?Qu¨¦ hace falta para que las ciudades latinoamericanas prosperen?
Albergan a m¨¢s del 80% de la poblaci¨®n a nivel regional. ?C¨®mo mejores pol¨ªticas urbanas pueden liberar su potencial para beneficiar a millones de habitantes?
Al teclear ¡°Argentina¡± en una b¨²squeda web aparecen una multitud de panoramas y vistas espectaculares de los diversos paisajes que ostenta el segundo pa¨ªs m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina.
Sin embargo, para la gran mayor¨ªa de los argentinos, as¨ª como para gran parte de los latinoamericanos, estos vastos escenarios no corresponden con su realidad cotidiana. Para ellos, el asfalto y el ladrillo son m¨¢s familiares que el llano de las pampas, las playas paradisiacas o las nieves eternas de los Andes. Hoy en d¨ªa ocho de cada 10 latinoamericanos son seres urbanos.
En Argentina, esta relaci¨®n es superior: m¨¢s de 9 de cada 10 argentinos viven en ciudades, una tasa que coloca al pa¨ªs entre los m¨¢s urbanizados en la regi¨®n y en el mundo, justamente detr¨¢s su vecino rioplatense, Uruguay.
Los beneficios son claros. Las zonas urbanas re¨²nen los conocimientos, los talentos y las capacidades del capital humano y facilitan la creaci¨®n de empleos y oportunidades. Sin embargo, seg¨²n un nuevo reporte del Banco Mundial sobre las ciudades argentinas, sin pol¨ªticas urbanas adecuadas, el aprovechamiento de estos beneficios para mejorar la prosperidad y calidad de vida de los argentinos es limitado.
Adem¨¢s, ¡°en el contexto mundial, Argentina debe encarar un programa de pol¨ªticas de desarrollo de ¡°segunda generaci¨®n¡±, explica el informe "Impulsando el potencial de las ciudades argentinas", que se lanz¨® la semana pasada. Esto significa ir m¨¢s all¨¢ de los programas urbanos tradicionales para aprovechar las ventajas, por ejemplo, de empresas privadas y otros actores para fomentar la innovaci¨®n, la formaci¨®n de capital humano y las aptitudes.
Ciudades maduras
En comparaci¨®n con el resto de Latinoam¨¦rica, Argentina es uno de los pa¨ªses con mayor historia de urbanizaci¨®n: desde la d¨¦cada de 1930 el pa¨ªs ya era predominantemente urbano. Y sin importar el momento econ¨®mico, ya sea de crisis o de bonanzas, sus ciudades nunca han dejado de crecer.
Sin embargo, igual que las normas que gestionan la educaci¨®n o la industria tienen que evolucionar para mantenerse actualizadas, hace falta tambi¨¦n una revisi¨®n de las pol¨ªticas que crearon estos grandes centros urbanos para que sigan generando beneficios para la prosperidad y la calidad de vida de sus habitantes.
¡°Se necesitan pol¨ªticas urbanas renovadas para ayudar al pa¨ªs a avanzar en el camino hacia una econom¨ªa de ingresos m¨¢s altos¡±, explica el informe.
Los atascos y el transporte
Si se preguntara a cualquier habitante urbano en cualquier ciudad del mundo, es muy probable que para la gran mayor¨ªa, si no todos, la principal queja que tengan sobre las ciudades sea el tr¨¢nsito. A nivel regional, Latinoam¨¦rica tiene una de las tasas de crecimiento de motorizaci¨®n m¨¢s alta del mundo (4.5% al a?o en 2012). La focalizaci¨®n del gasto p¨²blico en la infraestructura vial ha contribuido a¨²n m¨¢s al uso del veh¨ªculo privado.
Es una tendencia que se ve claramente en los datos argentinos: entre 2012 y 2014, la satisfacci¨®n de los usuarios con el servicio de autobuses baj¨® un 11% mientras hubo un boom en el n¨²mero de motocicletas en las calles y rutas a lo largo del pa¨ªs.
