Obama ser¨¢ el primer presidente de Estados Unidos en visitar Hiroshima
En el viaje, a finales de mayo, el presidente no tiene previsto pedir perd¨®n, pero s¨ª reconocer el coste humano de la guerra y defender un mundo sin armas nucleares
![Marc Bassets](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2F77e7b3c3-f032-4be1-9b04-8d2f44667555.png?auth=743de4a55c2711401b95c7ca3206c9372e5d2c3a6ed91cc9bf3f9d64eec6d78a&width=100&height=100&smart=true)
![Obama, el 5 de mayo, durante un acto en la Casa Blanca.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/T2QIYQY5PM7UU2TKGGKFXMFY7M.jpg?auth=72e2a69b2df909d6e7e9acb64e0d570bbddb71764ffa6ec5044f04df60ce97f1&width=414)
Barack Obama, en un gesto que puede definir el fin de su presidencia, viajar¨¢ a final de mes a Hiroshima, s¨ªmbolo de la capacidad autodestructora de la humanidad. Ser¨¢ la primera visita de un presidente de Estados Unidos en activo al lugar donde este pa¨ªs lanz¨® la primera bomba at¨®mica, el 6 de agosto de 1945. Obama no prev¨¦ pedir perd¨®n, pero s¨ª reconocer el coste de la guerra y promover un mundo sin armas nucleares.
Hiroshima estren¨® la era nuclear, en la que una bomba pod¨ªa aniquilar millones de seres humanos. EE UU es el ¨²nico pa¨ªs que la ha lanzado sobre poblaci¨®n civil. Las bombas de Hiroshima y, tres d¨ªas despu¨¦s, Nagasaki mataron a m¨¢s de 200.000 personas. Los defensores del lanzamiento de la bomba argumentan que forz¨® la rendici¨®n de Jap¨®n y aceler¨® el final de la Segunda Guerra Mundial.
El momento de la visita es propicio. Obama se acerca al final de su mandato: hay poco espacio para las cr¨ªticas de los opositores. Que haya pasado m¨¢s de siete d¨¦cadas y que Obama naciese en los a?os sesenta permite ver Hiroshima y Nagasaki con perspectiva. La visita ayuda a estrechar los lazos con Jap¨®n, derrotado en la Segunda Guerra Mundial y desde entonces aliado de EE UU, en un momento en que algunos pa¨ªses asi¨¢ticos ven con inquietud el expansionismo de China en la regi¨®n. Tambi¨¦n enlaza con otra prioridad de Obama, reducir las armas nucleares, una iniciativa que le vali¨®, entre otros motivos, el Premio Nobel de la Paz en 2009. "Como ¨²nica potencia nuclear que ha usado el arma nuclear, Estados Unidos tiene la responsabilidad moral de actuar", dijo en un discurso en Praga, al inicio de la presidencia.
Durante su mandato, Obama ha multiplicado los gestos de humildad. Ha admitido, por ejemplo, que el enfrentamiento de medio siglo con Cuba fue un error. Ha reconocido la responsabilidad de EE UU en el golpe de Ir¨¢n en 1953. Ha admitido el papel estadounidense en ese golpe en Argentina de 1976.
Obama ha convertido la memoria hist¨®rica en una herramienta de la pol¨ªtica exterior. Esto ha llevado a algunos cr¨ªticos a reprocharle que se dedique a pedir perd¨®n a otros pa¨ªses en vez de defender el excepcionalismo americano, la idea de que este es un pa¨ªs ¨²nico, con una misi¨®n especial en la historia de la humanidad.
La gestualidad en Hiroshima ser¨¢ milimetrada. No se trata de pedir disculpas, algo que muchos estadounidenses podr¨ªan ver como una ofensa a quienes combatieron en la Segunda Guerra Mundial, quiz¨¢ la ¨²ltima gran guerra victoriosa y heroica de EE UU. Pedir perd¨®n podr¨ªa abrir la puerta al debate sobre los posibles cr¨ªmenes.
"No revisar¨¢ la decisi¨®n sobre el uso de la bomba at¨®mica al final de la Segunda Guerra Mundial. En cambio, ofrecer¨¢ una visi¨®n hacia el futuro centrada en nuestro futuro compartido¡±, escribi¨® el asesor de Obama Ben Rhodes en la publiaci¨®n Medium. M¨¢s que de asignar culpas, lo que Obama pretende, seg¨²n Rhodes, es recordar a los muertos, ¡°el tremendo y devastador coste humano de la guerra¡±.
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