John Boehner acusa al candidato Ted Cruz de ser ¡°Lucifer encarnado¡±

Si hay alguien que conoce las consecuencias del giro a la derecha m¨¢s conservadora que ha adoptado en los ¨²ltimos a?os el Partido Republicano, ¨¦se es Boehner. Pero sus palabras sobre Cruz, precisamente uno de los impulsores de ese viraje, acaban de sumarse a la lista de pol¨¦micas de la carrera por llegar a la Casa Blanca. Seg¨²n el que fuera l¨ªder republicano en el Congreso, el senador de Texas es ¡°Lucifer encarnado¡±.

Cruz respondi¨® inmediatamente a trav¨¦s de un mensaje en Twitter en el que pregunta de manera ret¨®rica ¡°qui¨¦n est¨¢ resistiendo¡± al establishment de Washington, Trump, el ¡°colega¡± con el que Boehner ¡°juega al golf e intercambia mensajes de texto¡± o ¡°Carly y yo¡±. El senador y candidato hace referencia as¨ª a la supuesta relaci¨®n amistosa entre el exportavoz republicano y Donald Trump, y a Fiorina, presentada ayer como su posible n¨²mero dos en el caso de lograr la nominaci¨®n.

Boehner realiz¨® estas declaraciones durante un evento en la Universidad de Stanford el mi¨¦rcoles por la noche. El republicano de Ohio ya ha calificado a Cruz en el pasado como ¡°un falso profeta¡± o ¡°burro¡±. ¡°Tengo amigos dem¨®cratas y republicanos. Me llevo bien pr¨¢cticamente con todo el mundo, pero nunca he trabajado con un hijo de puta m¨¢s miserable en mi vida¡±, declar¨® Boehner seg¨²n ha revelado un diario local.

La complicada relaci¨®n entre ambos pol¨ªticos dio comienzo en 2010, cuando ambos ascendieron a su puesto m¨¢s alto en Washington. La victoria de los republicanos en las legislativas de ese a?o, impulsada especialmente por la oleada ultraconservadora del Tea Party, elev¨® a Boehner hasta la presidencia de la C¨¢mara de Representantes, donde su partido estren¨® mayor¨ªa. Ted Cruz, por su parte, se convirti¨® en senador por el Estado de Texas.

Desde su esca?o, Cruz lider¨® varias iniciativas como el rechazo a la reforma del sistema de inmigraci¨®n o a la negociaci¨®n del d¨¦ficit de Estados Unidos, que deriv¨® en el cierre temporal del gobierno en octubre de 2013. Cada paso que daba Cruz hacia la derecha dificultaba cualquier maniobra de Boehner para mantener cierta estabilidad dentro de su partido, primero, y trabajar con los dem¨®cratas, despu¨¦s.

Hoy Boehner, que renunci¨® a su cargo el a?o pasado, asegura que votar¨¢ por Donald Trump si ¨¦ste finalmente se hace con la nominaci¨®n a la presidencia. Cruz, por su parte, ha sido incapaz de unir al partido a trav¨¦s de su candidatura. Y mientras tanto, el magnate neoyorquino puede arrebatarles a ambos el liderazgo republicano. Las heridas siguen abiertas.