¡°Solo me falta ser madrina en una boda Erasmus¡±

¡°Cre¨ªa que le estaba enga?ando¡±, reflexiona a sus 82 a?os esta profesora italiana conocida como Mamma Erasmus. Corradi es quien puso la primera piedra del programa de estudios m¨¢s famoso de la Uni¨®n Europea, en el que han participado m¨¢s de cuatro millones de alumnos desde 1987. Y nada hubiera salido igual si aquel funcionario no le hubiera respondido de malos modos.

Tras su paso por Estados Unidos y el disgusto con la Administraci¨®n, tuvo que dedicar un a?o m¨¢s a sus estudios porque no le convalidaron ninguna asignatura. ¡°Yo pod¨ªa permit¨ªrmelo porque mi padre era un ge¨®logo reconocido que no esperaba que llevara r¨¢pido un sueldo a casa, pero pens¨¦ en todos los alumnos cuyas familias no pueden costear un gasto as¨ª¡±, asegura. En la gran universidad romana, igual que en el resto de Europa, no exist¨ªa el reconocimiento a las materias cursadas en el extranjero. ¡°Entonces me promet¨ª a m¨ª misma que ning¨²n estudiante sufrir¨ªa la misma ofensa que yo¡±.

Gracias en parte a su paso por la Universidad de Columbia, se convirti¨® con apenas 30 a?os en la consultora cient¨ªfica para las relaciones entre las asociaciones de rectores de todas las universidades italianas. Y, desde ese puesto, empez¨® a contar a los acad¨¦micos su propuesta de todas las maneras posibles. ¡°Les persegu¨ªa literalmente por los pasillos para darle los documentos¡±, explicaba el pasado jueves al tel¨¦fono desde Roma antes de viajar a Espa?a. Este lunes recoge el premio Europeo Carlos V en el monasterio de Yuste (C¨¢ceres) en una ceremonia que presiden los Reyes de Espa?a.

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Durante a?os, envi¨® propuestas y cartas a rectores, pol¨ªticos y europarlamentarios. En 1969 consigui¨® que se presentara su idea en la conferencia europea de rectores, celebrada en Ginebra. En 1976, los estudios de universitarios italianos en Francia fueron reconocidos en su pa¨ªs de origen por primera vez, como recuerda en la recopilaci¨®n de ensayos y documentos de la web www.lifelong.it.

?Sabe que muchos ni?os son bautizados con el nombre de Erasmus si son chicos o Erasmina si son ni?as?¡±

En 1987 naci¨® por fin el programa Erasmus. Y en 2016, la Mamma Erasmus est¨¢ empe?ada en extenderlo a todos los rincones del globo terr¨¢queo. ¡°Si me siento con los Reyes durante la ceremonia, se lo pienso decir. Espa?a puede ayudar mucho a propagarlo por Am¨¦rica Latina. Hay 15 millones de euros de fondos comprometidos hasta 2021 que tambi¨¦n cubren a alumnos de fuera de la Uni¨®n. D¨ªgale a sus lectores que, si conocen a alguien en otro continente, le cuente que Europa paga intercambios entre pa¨ªses gratis. ?No es un enga?o!¡±.

La profesora Corradi ¡ªque tambi¨¦n estudi¨® con becas en la London School of Economics (LSE), la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU y en la Academia de Derecho de La Haya¡ª se re¨²ne a menudo con j¨®venes y siempre les explica que a ella, estudiar fuera le cambi¨® la vida. Est¨¢ orgullosa de los legados del programa que ella ayud¨® a fundar. Entre otros, del mill¨®n de ni?os que calcula que ha debido nacer de las parejas surgidas en esos intercambios estudiantiles. ¡°Solo me falta ser madrina de una boda Erasmus¡±, comenta entre risas. ¡°?Sabe que muchos son bautizados con el nombre de Erasmus si son chicos o Erasmina si son ni?as?¡±.

En su viaje por Espa?a le acompa?ar¨¢n sus dos nietas, de 15 y 16 a?os. Para ellas quiere lo mismo que desea a todo el que sale a estudiar fuera: ¡°Cuando uno cumple 18 o 20 a?os lo que quiere es volar fuera del nido. Erasmus es lo que ayuda a nuestros j¨®venes a hacer realidad ese sue?o¡±.