Una Rousseff aislada ha buscado con ayudas el apoyo de sus fieles
A la espera del posible fin de su Gobierno, la presidenta ha optado por hablar solo con los suyos
Abrazada por los movimientos sociales. Aislada por los pol¨ªticos. Y en continuo movimiento. As¨ª ha vivido la presidenta Dilma Rousseff las ¨²ltimas semanas hasta la votaci¨®n este mi¨¦rcoles en el Senado para apartarla temporalmente del cargo por el proceso de impeachment.
Justo antes de abandonar el cargo, la presidenta tom¨® diversas medidas sociales por valor de unos 8.000 de reales (2.000 millones de euros). Aument¨® un 9% las ayudas del programa social Bolsa Familia, baj¨® el impuesto de la renta para favorecer a clases medias, increment¨® las subvenciones agr¨ªcolas y anunci¨® una nueva fase del programa de vivienda social Mi Casa Mi Vida. Hay pocas probabilidades de que su sucesor los revierta. Ser¨ªa una decisi¨®n pol¨¦mica y controvertida.
La mandataria ha tenido una agenda intensa: entre el 25 de abril y el 10 de mayo, estuvo en 10 ciudades brasile?as y recorri¨® 19.400 kil¨®metros. Dio 15 discursos, siempre ante un p¨²blico listo para aplaudir. Rousseff ha optado por hablar solo ante los suyos, despu¨¦s de abucheos como los del Mundial de f¨²tbol, en 2014, y las caceroladas cada vez que aparec¨ªa en la televisi¨®n o en ambientes que no le fueran del todo fieles. En cambio, en actos con sindicatos, grupos feministas o de estudiantes siempre hab¨ªa un p¨²blico listo para gritar "?Qu¨¦date, querida!" o "?Dilma, guerrera de la naci¨®n brasile?a!"
Sus aliados pol¨ªticos, en cambio, son cada vez menos. Rousseff considera que ¡°las m¨¢scaras han ca¨ªdo¡± desde que el 17 de abril la C¨¢mara baja vot¨® a favor del impeachment. Le han fallado hasta tres exministros de su equipo (Aguinaldo Ribeiro, del Partido Progresista (PP); Alfredo Nascimento (PR); y Mauro Lopes, del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB); adem¨¢s de diputados que prometieron su apoyo en conversaciones con el expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva y pol¨ªticos que negociaron a dos bandas, con la presidenta y con su probable sustituto, el vicepresidente Michel Temer (PMDB).
Abismo pol¨ªtico
El total aislamiento pol¨ªtico de Rousseff se ha notado en varios gestos. Durante el reciente lanzamiento de un plan agr¨ªcola, solo un gobernador (Fl¨¢vio Dino, de Maranh?o, fiel aliado de Rousseff) estuvo en el acto. En otras ocasiones, encuentros como este se llenaban de representantes estatales, principalmente del norte y noreste de Brasil, donde la formaci¨®n de la presidenta, el Partido de los Trabajadores (PT) es m¨¢s fuerte. Una se?al m¨¢s: pocos pol¨ªticos fuera del PT y del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) han pedido audiencias con la presidenta desde principios de abril. Un diputado que se reuni¨® hace poco con ella cont¨® que, durante casi tres horas, el tel¨¦fono de la mandataria no son¨® en ning¨²n momento. ¡°Infelizmente ya est¨¢ fuera de la Presidencia y lo sabe desde hace tiempo. Igual que todo el mundo pol¨ªtico. Otras personas, en su lugar, ya habr¨ªan saltado a ese abismo que tiene delante. Pero ella es una guerrillera, no va a renunciar¡±, explic¨® el parlamentario a EL PA?S.
Esa vena de luchadora ha aflorado en los ¨²ltimos d¨ªas. En vez de convocar nuevas elecciones, Rousseff ha endurecido su discurso. En sus ¨²ltimas 15 charlas p¨²blicas, Rousseff pronunci¨® las palabras ¡°lucha¡±/¡°luchar¡± 102 veces, ¡°golpe¡± (120 veces e impeachment 105. Afirma ser v¨ªctima de un golpe tramado por el vicepresidente Temer, por Eduardo Cunha, actualmente apartado de la presidencia de la C¨¢mara Baja, y por una parte de los derrotados en las elecciones de 2014. Con ello convence a la militancia del PT, pero no a los pol¨ªticos ni a los juristas, los ¨²nicos capaces de salvarla.
Si no puede cambiar el curso de la historia, advierte Rousseff, intentar¨¢ reescribir la suya. ¡°No estoy cansada de luchar, de lo que estoy cansada es de los desleales y de los traidores. Y es ese cansancio el que me impulsa a luchar cada d¨ªa m¨¢s¡±, afirm¨® hace poco.
En las ¨²ltimas dos semanas, desde que la crisis se ha agudizado, Rousseff solo ha cambiado el semblante serio en tres ocasiones. La primera fue el 4 de mayo, cuando la ministra de Agricultura, Katia Abreu (PMDB) pidi¨® p¨²blicamente que la responsabilizasen tambi¨¦n de las pedaladas fiscales (maquillaje de las cuentas p¨²blicas). Un raro acto de lealtad por parte de una pol¨ªtica que ha desobedecido las ¨®rdenes de su partido de romper con Rousseff. La segunda ocasi¨®n fue cuando el presidente interino de la C¨¢mara Baja, Waldir Maranh?o (PP) anul¨® fugazmente el proceso de impeachment, el d¨ªa 9. Ella sonri¨® abiertamente, pero advirti¨® de que era necesario analizarlo con cautela. La ¨²ltima salida del guion se produjo el d¨ªa 10, cuando, ante una audiencia de mujeres, pronunci¨® el que puede haber sido su ¨²ltimo discurso como presidenta. Distribuy¨® sonrisas poco despu¨¦s de abrazar a decenas de militantes, como si estuviese en campa?a electoral.
?ltimos actos
Una vez que deje la presidencia, Rousseff no solo se dedicar¨¢ a denunciar lo que califica de ¡°golpe¡±, sino tambi¨¦n a colaborar con un nuevo libro que el periodista Ricardo Batista Amaral est¨¢ escribiendo sobre ella. Vivir¨¢ entre el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia, y su piso en Porto Alegre, donde ya ha enviado parte de sus objetos personales.
Uno de sus ¨²ltimos actos como presidenta ser¨¢ la salida del Palacio del Planalto (sede del Gobierno). Inicialmente se especul¨® con que Rousseff bajar¨ªa la rampa flanqueada por los pocos ministros que todav¨ªa le son fieles, como Alo¨ªzio Mercadante, Jaques Wagner y Ricardo Berzoini, del PT, adem¨¢s de Katia Abreu, del PMDB, y que su mentor, el expresidente Lula, la recibir¨ªa junto con militantes e intelectuales de izquierda. Finalmente saldr¨¢ por la puerta, un gesto con menos carga simb¨®lica (la rampa es la puerta de entrada de nuevos gobernantes al Planalto). Despu¨¦s participar¨¢ en un acto con simpatizantes.
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