Merkel y Hollande alertan en Verd¨²n contra los nacionalismos
Los dos mandatarios recuerdan el centenario de la terrible batalla de la Primera Guerra Mundial en un momento tenso del eje franco-alem¨¢n
Verd¨²n como s¨ªmbolo de la reconciliaci¨®n. Verd¨²n como emblema de una Europa unida pero sumida en una crisis profunda. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, han alertado este domingo en este memorial de la guerra y la paz contra los nacionalismos y han expresado la necesidad de reforzar Europa para no caer en el mismo error que hace un siglo. En una emocionante ceremonia con motivo del centenario de la sangrienta batalla que enfrent¨® a ambos pa¨ªses en 1916, Merkel y Hollande se han comprometido a mantener el fundamental eje franco-alem¨¢n, a seguir trabajando codo con codo para superar, unidos, los desaf¨ªos que afronta Europa en un momento, reconocen, de gran fragilidad.
La necr¨®polis de Douaumont, donde yacen solo una parte de los 300.000 soldados franceses y alemanes ca¨ªdos en el campo de batalla en 1916, ha sido el escenario donde Hollande y Merkel han hecho un llamamiento a la unidad europea y han rechazado los nacionalismos. "Todos hemos sido v¨ªctimas de la obstinaci¨®n, del nacionalismo, la ceguera y el fracaso pol¨ªtico", ha dicho Merkel. Fue el nacionalismo, ha recordado Hollande, el que llev¨® al suicidio de Europa en la Primera Guerra Mundial.
Los actos conmemorativos de la batalla de Verd¨²n han ocupado pr¨¢cticamente todo el fin de semana. Todo hab¨ªa sido cuidadosamente dise?ado para escenificar en este lugar del noreste de Francia la reconciliaci¨®n franco-alemana y extraer sus lecciones. Al margen de las palabras, el de este domingo ha sido un encuentro hist¨®rico. En un siglo, esta ha sido la segunda vez que los mandatarios de ambos pa¨ªses se citaban en el antiguo campo de batalla.
El primer encuentro data de 1984, cuando el entonces presidente Fran?ois Mitterrand y el excanciller Helmut Kohl, dos grandes impulsores de la UE, se cogieron de la mano, emocionados, en el lugar donde murieron 300.000 soldados. Esta vez, el jefe de Estado y la canciller han estado acompa?ados del presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, y el de la Euroc¨¢mara, Martin Schulz. Se han visto en esta cita hist¨®rica en un momento crucial para el proyecto europeo.
A corto plazo, el primer desaf¨ªo es el refer¨¦ndum brit¨¢nico para abandonar la UE. A ¨¦l se ha referido m¨¢s directamente Hollande con duras palabras: "La fuerza de la divisi¨®n y el repliegue est¨¢ aqu¨ª de nuevo. Cultiva el miedo e incluso el odio, utilizando las debilidades, los errores que sin duda hay y denuncia a Europa como la causa del mal", ha dicho el presidente franc¨¦s para defender el proyecto europeo. "Solo unidos podemos gestionar los desaf¨ªos del siglo XXI", ha abundado Merkel.
Tambi¨¦n el eje franco-alem¨¢n, el motor fundamental de la Uni¨®n Europea atraviesa momentos dif¨ªciles. Ambos lo han reconocido. El distanciamiento entre Par¨ªs y Berl¨ªn se inici¨® el pasado a?o con la crisis de Grecia. La pol¨ªtica monetaria est¨¢ generando nuevos desencuentros. El Gobierno de Merkel ha acusado al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, de favorecer a la ultraderecha alemana con sus bajos tipos de inter¨¦s y de expropiar los ahorros de los alemanes y Par¨ªs ha respondido con contundencia. ¡°Las cr¨ªticas alemanas a Draghi son excesivas y peligrosas¡±, ha declarado a este peri¨®dico el gobernador del Banco de Francia Fran?ois Villeroy de Galhau. ¡°Son declaraciones de consumo interno¡±, opina Joaqu¨ªn Almunia, exvicepresidente de la Comisi¨®n y ahora miembro del comit¨¦ de orientaci¨®n de Notre Europe, del Instituto Jacques Delors. ¡°Francia y Alemania han demostrado ser capaces de hacer acuerdos a pesar de las discrepancias¡±.
