El pacto migratorio entre la UE y Turqu¨ªa se resquebraja

El pacto entre la UE y Turqu¨ªa para contener los flujos migratorios se resquebraja. Dos de sus principales puntos -la desaparici¨®n del visado para los turcos que viajen a Europa y las expulsiones de demandantes de asilo desde Grecia- est¨¢n paralizados. Altos representantes turcos y europeos emprendieron una ofensiva diplom¨¢tica la semana pasada para tratar de recomponer las relaciones. De momento, Turqu¨ªa se declara poco optimista respecto al futuro de este marco, la ¨²nica f¨®rmula desesperada que fue capaz de consensuar la UE para mitigar la crisis de refugiados.

La diplomacia comunitaria respiraba tranquila el pasado 4 de mayo, despu¨¦s de que la Comisi¨®n Europea hubiera culminado su mayor gesto de aproximaci¨®n hacia el Gobierno de Ankara en muchos a?os, al recomendar eximir a los turcos de los tr¨¢mites consulares para desplazarse a la UE. Se daba as¨ª un paso fundamental hacia el mayor aliciente que han tenido los turcos para aceptar un pacto migratorio que contempla devolver a su territorio a todo migrante o refugiado que ponga un pie en las islas griegas. Menos de 24 horas despu¨¦s, el imprevisible presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, forz¨® la salida de su primer ministro, Ahmet Davutoglu, y dej¨® a Europa sin interlocutor.

Desde entonces, tanto Erdogan como otros altos cargos turcos han desafiado a la UE al asegurar que no cumplir¨¢n el principal requisito pendiente que les exige Bruselas para dar v¨ªa libre a la liberalizaci¨®n de visados: cambiar la ley antiterrorista. ¡°Este es el tal¨®n de Aquiles [de la negociaci¨®n]¡±, admiti¨® el ministro turco para Asuntos Europeos, Volkan Bozkir, el pasado viernes en una entrevista con la agencia Reuters.

El ministro pas¨® buena parte de la semana entre Estrasburgo y Bruselas para reunirse con resonsables de las instituciones, entre ellos la alta representante para la Pol¨ªtica Exterior Europea, Federica Mogherini, el comisario de Vecindad, Johannes Hahn, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz y representantes de los grupos pol¨ªticos. Su diagn¨®stico tras esa ronda de contactos fue demoledor: ¡°No soy muy optimista sobre el resultado de las conversaciones. Resulta esencial que la Comisi¨®n Europea encuentre una nueva f¨®rmula¡±.

La UE tratar¨¢ por todos los medios de salvar el acuerdo, incluso aceptando retoques cosm¨¦ticos por parte de Ankara. Porque su ruptura desvincular¨ªa a Turqu¨ªa del control de los flujos migratorios y Europa asistir¨ªa de nuevo a miles de llegadas diarias de refugiados y migrantes desde las costas turcas. Nadie en la UE, desde la canciller alemana, Angela Merkel ¨Csu pa¨ªs es el principal receptor de demandantes de asilo- hasta Grecia, que cuenta con 54.000 migrantes estancados en su territorio, quiere pensar en un plan B.

Fuentes comunitarias quitan hierro al malestar actual e instan a esperar a que haya un nuevo Gobierno en Turqu¨ªa para avanzar. Pero la situaci¨®n resulta endiablada. La Comisi¨®n Europea considera que las leyes antiterroristas turcas ¡°han tenido un impacto negativo en los derechos fundamentales¡±, con arrestos de periodistas y de acad¨¦micos por motivos terroristas, y exigen un cambio acorde con los est¨¢ndares europeos. Ankara argumenta que, con la ola de ataques terroristas que sufre, ¡°no es posible pol¨ªticamente¡± cambiar las normas.

El "chantaje de Erdogan"

La desaparici¨®n de visados se ver¨¢, en el mejor de los casos, postergada. Frente al compromiso maratoniano de haberla acordado en junio, las circunstancias alejan ahora ese horizonte. El Parlamento Europeo, cuyo voto es indispensable para eliminar trabas a los desplazamientos, se mostr¨® la semana pasada muy beligerante con Ankara. Casi todos los eurodiputados que intervinieron en el debate plenario instaron a no ceder ¡°al chantaje de Erdogan¡± y rehusaron retirar los visados si Turqu¨ªa no cambia sus normas antiterroristas.

En el otro lado de la balanza, Europa sopesa la abrupta ca¨ªda que han experimentado las llegadas a Grecia por el mar Egeo. Del pico de 214.792 que se daban el pasado octubre, en abril hubo menos de 2.700, seg¨²n datos de Frontex, la agencia europea de fronteras. El dato, pese a todo, no ha llegado a cero y la situaci¨®n para Grecia es ahora m¨¢s desesperada si cabe porque ninguno de los migrantes que llegan puede continuar la ruta hacia el norte de Europa, como ocurr¨ªa antes.

Un contratiempo, adem¨¢s, mantiene empantanado el principal argumento que ha empleado la UE para desincentivar las llegadas: la promesa de que todo el que llegue ser¨¢ devuelto. Hasta el momento solo 386 personas han sido expulsadas y ninguna de ellas hab¨ªa pedido asilo. Fuentes europeas explican que los jueces griegos est¨¢n pidiendo a la Comisi¨®n alg¨²n tipo de garant¨ªa de que rechazar definitivamente sus solicitudes de protecci¨®n no contraviene las normas. La justicia griega acumula cientos de casos pendientes porque todos los que desde el 20 de marzo vieron rechazado su expediente de asilo ¨Ccon el argumento de que Turqu¨ªa es un pa¨ªs seguro para ellos- recurrieron la decisi¨®n. Ahora la justicia griega no se atreve a dar el no definitivo por las dudas legales y morales que este pacto ha generado en entornos muy respetados como el de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados.