La presidenta Rousseff: ¡°Quieren que renuncie para evitar echarme ilegalmente¡±

Cinco periodistas de varios pa¨ªses, entre los que se cuenta El PA?S, se sientan el jueves en torno a una mesa junto a Dilma Rousseff en el enorme despacho de la presidenta de Brasil, en Brasilia. En las ¨²ltimas dos semanas el pa¨ªs se ha vuelto del rev¨¦s. No hay d¨ªa sin sobresalto. Un camarero reparte vasos de agua. Todos ponen las grabadoras en marcha. Pero antes de que nadie pregunte nada, ella misma toma la palabra y comienza a hablar de lo que m¨¢s le interesa, del proceso de destituci¨®n parlamentaria (impeachment) que ya ha echado a andar en el Congreso brasile?o y que amenaza con apartarla de la presidencia en menos de un mes si antes no consigue los aliados necesarios, algo ahora muy dif¨ªcil. ¡°Legalmente es algo muy d¨¦bil. Y surge porque el presidente del Congreso, Eduardo Cunha [enemigo de Rousseff aunque pertenece al Partido do Movimento Democr¨¢tico de Brasil, formaci¨®n en teor¨ªa aliada] amenaz¨® al Gobierno: si no vot¨¢bamos en contra de una investigaci¨®n contra ¨¦l, pon¨ªa en marcha el proceso. Cunha est¨¢ denunciado por la Fiscal¨ªa de la Rep¨²blica porque se le han encontrado cinco cuentas ilegales. No lo digo yo: lo dice la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica¡±.

Pregunta. Usted habla de que Brasil, con este proceso, puede sufrir un golpe de Estado,

Respuesta. Nosotros en Brasil ya tuvimos golpes militares. En un sistema democr¨¢tico, los golpes cambian de m¨¦todo. Y un impeachment sin base legal es un golpe. Rompe el orden democr¨¢tico. Por eso es peligroso.

P. ?Pero c¨®mo va a reaccionar ante una derrota? ?Qu¨¦ har¨¢ si pierde?

Les recomiendo que se pregunten a qui¨¦n beneficia esto

R. En una democracia tenemos que reaccionar de forma democr¨¢tica. Recurriremos a todos los instrumentos legales para dejar claro las caracter¨ªsticas de este golpe. Pero yo les recomiendo que se pregunten a qui¨¦n beneficia esto, muchos de los cuales ni siquiera han aparecido a¨²n en escena, pero que est¨¢n atr¨¢s, al fondo. Como el caso de la divulgaci¨®n de las conversaciones [entre Lula y ella, hechas p¨²blicas por el juez S¨¦rgio Moro]: usted no puede hacer eso. La actitud correcta no era divulgar la grabaci¨®n, sino enviar al Tribunal Supremo Federal, que es quien tiene derecho a investigarme a m¨ª. Un juez no puede jugar con pasiones pol¨ªticas. Nadie le puede destituir, pero en contrapartida, tiene que ser imparcial. Y luego est¨¢ lo de la renuncia. Me piden que renuncie. ?Por qu¨¦? ?Por ser una mujer fr¨¢gil? No, no soy una mujer fr¨¢gil. Mi vida no fue eso. Piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una presidenta elegida. Piensan que tengo que estar muy afectada, desconcertada, muy presionada. Pero yo no estoy as¨ª, no soy as¨ª. Tuve una vida muy complicada para no poder luchar ahora. Yo ten¨ªa 19 a?os y estuve tres a?os presa durante la dictadura, y la c¨¢rcel entonces no era cualquier cosa. Yo luch¨¦ en condiciones muy dif¨ªciles. As¨ª que no voy a renunciar, claro que no.

P. Muchos han criticado el nombramiento de Lula alegando que es simplemente una treta jur¨ªdica para escapar de la justicia gracias a la inmunidad del cargo de ministro.

