Bruselas reabre el metro de Maelbeek, el ¨²ltimo escenario del terror yihadista
La estaci¨®n opera entre fuertes medidas de seguridad y menor afluencia de pasajeros
Maelbeek, 9.10 de la ma?ana. El metro se detiene en la estaci¨®n y unos pocos pasajeros salen de los vagones bajo la mirada de una pareja de soldados. La nube de humo blanco. El olor a quemado. Las carreras. Son solo recuerdos de lo que a esa misma hora, el 22-M, aconteci¨® en Bruselas durante el mayor ataque terrorista de su historia. Todo rastro del atentado que golpe¨® el epicentro de las instituciones europeas ha desaparecido bajo 100.000 euros de alba?iler¨ªa, pintura y embaldosado.
"El piso es un poco diferente. Le cambiaron los azulejos", detectaba un joven lobista argentino de 29 a?os que cada d¨ªa baja del metro en Maelbeek. El cierre de la estaci¨®n durante el ¨²ltimo mes le ha obligado a cambiar su rutina y descender una parada antes para llegar caminando a su oficina. Como en muchos otros casos, la casualidad hace que hoy est¨¦ camino del trabajo y contemple lo ocurrido como ciudadano y no como v¨ªctima. "Suelo venir a esta hora. Ese d¨ªa iba dos trenes m¨¢s atr¨¢s. Ven¨ªa tarde".
En su primer d¨ªa de apertura, la afluencia de pasajeros ha sido visiblemente inferior a lo habitual, y la presencia de militares y polic¨ªas no se ha ce?ido solo a la estaci¨®n afectada, sino a toda la red. La reapertura de Maelbeek ha ido acompa?ada de la vuelta al horario habitual de funcionamiento del resto de estaciones de la capital belga, que desde el atentado ha ido ampliando progresivamente el tiempo que permanece abierta.
En el vest¨ªbulo de Maelbeek, las autoridades han instalado el llamado muro del recuerdo, un tabl¨®n junto al que reposan dos rotuladores para que los ciudadanos dejen su mensaje de condolencias. Este lunes aparec¨ªa pr¨¢cticamente lleno. Entre las palabras que pod¨ªan leerse esta ma?ana en ¨¢rabe, alem¨¢n, espa?ol, ingl¨¦s o franc¨¦s, una escueta frase: "En recuerdo de mi querido hijo Olivier D. Pap¨¢", en memoria de Olivier Delespesse, funcionario belga, uno de los 16 fallecidos en Maelbeek. Familiares de las v¨ªctimas como el padre de Delespesse fueron los primeros en firmar el s¨¢bado, en medio de un recorrido organizado en el que visitaron el lugar de los hechos. "Es una etapa importante en el trabajo de aceptaci¨®n para personas que perdieron a un miembro de su familia aqu¨ª, fueron heridas o tienen secuelas psicol¨®gicas", se?al¨® Ine Van Wymersch, portavoz de la fiscal¨ªa.
La estructura de la v¨ªa no se vio da?ada por el atentado, lo que ha permitido que los trenes circulen por Maelbeek tras el ataque reduciendo la velocidad pero sin detenerse hasta este lunes.?"Los primeros d¨ªas recibimos muchos agradecimientos por haber retomado el servicio tan r¨¢pido aunque fuera parcialmente", comenta Cindy Arents, portavoz de la STIB, sociedad que gestiona el metro.
Su aspecto actual no ser¨¢, sin embargo, el definitivo. El Gobierno de Bruselas ha pedido al artista Beno?t Van Innis, autor de los retratos que adornan los azulejos de la estaci¨®n, una obra que recuerde el 22-M, un episodio al que el nombre de Maelbeek ha quedado indisolublemente asociado.
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