Brasil, sin presidenta, sin mujeres ministras y con primera dama

El mismo d¨ªa, la presidenta reci¨¦n apartada del poder, Dilma Rousseff, estuvo arropada en su despedida p¨²blica por exministros y aliados, hombres y mujeres. Muchos rondaban su edad (68 a?os) y la mayor¨ªa eran blancos, como ella, pero eso no es una novedad tan chocante en Brasil, donde la mitad de los brasile?os se declaran negros o mulatos, pero en las elecciones de 2014 solo el 3% de los cargos p¨²blicos elegidos lo eran.

La comparaci¨®n de las dos fotos, Temer rodeado de hombres de traje oscuro, Rousseff de mujeres vestidas de rojo, dio que hablar. ¡°Es un retrato de lo que piensa [el nuevo Gobierno], un retrato de su falta de respeto a la mujer y la falta de compromiso con la cuesti¨®n social¡±, dijo el exministro de la Secretar¨ªa de Gobierno, Ricardo Berzoini. ¡°No hay ni una mujer porque el Gobierno golpista no piensa en el 52% de la poblaci¨®n¡±, asegur¨® la exministra de Pol¨ªticas para las Mujeres, Eleonora Menicucci, justo despu¨¦s de que Temer cortase 10 ministerios, entre ellos el suyo. ¡°Este es un golpe machista, patriarcal, mis¨®gino, capitalista, contra un proyecto de Gobierno de inclusi¨®n social. No les gustan los pobres, las mujeres, los negros, los gays, las lesbianas, los ind¨ªgenas¡±, a?adi¨®. ¡°A¨²n somos el futuro de la pol¨ªtica brasile?a y vamos a mostrar nuestro poder en las calles, las urnas, la lucha¡±, advirti¨® el colectivo feminista Think Olga.

¡°Bella, recatada y hogare?a¡±

Es la primera vez en la democracia de Brasil que no hay ni una sola mujer en primera fila del Gobierno, y, por primera vez en seis a?os, el pa¨ªs tampoco tiene presidenta, pero s¨ª primera dama. Entre los perfiles de Marcela Temer que los medios brasile?os publican estos d¨ªas, el m¨¢s pol¨¦mico sali¨® a mediados de abril en la revista Veja. A muchos no le gust¨® el t¨ªtulo, ¡°Bela, recatada e do lar¡± (Bella, recatada y hogare?a), y tampoco el tono, que destacaba que a la exmodelo ¡ªqued¨®, a los 19 a?os, segunda en el concurso Miss S?o Paulo¡ª, 43 a?os menor que el presidente, le gusta usar faldas a la altura de la rodilla y tiene un expeluquero que la compara con Grace Kelly.

Esta primera dama, que previsiblemente seguir¨¢ con su perfil discreto, lejos de los focos, sin meterse en pol¨ªtica, no podr¨ªa ser m¨¢s opuesta a Rousseff. La l¨ªder del Partido de los Trabajadores empez¨® a militar en la extrema izquierda a los 20, aprendi¨® a disparar y montar bombas, sobrevivi¨® a las torturas de la dictadura militar y en su ficha de detenida la polic¨ªa anot¨®: ¡°No est¨¢ arrepentida¡±. En los actos de apoyo a su Gobierno, los simpatizantes suelen gritarle: ¡°Dilma, guerrera de la patria brasile?a¡±. A mediados de abril, cuando el impeachment ya parec¨ªa inevitable, decenas de mujeres se reunieron alrededor del Palacio del Planalto, sede de la presidencia en Brasilia, con flores, para darle un ¡°abrazo colectivo¡±.

El ¨²ltimo d¨ªa antes de ser apartada de la presidencia, en la Conferencia Nacional de Mujeres, en Brasilia, Rousseff afirm¨®: ¡°La Historia dir¨¢ cu¨¢nto de violencia, de prejuicios contra la mujer, hay en este proceso golpista¡±. El d¨ªa de su despedida, insisti¨®: ¡°Estoy orgullosa de ser la primera presidenta de Brasil. He honrado los votos que las mujeres me dieron. Nosotras tenemos algo en com¨²n: somos dignas¡±.