El ocaso de los dioses de las izquierdas latinoamericanas
Uno a uno, varios s¨ªmbolos caen. La colosal transici¨®n pol¨ªtica pone ahora a prueba la solidez de las democracias de la regi¨®n
![Andrea Rizzi](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F751a4a89-aa21-438d-b2b8-b1e7afb8c630.png?auth=9e4863b2ee2b178e051926a0180ba67182e07178164bda3b57dae4df83226f1f&width=100&height=100&smart=true)
Uno tras otro, los t¨®tems de las izquierdas latinoamericanas caen como piezas de un domin¨® que avanza inexorable. Hay que hablar de izquierdas, porque diferentes son los proyectos pol¨ªticos que han encarnado el chavismo, el kirchnerismo, el PT brasile?o o Evo Morales. Pero es una evidencia cristalina que gran parte de las formaciones soi-disant progresistas del subcontinente, que han dominado la escena durante una d¨¦cada larga, oyen l¨²gubres campanadas.
El chavismo, que lleva Venezuela rumbo a una hiperinflaci¨®n de memoria zimbabuense en medio de tasas de criminalidad pavorosas, sufri¨® una contundente derrota en las ¨²ltimas legislativas; el kirchnerismo ha sido desalojado de la Casa Rosada; Evo Morales ha cosechado un claro no a su deseo de perpetuarse en el poder; incluso Michelle Bachelet ve grietas como ca?ones abrirse en su anta?o impoluta reputaci¨®n debido a los manejos de su hijo; ahora, el proyecto pol¨ªtico empezado por el carism¨¢tico Lula, proseguido por Rousseff y admirado en su momento por medio planeta sufre su propio Armaged¨®n, con el impeachment viento en popa y el pa¨ªs entero que se hunde en el hielo de la recesi¨®n y el barro de la corrupci¨®n.
?Qu¨¦ produjo este Ocaso de los dioses (G?tterd?mmerung, cuarta y ¨²ltima ¨®pera del ciclo del Anillo del Nibelungo)?de dramatismo wagneriano? Obviamente, cada caso tiene sus explicaciones particulares. Pero es posible trazar algunos comunes denominadores.
Sin duda el fin de la bonanza de las materias primas ha cortado en seco el chorro que pag¨® buena parte de la fiesta en la regi¨®n. Con distintas gradaciones, estos proyectos pusieron mucho el acento en la redistribuci¨®n, pero quiz¨¢ no bastante en fomentar la creaci¨®n de riqueza, la inversi¨®n, la diversificaci¨®n. Burocracias desesperantes, proteccionismos, corrupci¨®n y expropiaciones en distintas dosis seg¨²n los casos no ayudaron a preparar bien varios de los pa¨ªses de la zona para el violento aterrizaje que ahora sufren.
Por otra parte la perpetuaci¨®n en el poder siempre es t¨®xica, y tiende a causar excrecencias tumorales corruptas incluso en lares con credenciales democr¨¢ticas m¨¢s consolidadas.
Contra esos c¨¢nceres se libra ahora en varios pa¨ªses de la regi¨®n una aut¨¦ntica ofensiva judicial, en ocasiones muy agresiva (?era necesario detener a Lula para que declarase?); este rasgo, que a primera vista har¨ªa feliz a Montesquieu, se transforma de virtud en lacra muy r¨¢pidamente cuando toma el semblante de lucha pol¨ªtica por medios judiciales.
La cuesti¨®n del equilibrio de poderes evidencia los grandes riesgos sist¨¦micos que enfrenta Latinoam¨¦rica en esta colosal transici¨®n pol¨ªtica regional. Casi todos los imprescindibles pilares de una saludable vida democr¨¢tica est¨¢n siendo ¨Cy ser¨¢n- sometidos a duras pruebas. Ojal¨¢ unas sociedades civiles cada vez m¨¢s maduras sepan encauzar este cambio pol¨ªtico en los carriles de la ordenada alternancia democr¨¢tica, de sabias pol¨ªticas inclusivas, de aceptaci¨®n leal de las derrotas, de victorias que evitan gestos revanchistas que normalmente solo conducen hacia incendios pol¨ªticos y miseria econ¨®mica. Parafraseando el c¨¦lebre desaf¨ªo que Dante lanz¨® a su propio intelecto al emprender la construcci¨®n de la Divina Comedia: Am¨¦rica Latina, ¡°qui si parr¨¤ la tua nobilitate¡±. Aqu¨ª se medir¨¢ tu nobleza, tu capacidad de resolver una tarea que se antoja descomunal. Suerte.
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