Siria: ?hasta d¨®nde podemos aguantar?

Tras cinco a?os de sufrimiento, la crisis siria explora ahora los umbrales m¨¢ximos del dolor de la humanidad. No solo se trata ya de la extenuaci¨®n de los 4,6 millones de refugiados (la mitad ni?os) y los 6,6 millones de desplazados internos que est¨¢n pasando su quinto invierno lejos de casa, y que recurren ahora al trabajo infantil, la prostituci¨®n, el trabajo forzoso o la aventura europea como ¨²nicos mecanismos de supervivencia en un entorno crecientemente hostil. Est¨¢ claro que para ellos sus l¨ªmites son solo ya los de la vida humana, y les hemos visto morir bajo las bombas pero ¨²ltimamente tambi¨¦n de hambre.

Mi pregunta se dirige m¨¢s bien a nosotros, invitados por los ni?os y ni?as que clavan sus manos en las vallas de alambre de Macedonia, a ser espectadores de un escenario dif¨ªcil de explicar. La pregunta se refiere a los l¨ªmites, en primera instancia, de nuestra ¨¦tica: ?hasta d¨®nde podemos tolerar la guerra, la huida, la llamada desesperada a las puertas de Europa o los cinco a?os que L¨ªbano, Turqu¨ªa o Jordania llevan tratando de acoger a un n¨²mero de refugiados que multiplica como m¨ªnimo por veinte el de asilos que los gobiernos europeos llevan m¨¢s de seis meses considerando?

Mi pregunta se refiere tambi¨¦n a los l¨ªmites del sistema humanitario. Las necesidades aumentan, la ayuda se reduce, nuestra capacidad de respuesta se agota. El llamamiento de Naciones Unidas que hay hoy para responder solo a las necesidades humanitarias de Siria es igual que al que hab¨ªa hace tres a?os para todo el mundo. El espacio humanitario merma. Cada vez tenemos m¨¢s dificultades log¨ªsticas y administrativas para operar, en lo que supone una intolerable violaci¨®n del derecho internacional humanitario. Este conflicto est¨¢ haciendo un da?o enorme a los convenios de Ginebra, porque ha vuelto a borrar las reglas de la guerra que tanto esfuerzo nos hab¨ªa costado dibujar.

Mi pregunta se dirige, por ¨²ltimo, a la comunidad internacional, cuya inacci¨®n o acci¨®n negativa podr¨ªa convertir toda esta violencia y todo este sufrimiento en una premisa o en un ejemplo replicable en muchos otros escenarios del mundo, con un poder desestabilizador inconmensurable, y qui¨¦n sabe si soportable, para el planeta.

Nuestros equipos de profesionales humanitarios llevan cinco a?os dando una respuesta pensada para cubrir principalmente las necesidades b¨¢sicas de ni?os, mujeres y hombres, en forma de agua, alimentos, apoyo psicol¨®gico en Siria, L¨ªbano, Jordania¡­ pero cinco a?os es demasiado tiempo para una emergencia. Los sirios no pueden aguantar m¨¢s.

Olivier Longu¨¦ es Director General de Acci¨®n contra el Hambre