Un sistema eficiente de transporte p¨²blico ayuda a promover el crecimiento equitativo de una ciudad, sin ello la inadecuada movilidad limita el acceso a las oportunidades de empleo y contribuye a la segregaci¨®n y la exclusi¨®n social.
¡°La falta de servicios adecuados de transporte p¨²blico es un desaf¨ªo que est¨¢ afectando en forma significante al desarrollo sostenible de las ciudades¡±, destaca el informe. ¡°Deficiencias del transporte p¨²blico inciden directamente en la econom¨ªa urbana y el bienestar de los ciudadanos¡±.
M¨¢s densa, mayor productividad
Por m¨¢s que la poblaci¨®n urbana argentina haya crecido, en las ¨²ltimas d¨¦cadas las ciudades se han vuelto menos densas.
Por ejemplo, el ?rea Metropolitana de Buenos Aires tiene una densidad cada vez menor: en 1991 era de 10.566 personas por kil¨®metro cuadrado y actualmente es de 7.979. Esta din¨¢mica urbana actual aleja cada vez m¨¢s a la capital argentina y al resto de ciudades del pa¨ªs de la densidad que optimiza los costos de provisi¨®n de servicios p¨²blicos que se estima en 9.000 habitantes por km2.
?C¨®mo se traduce esto? Mientras el costo de provisi¨®n del servicio de agua potable en una zona urbana de alta densidad puede fluctuar entre US$0.7 y US$0.8 por metro c¨²bico, en zonas de baja densidad este se puede elevar a US$2. Algo similar ocurre con los costos de manejo de residuos s¨®lidos que suelen ser el doble o el triple en ciudades medianas que en una gran ciudad o metr¨®poli. Este mayor costo del servicio limita la cobertura de servicios que los municipios pueden ofrecer: en 2010, aproximadamente el 30% de la poblaci¨®n en la periferia del Gran Buenos Aires carec¨ªa de agua, el 60% de cloaca.
La expansi¨®n de baja densidad reduce el dinamismo econ¨®mico de las aglomeraciones y a la vez apunta a una falta de coordinaci¨®n a nivel institucional, seg¨²n los expertos.
El informe explica que este patr¨®n de expansi¨®n tiene un efecto negativo en la densidad econ¨®mica de las ciudades. La dispersi¨®n impide que las empresas aprovechen los beneficios de asociados con la urbanizaci¨®n.
Para contrarrestar esta tendencia, hacen falta pol¨ªticas e instrumentos coordinados de planificaci¨®n territorial para regular el uso del suelo, sostiene el informe. As¨ª se pueden integrar mejor las zonas urbanas, contener la dispersi¨®n y promover el crecimiento urbano sostenible para aumentar la densidad econ¨®mica de las urbes.
El d¨¦ficit habitacional sube
La Argentina es uno de los pocos pa¨ªses en la regi¨®n donde el d¨¦ficit cuantitativo de vivienda ha aumentado recientemente: alrededor del 2% seg¨²n datos del Banco Mundial. Adem¨¢s, la oferta de alquiler es muy baja comparado con otras grandes urbes de la Latinoam¨¦rica. Hoy en d¨ªa, la oferta de alquileres en la capital argentina es s¨®lo de un 15%, comparado con un 20% en M¨¦xico DF y un 41% de viviendas en Bogot¨¢.
C¨®mo consecuencia el pa¨ªs ha visto un incremento desafiante en las viviendas informales relacionadas de cerca con la imposibilidad de adquirir una casa o departamento, especialmente para la gente de menores recursos.
¡°Una pol¨ªtica nacional de vivienda podr¨ªa brindar soluciones enfocadas para los distintos segmentos de la poblaci¨®n y as¨ª aumentar el acceso a la vivienda¡±, sugiere el informe.
Mary Stokes es productora online del Banco Mundial
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