Arabia Saud¨ª quita poder a la polic¨ªa religiosa y desata la euforia juvenil
Las redes sociales celebran el fin del Comit¨¦ para la Promoci¨®n de la Virtud y la Prevenci¨®n del Vicio
El Gobierno de Arabia Saud¨ª se ha decidido finalmente a poner coto a la polic¨ªa religiosa, el Comit¨¦ para la Promoci¨®n de la Virtud y la Prevenci¨®n del Vicio. De acuerdo con un nuevo reglamento que publica en su web el diario Al Riyadh, el controvertido cuerpo de fan¨¢ticos (conocido popularmente como Haia) va a ver reducidas de forma sustancial sus prerrogativas, y no podr¨¢ actuar contra los presuntos ofensores de la moral sin la intervenci¨®n de la polic¨ªa. La noticia, tras las crecientes quejas de los saud¨ªes sobre la brutalidad y falta de consideraci¨®n de sus miembros, ha causado furor en las redes sociales.
¡°Felicidades¡±, ¡°estoy feliz¡±, ¡°la voz de la raz¨®n y la sabidur¨ªa¡±, ¡°ahora podremos llevar una vida normal¡±¡ La mayor¨ªa de los comentarios que desde que se conociera la noticia anoche inundan Twitter (donde la etiqueta en ¨¢rabe #organizadoeltrabajodelComit¨¦ ha llegado a ser tendencia mundial, apenas por debajo del partido del Real Madrid), Facebook y otros foros, son favorables.
Los saud¨ªes, que con el 64 % de sus 20 millones de habitantes menores de 30 a?os est¨¢n entre los mayores usuarios de redes sociales, han interpretado las nuevas regulaciones como una retirada de la autoridad a la polic¨ªa religiosa.
¡°Les han quitado todas las competencias que les otorgaban autoridad: no pueden detener, ni interrogar, ni tampoco perseguir¡±, anuncia jubiloso a EL PA?S Aziz, un joven estudiante de m¨¢ster, que celebra al anuncio como algo ¡°hist¨®rico¡±. ¡°Se limita su trabajo a predicar. Lo ¨²nico que queda de este cuerpo es su nombre¡±, concluye.
Esos vigilantes de la moral rondaban calles, centros comerciales y otros lugares p¨²blicos para asegurar el cumplimiento de la estricta segregaci¨®n de sexos, que las mujeres no conduzcan, que no se vendan ni consuman bebidas alcoh¨®licas, o se exhiban signos de otra religi¨®n que no sea el islam, incluidas las tarjetas de felicitaci¨®n navide?as o de San Valent¨ªn. No van a dejar de hacerlo, pero ahora se les exige que lo hagan de forma ¡°amable y humana¡±.
I'm just happy ?
— ????? (@adnan__n) April 12, 2016
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Seg¨²n el texto del decreto difundido por Al Riyadh, los miembros del comit¨¦ solo tendr¨¢n a partir de ahora un cometido de observaci¨®n y, en caso de presenciar alguna violaci¨®n de los c¨®digos morales impuestos por las autoridades religiosas, deber¨¢n referirlos a la polic¨ªa en lugar de actuar directamente contra los transgresores como hac¨ªan hasta ahora. La nueva normativa establece que solo la polic¨ªa y las unidades antidroga est¨¢n autorizadas a proceder contra los infractores, pedirles que se identifiquen, perseguirlos, interrogarlos o detenerlos.
El poder que hasta ahora disfrutaba el Comit¨¦ era fruto del pacto que el rey Abdelaziz, fundador del moderno Estado saud¨ª, sell¨® a principios del siglo XX con los Iju¨¢n (literalmente, Hermanos, seguidores de la interpretaci¨®n del islam difundida dos siglos antes por el ultraortodoxo Mohamed Abdel Wahhab, y sin relaci¨®n con los Hermanos Musulmanes que luego surgieron en Egipto). Esa alianza le permiti¨® recuperar Riad de manos de sus rivales y extender sus dominios a la regi¨®n costera occidental, el Hiyaz, donde se encuentran los lugares santos de La Meca y Medina. Desde entonces los Al Saud han fiado su legitimidad al apoyo del estamento religioso, lo que ha frenado su capacidad de reformas para encajar las aspiraciones de la poblaci¨®n.
El comportamiento de los mutawa, los miembros de ese cuerpo encargado de aplicar la estricta versi¨®n saud¨ª de la ley isl¨¢mica, lleva a?os levantando ampollas entre los habitantes del Reino del Desierto, especialmente entre las mujeres, su objetivo preferido. La brutalidad de algunas de sus acciones ha hecho que muchos saud¨ªes y residentes extranjeros les temieran. Las autoridades ya intentaron reformar el comit¨¦ a ra¨ªz de la muerte abrasadas de 15 ni?as en La Meca, a las que los celosos vigilantes de la moral impidieron salir de un colegio en llamas en 2002 porque no llevaban los preceptivos pa?uelos. Pero los cambios fueron meramente cosm¨¦ticos.
M¨¢s recientemente, la generalizaci¨®n de Internet y los m¨®viles ha permitido documentar y difundir los abusos que resultan del despiadado y duro enfoque del Comit¨¦ hacia la aplicaci¨®n de la ley. Sus excesos llegan a exigir a las j¨®venes que se cubran la cara y las manos, un requerimiento que no est¨¢ en ninguna ley saud¨ª, dentro de un centro comercial. El a?o pasado, un joven muri¨® al caer del tejado de un edificio cuando era perseguido por los mutawa en Qasim, en el centro del pa¨ªs.
Sin embargo, no faltan tampoco quienes han salido a defender al Comit¨¦. Un tuitero identificado como @greb17777 considera que la medida afecta a ¡°la lucha contra la corrupci¨®n¡± y expresa su temor a que los j¨®venes queden expuestos ¡°a quienes intentan difundir la inmoralidad¡±. En la misma l¨ªnea, ?@m_bsher manifiesta que, como resultado, ¡°vamos a ver la extensi¨®n del mal¡±. Otros, como @ahmed5629, defienden que los vigilantes ¡°han existido desde tiempos del Profeta¡± y que su presencia evita que ¡°cunda la inmoralidad¡±.
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