Merkel acota la cultura de la bienvenida alemana
La canciller que quer¨ªa ofrecer una ¡°cara amable¡± a los refugiados se beneficia ahora del cierre de las fronteras europeas
La canciller Angela Merkel ha sido tan vituperada como alabada en los ¨²ltimos meses por permitir la entrada en Alemania de un mill¨®n de refugiados. Pero desde que en septiembre del a?o pasado abriera las puertas del pa¨ªs a los miles de personas atrapadas en Budapest con un discurso humanitario ¨C¡°Si voy a tener que disculparme por ofrecer una cara amable personas en situaci¨®n de emergencia, este ya no es mi pa¨ªs¡±, dijo entonces- la situaci¨®n ha dado un vuelco. Sigmar Gabriel, su n¨²mero dos en el Gobierno, le acusa ahora de haber dado ¡°un giro de 180 grados¡±.
¡°No voy a glorificar su pol¨ªtica de refugiados. Tras el cierre de la ruta de los Balcanes dijo que no acoger¨ªa a las personas de Idomeni porque all¨ª pueden buscar una vivienda¡±, dijo el tambi¨¦n l¨ªder socialdem¨®crata a la revista Der Spiegel. Merkel puede respirar tranquila despu¨¦s de que las llegadas se hayan desplomado. Pero al mismo tiempo, unas 9.000 personas esperan en condiciones lamentables en la frontera greco-macedonia esa ¡°cara amable¡± que la pol¨ªtica m¨¢s poderosa de Europa dec¨ªa querer ofrecer y que hoy parece haberse evaporado.
En el entorno de la canciller desmienten este cambio y defienden el acuerdo migratorio entre la UE y Turqu¨ªa (que contempla la devoluci¨®n, no iniciada, a ese pa¨ªs de los refugiados arribados desde el 20 de marzo) como el elemento clave que ha permitido reducir las llegadas sin que Alemania tomara medidas unilaterales que pusieran en peligro la cohesi¨®n europea. Pero al margen de las dudas legales y de los crecientes problemas en torno al pacto con Ankara, lo cierto es que la imagen que ofrece hoy Alemania dista mucho de la de hace nueve meses.
La ca¨ªda del canciller austriaco, el socialdem¨®crata Werner Faymann, y la posible elecci¨®n este domingo como presidente de Norbert Hofer, un ultraconservador antiinmigraci¨®n, muestra el potencial destructivo de la crisis de refugiados. Merkel, presionada tambi¨¦n en casa por los cr¨ªticos internos, el malestar ciudadano y el ascenso de los populistas de Alternativa para Alemania, ha tenido que adaptarse a la nueva situaci¨®n. Hans Kundnani, del think-tank German Marshall Fund, rechaza que haya habido un giro radical. Pero b¨¢sicamente porque no cree que Merkel jam¨¢s tomara la decisi¨®n expresa de abrir las puertas de Alemania y de convertirse en la defensora mundial de los refugiados.
El vicecanciller acusa a Merkel de haber dado un "giro de 180 grados" en su pol¨ªtica migratoria
A punto de publicar la versi¨®n espa?ola de su libro La paradoja del poder alem¨¢n, este investigador cree que la canciller se limit¨® a asumir la realidad de que una marea humana se dirig¨ªa hacia Alemania; y que si la acept¨® es porque realmente no ten¨ªa alternativa. ¡°Ahora la situaci¨®n es totalmente distinta. Pero tambi¨¦n por motivos que se escapan a su control¡±, asegura Kundnani en la terraza de una cafeter¨ªa berlinesa.
En contra del criterio de su ministro del Interior, Merkel impuso este mes la pr¨®rroga de los controles fronterizos con Austria. Esa decisi¨®n llev¨® a Horst Seehofer, el l¨ªder del partido b¨¢varo hermano de la CDU de Merkel que se ha erigido en el mayor cr¨ªtico interno de la canciller, a proclamar que el fin de la cultura de la bienvenida alemana hab¨ªa quedado ¡°sellado notarialmente¡±. El prestigioso semanario Die Zeit compar¨® el nuevo giro con el que hizo en 2011, cuando la cat¨¢strofe de Fukushima transmut¨® a Merkel de defensora ac¨¦rrima de la energ¨ªa nuclear en la renovada canciller de las energ¨ªas limpias. ¡°No hay ahora un tema m¨¢s importante que el de los refugiados. Y a pesar de ello, Merkel puede cambiar su pol¨ªtica sin necesidad de explicarse¡±, criticaba Marc Brost en el art¨ªculo.
La paradoja es que la reducci¨®n de las llegadas de refugiados ¨Cobjetivo al que Merkel se comprometi¨® ante su partido el pasado diciembre- est¨¢ m¨¢s ligada al cierre de la ruta de los Balcanes que al acuerdo con Turqu¨ªa. Y este bloqueo fue impulsado por Austria en contra del criterio del Gobierno alem¨¢n. Pero nadie sabe si el alivio es solo moment¨¢neo. Fuentes cercanas a Merkel constatan que por ahora no se ha producido el desv¨ªo hacia otras rutas, principalmente a trav¨¦s de Italia, tras bloquear el acceso a Europa a trav¨¦s del Egeo. Pero las crecientes fricciones entre Ankara y Bruselas y la actitud cada vez m¨¢s amenazante del presidente Recep Tayyip Erdogan llenan de nubarrones el futuro del pacto que Merkel ha convertido en la clave para superar la crisis m¨¢s grave de sus diez a?os en el poder.
Menos entradas, m¨¢s expulsiones y endurecimiento de las normas
Los nuevos vientos migratorios que soplan en Alemania no se reflejan solo en el desplome en las llegadas. El n¨²mero de personas que entraron en el pa¨ªs en busca de asilo no lleg¨® en abril a los 16.000. En noviembre del a?o pasado, en el punto ¨¢lgido de la crisis, superaron los 200.000. Alemania, adem¨¢s, ha endurecido sus normas de acogida.
El Parlamento incluy¨® la semana pasada a Argelia, T¨²nez y Marruecos en la lista de pa¨ªses seguros, lo que dificulta a sus ciudadanos acogerse al estatus de refugiados. Antes lo hab¨ªa hecho con los Estados balc¨¢nicos. Las devoluciones, tanto voluntarias como forzosas, han aumentado. En los dos primeros meses del a?o, 14.000 personas volvieron a sus pa¨ªses con un programa de incentivos aprobado por el Gobierno. Tambi¨¦n crece el porcentaje de sirios a los que se les concede un derecho de asilo restringido, que implica mayores dificultades para acceder a la reagrupaci¨®n familiar y revisiones anuales de su situaci¨®n, en lugar de cada tres a?os.
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