Larga mano: poder y narcotr¨¢fico
Keiko Fujimori ten¨ªa que preguntar a Ram¨ªrez para no acabar siendo c¨®mplice
Se ha armado gran revuelo. Eso, a partir de un reportaje televisivo sobre Joaqu¨ªn Ram¨ªrez Gamarra, poderoso congresista peruano y nada menos que secretario general y financista del movimiento Fuerza Popular, con el que postula Keiko Fujimori a las elecciones presidenciales del pr¨®ximo domingo 5 de junio
El reportaje revela que Ram¨ªrez est¨¢ siendo investigado por la DEA en EE UU por supuesto delito de lavado de d¨®lares provenientes del narcotr¨¢fico. En ese mismo reportaje, un informante peruano de la DEA da cuenta de la supuesta participaci¨®n de Ram¨ªrez ¡°lavando¡± d¨®lares a trav¨¦s de una cadena de gasolineras.
Prevaleciendo el principio de presunci¨®n de inocencia, no se puede afirmar que Ram¨ªrez ¡ªo cualquiera¡ª sea culpable porque as¨ª lo dice un reportaje o porque est¨¦ siendo investigado. Es la justicia la que tendr¨ªa que determinarlo. Pero el hecho es que el esc¨¢ndalo suscitado y el tema de por medio ¡ªrelaci¨®n entre narcotr¨¢fico y pol¨ªtica¡ª ponen sobre el tapete al menos dos asuntos fundamentales.
Lo primero es que hay historia comprobada en las conexiones entre el r¨¦gimen fujimorista (1990-2000) y el narcotr¨¢fico. Por ejemplo, hechos ¡ªjudicialmente comprobados¡ª sobre las relaciones de altos niveles del Gobierno de Alberto Fujimori con el narcotr¨¢fico. Lo del caso Vaticano y el tr¨¢fico de armas a las FARC es ilustrativo.
Demetrio Ch¨¢vez, alias Vaticano, uno de los m¨¢ximos capos del narcotr¨¢fico en el Per¨² de los noventa, declar¨® judicialmente que realizaba su actividad ¡°exportadora¡± con la anuencia y complicidad de Montesinos ¡ªbrazo derecho de Fujimori¡ª, a cambio de un pago de 50.000 d¨®lares mensuales para que se le permitiera la salida de coca¨ªna para el cartel de Medell¨ªn.
Por su lado, el expresidente colombiano Andr¨¦s Pastrana ha se?alado que Alberto Fujimori y su asesor Montesinos usaron dinero del capo brasile?o del narcotr¨¢fico Luiz Fernando Da Costa, Fernandinho, para comprar 50.000 fusiles jordanos y revend¨¦rselos a las FARC en 1999. Esto lo record¨® en su libro Memorias Olvidadas (2014). Por estos hechos Montesinos fue condenado por los tribunales a 20 a?os de prisi¨®n en 2006. Cu¨¢nto pesa esta historia en los herederos pol¨ªticos del presente es algo que la realidad ir¨¢ despejando.
El segundo asunto fundamental que el tema suscita es que en el entrecruzamiento de narcotr¨¢fico con pol¨ªtica, el sistema legal y los dirigentes pol¨ªticos tienen una responsabilidad fundamental para prevenir la manipulaci¨®n de la pol¨ªtica por el narco.
No todo es pasividad, felizmente. Ram¨ªrez, por ejemplo, est¨¢ siendo materia de un enjundioso examen por la justicia peruana desde hace dos a?os. En casi 1.500 p¨¢ginas la procuradora en Lavado de Activos sustent¨® a fines del 2014 la necesidad de procesar judicialmente varias operaciones inusuales e inexplicables en el patrimonio de Ram¨ªrez. Una fiscal provincial inici¨® luego el tr¨¢mite para su investigaci¨®n, que se encuentra trabada en el tr¨¢mite para el levantamiento de la inmunidad (fuero) de Ram¨ªrez por el Congreso.
Frente a las luces y sombras del sistema legal los dirigentes pol¨ªticos no pueden ser meros observadores, tienen una responsabilidad fundamental: informarse bien sobre la trayectoria y patrimonio de sus colaboradores. Por eso es muy grave el ¨¦nfasis con el que Keiko Fujimori ha declarado: ¡°Jam¨¢s he preguntado a ¨¦l ni a otros participantes de nuestro grupo pol¨ªtico sobre sus negocios o patrimonio¡±.
?Claro que ten¨ªa que preguntar! Para no acabar siendo c¨®mplice, con su ambig¨¹edad, de un personaje cuestionado por la justicia. Una conducta pasiva es protectora del delito. Que Ram¨ªrez haya dado ¡°un paso al costado¡± ¡ªmientras sigue siendo militante y financista de FP¡ª no cambia las cosas ni aclara qu¨¦ se har¨¢ frente a este caso de posible narcopol¨ªtica o los que viniesen en el futuro.
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