El monstruo en un ¡°Estado fallido¡±
Desde la matanza en Par¨ªs, las miradas se dirig¨ªan a B¨¦lgica, el pa¨ªs al que pertenec¨ªan los atacantes
Se est¨¢ convirtiendo en demasiado habitual que en los ¨²ltimos a?os cada vez que se produce un atentado en Europa los responsables de los servicios de informaci¨®n e inteligencia lo anuncien en sus informes confidenciales con una antelaci¨®n escalofriante. Cuando el Estado Isl¨¢mico (ISIS) atac¨® en Par¨ªs el pasado mes de noviembre y caus¨® 130 muertos, los zares de la lucha antiterrorista europea hab¨ªan alertado de un ataque antes de Navidad en las principales ciudades del continente, Madrid incluida.
Ahora, la historia se repite. Desde la matanza en Bataclan?y en las terrazas de sus aleda?os todas las miradas de los responsables de la seguridad europea se dirig¨ªan a B¨¦lgica, el pa¨ªs al que pertenec¨ªa la mayor¨ªa de los terroristas que protagonizaron aquel atentado, el lugar en el que se refugi¨® Salah Abdeslam, el ¨²nico superviviente capturado tras cuatro meses de b¨²squeda.
No miraban a B¨¦lgica por capricho u oportunidad, lo hac¨ªan porque consideraban que era el escenario m¨¢s d¨¦bil y mejor sembrado para la yihad. ¡°B¨¦lgica es un Estado fallido¡±, con esta rotundidad se manifestaba el pasado martes en su despacho oficial uno de los principales responsables de la lucha antiterrorista espa?ola al analizar la situaci¨®n en Europa del terrorismo yihadista y el formidable desaf¨ªo al que nos enfrentamos.
Desde hace veinte a?os muchas huellas conduc¨ªan a Bruselas
?Por qu¨¦ una frase tan contundente? Desde que las c¨¦lulas salafistas comenzaron en los noventa a planificar atentados en las principales capitales europeas ¡ªcasi siempre sin ¨¦xito en sus primeros intentos y m¨¢s tarde con la precisi¨®n de Par¨ªs, Madrid o Londres¡ª un sinf¨ªn de huellas han conducido a B¨¦lgica, a Molenbeek u otros barrios de Bruselas parecidos de donde proced¨ªan algunos de los autores de los ¨²ltimos atentados. Y ?cu¨¢l fue la reacci¨®n de las autoridades de ese pa¨ªs? La de un Estado adormecido y confiado en su sociedad de bienestar y seguridad, una reacci¨®n lenta, pesada y muy tibia a juicio de los analistas de los servicios espa?oles, teniendo en cuenta la ebullici¨®n y actividad del hormiguero salafista que se cuece desde hace veinte a?os en sus mezquitas, cafetines, carnicer¨ªas y locutorios.
Nadie est¨¢ a salvo de la amenaza yihadista, toda Europa est¨¢ en el centro de la diana del ISIS, Al Qaeda Central, AQMI y la larga lista de sat¨¦lites del salafismo; es una obviedad que la seguridad total es una quimera frente a esta clase de terrorismo, pero los belgas han reaccionado ante el monstruo demasiado tarde cuando estaba bien identificado y crec¨ªa c¨®modo en sus entra?as.
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