios conservadores. Ya sea en pol¨ªtica de defensa (servicio militar obligatorio) o en su postura con respecto a la familia, en la igualdad de g¨¦nero o en la pol¨ªtica energ¨¦tica. Pasando de los principios de la econom¨ªa de mercado del viejo partido de Ludwig Erhard al mutismo (la palabra clave es ¡°salario m¨ªnimo¡±), la presidenta de la CDU lo ha desbaratado todo para no perder el paso del esp¨ªritu predominantemente izquierdista de los tiempos. Es m¨¢s: la culpa de la debilidad de los socialdem¨®cratas no es de su presidente, Sigmar Gabriel. La responsabilidad le corresponde a la canciller alemana. En una gran coalici¨®n de dos partidos de masas, en la que uno arrebata al otro todos los cargos y ambos captan a sus votantes en el mismo vivero, ambos socios se bloquean mutuamente y se debilitan hasta la crisis. Si el SPD solo pensase en sus intereses, tendr¨ªa que abandonar la coalici¨®n hoy mismo. Est¨¢ bien que, como partido estatal, no pierda de vista el inter¨¦s com¨²n. Mientras tanto, el matrimonio con los socialdem¨®crata-cristianos no le est¨¢ sentado bien a su salud.

La CDU y el SPD deber¨ªan saber lo que est¨¢n haciendo. Solo una observaci¨®n: no tendr¨ªan que asombrarse de que el electorado los perciba cada vez m¨¢s como un solo partido con dos rostros (Merkel y Gabriel) y una canciller que lleva las riendas. Lo mismo se puede decir de la Uni¨®n en su propio terreno. Se escandaliza de que haya surgido Alternativa para Alemania y no ve que ha sido su manera de actuar la que la ha creado.

Con Angela Merkel, la CDU no solo ha dado la espalda a casi todos los principios del partido. Tambi¨¦n se ha comportado como un profano en pol¨ªtica interior que descubre que hay un agujero en una tuber¨ªa y se cree que va a poder reparar el da?o at¨¢ndole pa?uelos alrededor, para luego quedarse tan contento con la enga?osa soluci¨®n. El agua no se puede contener. Si se intenta detenerla con una chapuza, se estanca y estalla en otro punto con un ¨ªmpetu que puede volverse peligroso. Alternativa para Alemania es el resultado de esta locura. En sus filas re¨²ne a una proporci¨®n significativa de fuerzas que pertenec¨ªan a la CDU, pero que ya no se identifican con ella porque cierra filas en torno a la canciller y calumnia repetidamente a los ¡°derechistas¡± calific¨¢ndolos de ¡°extrema derecha¡±, al tiempo que relega a la derecha moderada, que ocupa un lugar central en la sociedad, a un rinc¨®n que no le corresponde.

As¨ª las cosas, no hace falta ser adivino. En las pr¨®ximas elecciones a los parlamentos de los estados, habr¨¢ un ganador y un perdedor: Alternativa para Alemania y el ya no tan grande CDU/SPD. Con eso, el panorama de los partidos todav¨ªa no habr¨¢ dado un vuelco. Hasta ahora solo determinados movimientos juveniles, desde los nazis hasta los verdes, han conseguido constituirse como formaciones pol¨ªticas estables. Pero quien siga creyendo que puede acabar con los numerosos problemas y preocupaciones ¡ªjustificados o no¡ª sencillamente diciendo que se va a ocupar de ellos, est¨¢ arrojando al vertedero por mucho tiempo a toda una parte del centro pol¨ªtico. Por lo tanto, no debe asombrarse de que Alternativa para Alemania tenga un largo futuro por delante.

Traducci¨®n de News Clips.