Pfizer proh¨ªbe el uso de sus medicamentos en ejecuciones
La decisi¨®n cierra el mercado autorizado a f¨¢rmacos para inyecciones letales en Estados Unidos
El gigante farmac¨¦utico Pfizer anunci¨® este viernes la prohibici¨®n del uso de sus medicamentos para la pena capital. La decisi¨®n es relevante porque dificultar¨¢ la ejecuci¨®n de condenados a muerte en Estados Unidos al cerrar el mercado autorizado de acceso a f¨¢rmacos mortales.
M¨¢s de 20 compa?¨ªas estadounidenses y europeas ya hab¨ªan impuesto restricciones al uso de sus productos para inyecciones letales. Con el paso dado por Pfizer, el mayor fabricante farmac¨¦utico estadounidense, los 32 Estados que permiten la pena de muerte estar¨¢n obligados a recurrir, como ya ven¨ªan haciendo ante los crecientes problemas de acceso, a f¨¢rmacos en mercados alternativos o en el extranjero para cometer las ejecuciones. Tambi¨¦n podr¨¢n optar por otros m¨¦todos, como el fusilamiento de presos. Utah lo reinstaur¨® en 2015.
¡°Desde hoy, todos los fabricantes aprobados por la FDA [la agencia supervisora del Gobierno estadounidense] han bloqueado sus ventas para uso en ejecuciones¡±, se?al¨® en un comunicado la ONG brit¨¢nica Reprieve, que aboga por el fin de la pena capital. ¡°Como el mayor y m¨¢s conocido proveedor, el anuncio de Pfizer blinda la posici¨®n de la industria farmac¨¦utica en las ejecuciones. Refleja una extendida incomodidad sobre el procedimiento y propicia preguntas fundamentales sobre la pena capital¡±.
Estados Unidos es el quinto pa¨ªs del mundo en n¨²mero de ejecuciones, por detr¨¢s de China, Ir¨¢n, Pakist¨¢n y Arabia Saud¨ª, seg¨²n datos de 2015 de Amnist¨ªa Internacional. La pena de muerte, reinstaurada en 1976, hace de este pa¨ªs una anomal¨ªa en el mundo desarrollado y democr¨¢tico.
Sin embargo, problemas legales y de acceso a medicamentos han propiciado un descenso de las ejecuciones en EE UU. En 2015, murieron 28 personas, muy lejos de las 98 de 1999, seg¨²n datos del Centro de Informaci¨®n de la Pena de Muerte.
En el anuncio, Pfizer subraya que fabrica f¨¢rmacos para ¡°salvar vidas¡± y ¡°objeta fuertemente¡± su uso para el castigo capital. La decisi¨®n llega un a?o despu¨¦s de que adquiriera Hospira, una empresa que produce siete medicamentos que pueden emplearse en ejecuciones. Hospira ha tratado, sin ¨¦xito, de que sus productos no se utilizar¨¢n en ejecuciones. Pfizer obligar¨¢ ahora a los distribuidores a certificar que esos f¨¢rmacos, ideados para pacientes, no lleguen a centros penitenciarios.
Creciente escasez de f¨¢rmacos
La decisi¨®n de Pfizer llega tras las crecientes dificultades de acceso en los ¨²ltimos a?os a los f¨¢rmacos necesarios para matar legalmente a un preso. En 2014, Oklahoma suspendi¨® una ejecuci¨®n despu¨¦s de que el reo se convulsionara y murmurara media hora despu¨¦s de administr¨¢rsele la inyecci¨®n letal. El preso acab¨® muriendo poco despu¨¦s de un ataque al coraz¨®n. El a?o pasado, el Estado suspendi¨® otra ejecuci¨®n por temor a que fuera fallida por una mala combinaci¨®n de medicamentos.
Problemas log¨ªsticos y el creciente boicot de fabricantes propiciaron que en 2010 las prisiones estadounidenses se quedaran sin pentotal s¨®dico, el anest¨¦sico que se usaba para dormir al reo antes de inyectarle en vena las otras dos sustancias que acaban con su vida (el bromuro de pancuronio, que paraliza todos los m¨²sculos -excepto el coraz¨®n- y corta la respiraci¨®n, y el cloruro de potasio, que detiene el coraz¨®n, provocando por tanto la muerte).
Ante la escasez, los Estados han tratado desde entonces de obtener f¨¢rmacos en farmacias no autorizadas por la FDA o han experimentado con nuevos productos, lo que en algunos casos ha dado resultados fallidos.
Las ejecuciones han quedado inmersas en un aura de secretismo. Las autoridades han requisado medicamentos no autorizados que eran enviados desde el extranjero para utilizarse en ejecuciones. Y los tribunales han intervenido para dirimir si se estaban usando los medicamentos necesarios para minimizar el sufrimiento del reo.
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