R. Eso obedece a la t¨¢ctica de aquellos que defienden el cuanto peor, mejor. Y esta t¨¢ctica tambi¨¦n va contra mi Gobierno y Lula iba a fortalecer mi Gobierno. Pensar que porque es ministro se escapa de la justicia es ver un problema donde no lo hay. Supongamos que es cierto, que viene a protegerse. Qu¨¦ protecci¨®n m¨¢s extra?a, dir¨ªa yo, ya que puede ser investigado por los magistrados del Supremo Tribunal Federal. Y no son mejores ni peores que un juez de primera instancia. Lo que pasa es que no quieren que venga. Pero Lula viene, como ministro o como asesor, de una manera o de otra, pero viene, nadie lo va a impedir.

P. ?Por qu¨¦ no lo eligi¨® antes como consejero?

R. Yo le vengo diciendo a Lula que se integre en el Gobierno desde hace tiempo, desde que comenz¨® mi segundo mandato, en 2015. Y ¨¦l lo rechaz¨®. Siempre lo utilic¨¦ de asesor. Pero ahora ¨¦l quiso sumarse al ver que la crisis era m¨¢s fuerte.

P. Usted asegura que no renuncia pero, ?tratar de colocar a Lula en su Gobierno no es renunciar un poco a su poder?

R. Lula es mi compa?ero. Yo le ayud¨¦ en sus dos mandatos. Me gusta mucho trabajar con ¨¦l. No tengo el menor problema pensando que Lula puede quitarle algo de brillo a mi presidencia.

P. Una de las consecuencias de esta crisis es la desconfianza absoluta de los brasile?os hacia los pol¨ªticos¡­

R. Esa es una consecuencia grave, porque cuando se comienza a cuestionar a los pol¨ªticos, en Brasil surgen los salvapatrias. Se planta el caos y luego vienen los salvadores del caos. Nosotros defendemos un pacto, defendemos que se abra un di¨¢logo, pero eso se tiene que hacer sin rupturas democr¨¢ticas, sin intentos infundados de impeachment. Debemos discutir y reformar el sistema pol¨ªtico brasile?o. Aqu¨ª en Brasil necesitamos 14, 13 o 12 partidos para sostener un Gobierno, para que haya gobernabilidad. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses son dos, tres o cuatro. As¨ª que hay que hacer reformas. Pero sin pacto no habr¨¢ reformas. No se van a hacer esas reformas con manifestaciones en la Avenida Paulista de S?o Paulo, ni de un lado ni de otro. Una vez en una serie sobre Gengis Kan o¨ª esta frase: ¡°Conquistar se hace a caballo; gobernar lo tiene que hacer uno a pie¡±.

P. ?Teme un estallido social dada la creciente inestabilidad del pa¨ªs y su progresiva polarizaci¨®n?

R. Esos estallidos vienen sobre todo de la desigualdad y la pobreza. Nosotros, de forma democr¨¢tica, hicimos una gran transformaci¨®n social en los ¨²ltimos a?os: colocamos en la clase media a 40 millones de personas y rescatamos de la pobreza a otros 36 millones. Incluso en la crisis hemos mantenido los programas sociales. Por eso creo que la base del pa¨ªs no es explosiva. Aqu¨ª no hay diferencias religiosas, ni problemas ¨¦tnicos. Lo que s¨ª crece es la intolerancia pol¨ªtica. Ahora se encuentran por todos lados amigos discutiendo, familias discutiendo¡­. Durante las manifestaciones en mi contra yo sal¨ª en televisi¨®n diciendo que ten¨ªan derecho a todo menos a la violencia. Yo no s¨¦ lo que va a pasar, pero conf¨ªo en el esp¨ªritu pac¨ªfico del pueblo brasile?o.

P. ?C¨®mo est¨¢ viviendo todo esto desde el punto de vista personal, todo este estr¨¦s?

R. Bueno, yo no me deprimo, no soy una persona depresiva. No tengo sentimiento de culpa. En fin, aqu¨ª en Brasil te detienen por tener perro y por no tenerlo, as¨ª que no s¨¦ cu¨¢l es la respuesta correcta. Seguro que me critican por no deprimirme. Y duermo muy bien. Me acuesto a las diez de la noche y me levanto a las seis menos cuarto de la ma?ana. Cada d¨ªa.