La Fundaci¨®n de Gabo

Era fin de 1994 y el director de EL PA?S me llam¨® para decirme que un se?or colombiano me iba a llamar en nombre de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, y que nos ten¨ªamos que poner de acuerdo. El ¡°se?or colombiano¡± era Jaime Abello, reci¨¦n nombrado director de la Fundaci¨®n para un Nuevo Periodismo Iberoamericano del Nobel colombiano. Y no solo nos pusimos de acuerdo sino que nos hicimos amigos, lo que perdura hasta el d¨ªa de la fecha. As¨ª es como comenz¨® la colaboraci¨®n entre el peri¨®dico y la FNPI.

Di mi primer curso en la Fundaci¨®n en la Casa de Espa?a de Cartagena, a comienzos de 1995. Y aunque Gabo me hizo el honor de inaugurar en persona los trabajos, fue un asunto muy modesto de solo tres d¨ªas sobre Periodismo Internacional, grat¨ªsima experiencia, en cualquier caso, que se prolonga hasta nuestros d¨ªas. Y desde entonces la FNPI ha llevado a cabo varios miles de actos, entre seminarios, conferencias, cursos, tertulias y celebraciones varias, siempre en torno a esa idea de fomentar, ense?ar, mejorar la pr¨¢ctica profesional del periodismo en el continente de habla espa?ola, actividades entre las que destaca la concesi¨®n de los premios de periodismo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, que tiene lugar cada a?o en Medell¨ªn, entre septiembre y octubre.

Gabo hab¨ªa dejado bien claro que no se trataba ¨²nicamente de promover el periodismo colombiano, sino que siempre habl¨® de toda Am¨¦rica Latina. Y n¨®tese aqu¨ª que en el propio nombre de la Fundaci¨®n se habla de Periodismo Iberoamericano, no Latinoamericano, sino que deliberadamente englobaba en su intenci¨®n, al menos como marca de nacimiento, a Espa?a y Portugal. Por eso, la Fundaci¨®n, con o sin el concurso de este peri¨®dico, ha organizado cursos, la mayor parte de cinco d¨ªas, lunes a viernes, en toda Am¨¦rica. Y yo mismo he dirigido reuniones en M¨¦xico, Rep¨²blica Dominicana, Venezuela, Ecuador, Bolivia, entre otros pa¨ªses, adem¨¢s de en numerosas localidades colombianas como Bogot¨¢, Medell¨ªn, Cali, Bucaramanga, sin dejar nunca de recalar peri¨®dicamente en La Heroica.

En Cartagena podemos concentrarnos en ¡°c¨®mo se hace un peri¨®dico¡±

Y as¨ª fue c¨®mo surgi¨® la idea de crear un curso que fuera m¨¢s all¨¢ de una toma de contacto y que se planteara como un principio de formaci¨®n integral para el joven periodista. El primer curso, en 2002, fue de tres semanas de duraci¨®n, pero al a?o siguiente lo extendimos a cuatro, con la pretensi¨®n de que fuera una versi¨®n, reducida, pero bastante extensa, del propio curso de la Escuela de Periodismo de EL PA?S, que ocupa todo un a?o acad¨¦mico. Y digo ¡°bastante extensa¡± porque son cinco d¨ªas a la semana, ma?ana y tarde, m¨¢s el s¨¢bado por la ma?ana para recapitulaci¨®n. Y, como del curso de Madrid se excluye toda la parte te¨®rica y materias complementarias, en Cartagena podemos concentrarnos en ¡°c¨®mo se hace un peri¨®dico¡±, de modo que ese cuerpo central se traslada sino en su integridad, s¨ª en buena parte, al curso de cuatro semanas, y desde el primer d¨ªa podemos trabajar sobre supuestos de realidad, como si estuvi¨¦ramos en un peri¨®dico. Finalmente, el desarrollo del llamado periodismo digital no pod¨ªa sino reflejarse en las sesiones colombianas. Y as¨ª, desde 2009 el planteamiento general es el de que trabajamos para un peri¨®dico en su doble versi¨®n impresa y online, de forma que la ¨²ltima de las cuatro semanas nos dedicamos exclusivamente al multimedia, bajo la direcci¨®n del jefe de la web de EL PA?S, Bernardo Mar¨ªn.

El curso de este a?o est¨¢ previsto entre el pr¨®ximo 25 de julio al 19 de agosto para una selecci¨®n de unos 15 alumnos, que est¨¦n preferentemente al comienzo de su carrera profesional, y si nos guiamos por lo acontecido hasta la fecha, algo menos de la mitad ser¨¢n colombianos, y el resto de toda Am¨¦rica Latina. Esta es la decimoquinta edici¨®n de lo que yo llamo el curso largo y, sumando todas las anteriores, vemos que ha habido alumnos de cada uno de los pa¨ªses latinoamericanos, sin excluir a Brasil, que ha dado extraordinarios asistentes a lo largo de los a?os. Por eso digo a guisa de despedida, nos vemos en Cartagena.