Barack Obama, impaciente por entrar en campa?a con Hillary Clinton

Barack Obama est¨¢ impaciente por entrar en campa?a por Hillary Clinton. Podr¨ªa dar el paso el mismo mi¨¦rcoles o el jueves, una vez pasada la jornada de elecciones primarias que marca el final del proceso de nominaci¨®n del Partido Dem¨®crata. El presidente de Estados Unidos bromea que, si la Constituci¨®n y la primera dama, Michelle, se lo permitiesen, volver¨ªa a presentarse. Su talento en campa?a y su capacidad para apelar a j¨®venes y minor¨ªas le convierten en un arma electoral impagable para la candidata del Partido Dem¨®crata a las elecciones presidenciales de noviembre.

El martes por la noche, al conocerse los resultados de la ¨²ltima jornada de elecciones primarias, Obama felicit¨® a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton por sumar los delegados necesarios para la nominaci¨®n. Hasta ahora ha mantenido una exquisita neutralidad durante el proceso de primarias y caucus (asambleas electivas) entre Clinton y al senador Bernie Sanders. Pero es sabido que su relaci¨®n con Clinton, una pieza esencial de su administraci¨®n, es m¨¢s cercana. Tambi¨¦n siente una mayor afinidad con el pragmatismo de Clinton que con el socialismo de Sanders. Parte del equipo de campa?a de Clinton proviene del entorno de Obama.

El jueves Obama se reunir¨¢ con Sanders en la Casa Blanca. El domingo ya le inform¨® de que en breve apoyar¨ªa a Clinton, seg¨²n varios medios. El portavoz de la Casa Blanca dijo que Obama se pronunciar¨ªa pasada la jornada electoral. Seg¨²n The New York Times, los equipos de Obama y de Clinton han empezado a coordinarse sobre cu¨¢l es la manera m¨¢s eficaz de desplegar al presidente en campa?a. Pocos presidentes, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, han llegado al final de su mandato con una popularidad tan alta como Obama. En 2008 y 2012 demostr¨® su talento para ganar elecciones.

Hay cinco presidentes vivos, incluyendo a Obama. Es un club muy exclusivo: el de las personas que han trabajado en el despacho oval, que han comandado las fuerzas armadas m¨¢s poderosas del planeta y han tenido al alcance de la mano el bot¨®n nuclear. S¨®lo ellos saben qu¨¦ supone la soledad y el poder del presidente. Ninguno de estos presidentes apoya al candidato del Partido Republicano, Donald Trump, un hombre de negocios de verbo incendiario y temperamento err¨¢tico. Los dos expresidentes republicanos, George Bush padre e hijo, se han negado a darle el voto.

De los tres presidentes dem¨®cratas, Jimmy Carter est¨¢ enfermo y es poco activo en campa?a. Debido a su legado, ensombrecido por crisis econ¨®micas y geopol¨ªticas, en general ha sido poco solicitado por sus sucesores. Bill Clinton, esposo de la candidata, y Obama est¨¢n dispuestos a entregarse a fondo. Clinton ya ha viajado por algunos estados clave haciendo m¨ªtines. Su punto fuerte: la empat¨ªa y la experiencia. Su punto d¨¦bil: se sale f¨¢cilmente del gui¨®n, a veces en perjuicio de su esposa. Trump ha hecho de sus pasados esc¨¢ndalos sexuales de Bill una de sus l¨ªneas de ataque contra el matrimonio.

El incentivo de entrar en campa?a, para Obama, es preservar los logros de su presidencia. Una victoria de Clinton es la mejor garant¨ªa de que la reforma sanitaria, la regularizaci¨®n de inmigrantes o la pol¨ªtica exterior multilateral de los ¨²ltimos a?os se mantendr¨¢n. Tambi¨¦n hay una parte de animosidad personal hacia Trump. A fin de cuentas, la carrera pol¨ªtica de Trump empez¨® propagando la mentira de que Obama no hab¨ªa nacido en EE UU y por tanto era un presidente ilegal.

Obama y Clinton han mantenido diferencias en el pasado. Hace ocho a?os, Obama derrot¨® a Clinton en las primarias dem¨®cratas despu¨¦s de una campa?a agria y crispada. Despu¨¦s Obama nombr¨® a Clinton secretaria de Estado. En los ¨²ltimos meses, Clinton se ha distanciado de Obama en asuntos como la pol¨ªtica comercial o la guerra civil en Siria, pero en lo esencial su programa es continuista. La misi¨®n ahora es unir al partido: lograr que los sanderistas se sumen a Clinton y movilizar al electorado que dio al actual presidente dos victorias. Obama y Clinton forman el mejor ticket para noviembre.