Las huellas de una p¨¢gina negra de la historia
Verd¨²n fue el escenario en 1916 de una cruenta batalla en la que murieron 162.000 soldados franceses y 143.000 alemanes. Otros 406.000 resultaron heridos. De ah¨ª que en total se hable de m¨¢s de 600.000 muertos. Dada su duraci¨®n (de febrero a diciembre), el 75% de los combatientes franceses de la guerra vivieron el infierno de Verd¨²n donde se descargaron en diez meses 60 millones de obuses (m¨¢s de 100.000 diarios) que han dejado horadada para siempre la estrecha franja de la batalla de apenas cinco kil¨®metros por quince. Nueve pueblos desaparecieron por completo.
La batalla comenz¨® el 21 de febrero de 1916. Alemania decidi¨® emprender una dura ofensiva para tomar los altos de la ciudad, zona estrat¨¦gica de comunicaciones de dif¨ªcil defensa y Par¨ªs decidi¨® resistir al grito de ¡°No pasar¨¢n¡± y gan¨® la batalla. Para los alemanes, en Verd¨²n solo gan¨® la muerte. Para los franceses el sentimiento termin¨® siendo el mismo, seg¨²n testimonian los historiadores Antoine Prost y Gerd Krumeich, especialistas en esta negra p¨¢gina de la historia.
Hoy, entre cementerios y osarios (con tumbas individuales y colectivas) Verd¨²n acoge los restos de solo una parte de esos 300.000 soldados ca¨ªdos en la batalla. La mayor¨ªa de ellos, sin identificar.
El padre del cineasta alem¨¢n Volker Schl?ndorff, ganador de la Palma de Oro en Cannes en 1979 con El tambor de hojalata, particip¨® como enfermero en la batalla de Verd¨²n. "Jam¨¢s le o¨ª hablar de ella de manera heroica; todo lo contrario. Lo hac¨ªa con horror", ha dicho Schl?ndorff, director de Diplomacia, una historia basada en esa batalla. El cineasta ha sido en esta ocasi¨®n el encargado de la puesta en escena de los actos del centenario que han terminado este domingo con la 9? sinfon¨ªa de Beethoven, el himno de Europa.
En efecto, tambi¨¦n en Verd¨²n han hecho gala ambos mandatarios de su capacidad para superar las diferencias. La crisis de los refugiados ha quebrado un tanto la solidez del eje durante el ¨²ltimo a?o. Hoy, el presidente de Francia, un pa¨ªs que se ha resistido a aceptar su cuota de refugiados, ha alabado la pol¨ªtica alemana al respecto: "Tenemos la responsabilidad de acoger a las poblaciones que huyen del drama y las masacres. Es lo que han hecho algunos pa¨ªses como Alemania con coraje en estos ¨²ltimos meses".
Ambos pa¨ªses iniciaron la simb¨®lica reconciliaci¨®n en Verd¨²n ya en 1932 con la construcci¨®n del osario de Douaumont que alberga los restos de 130.000 soldados desconocidos de ambos bandos. Pero solo ocho a?os despu¨¦s volvieron a enfrentarse en Verd¨²n en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Ha sido la UE la que ha logrado este largo periodo de paz. Pero tampoco las circunstancias nacionales ayudan para revitalizar ahora el proyecto. ¡°Dudo que ninguno de los dos pueda proponer nada antes de las pr¨®ximas elecciones en ambos pa¨ªses el a?o que viene¡±, afirma Christian Lequesne, polit¨®logo de Science Po y miembro del grupo franco-alem¨¢n del Instituto Montaigne.
La fuerza de la divisi¨®n y el repliegue est¨¢n aqu¨ª de nuevo. Cultiva el miedo e incluso el odio, utilizando las debilidades, los errores que sin duda hay y denuncia a Europa como la causa del mal Fran?ois Hollande
Hollande ha anunciado recientemente que sea cual sea el resultado del refer¨¦ndum brit¨¢nico del 23 de junio Francia y Alemania presentar¨¢n un nuevo proyecto para Europa. ¡°Tienen que hacerlo. El eje Par¨ªs-Berl¨ªn tiene que marcar la l¨ªnea¡±, afirma Almunia. En ello parecen estar Merkel y Hollande. Ambos han reconocido tener una responsabilidad particular sobre el futuro de Europa, presumen de tener tropas conjuntas en Mali y en el Mediterr¨¢neo contra el terrorismo y han asegurado en Verd¨²n que seguir¨¢n defendiendo el proyecto europeo.
Ambos pa¨ªses proyectan construir un n¨²cleo duro para relanzar Europa. ¡°Debe incluir al Benelux, Espa?a, Italia y Finlandia, pero me temo que no habr¨¢ ninguno de la nueva Europa central¡±, se lamenta Lequesne.
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