?Protecci¨®n de la democracia o defensa de la soberan¨ªa?
La Carta Democr¨¢tica es un mecanismo para proteger el derecho que tienen todos los pueblos a vivir en democracia
Mientras se realizan algunos esfuerzos para adelantar un di¨¢logo entre la oposici¨®n democr¨¢tica y el gobierno de Nicol¨¢s Maduro, con el apoyo de los expresidentes Rodriguez Zapatero, Fern¨¢ndez y Torrijos, para resolver la grav¨ªsima crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social que ha colocado al pa¨ªs al borde del colapso y de un peligroso estallido social, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, en el ejercicio de las atribuciones que lo otorga la Carta de la OEA, invoca la Carta Democr¨¢tica Interamericana, un instrumento jur¨ªdico que recoge el compromiso de todos los Estados de la regi¨®n, de promover y garantizar el derecho de los pueblos a vivir en democracia.
Entre tanto, por iniciativa de M¨¦xico y Argentina, el Consejo Permanente examin¨®, por primera vez, la situaci¨®n en Venezuela. No se activ¨® en esa reuni¨®n la Carta Democr¨¢tica Interamericana. M¨¢s bien se exhort¨®, una vez m¨¢s, al di¨¢logo entre oposici¨®n y gobierno, lo que resulta normal al menos en una primera fase del tratamiento de una crisis, cuyo objetivo seg¨²n se infiere de las intervenciones de muchos, es lograr que el r¨¦gimen respete la Constituci¨®n y el Estado de Derecho, libere los presos pol¨ªticos y cese la persecuci¨®n judicial en contra de disidentes y cr¨ªticos; y, acepte la convocatoria del Refer¨¦ndum Revocatorio este a?o, en pocas palabras, que respete el orden constitucional.
Si bien hubo un avance en esta direcci¨®n, como se refleja en la resoluci¨®n del Consejo Permanente de la OEA adoptada entonces, la consideraci¨®n del tema sigue secuestrada por la interpretaci¨®n de principios fundamentales de Derecho Internacional y de las relaciones internacionales que si bien una vez se mostraban r¨ªgidos, en beneficio de la competencia exclusiva del Estado sobre su territorio, los bienes y las personas que se encuentran en ¨¦l, hoy ceden ante las nuevas realidades que colocan ciertas materias, como el respeto de los derechos humanos, entre ellos el derecho a la democracia, fuera de sus jurisdicciones exclusivas, y las colocan en espacios comunes del inter¨¦s colectivo.
Lamentablemente, en esta reuni¨®n del Consejo muchas delegaciones que intervinieron recurrieron, como en ¨¦pocas anteriores, en una suerte de ¡°curaci¨®n en salud¡±, al concepto ¡°soberan¨ªa¡± y al principio de ¡°no injerencia en los asuntos internos de los Estados¡±, para evadir su responsabilidad ante la violaci¨®n de los derechos de los ciudadanos y la defensa de la democracia y los derechos fundamentales en Venezuela.
La Carta Democr¨¢tica no es necesariamente un instrumento sancionador. Es m¨¢s bien un mecanismo para proteger un bien colectivo fundamental, el derecho que tienen todos los pueblos a vivir en democracia y la obligaci¨®n de todos los Estados de garantizar su ejercicio cabal, como se establece en su art¨ªculo 1. Lo que pretende este instrumento es facilitar la soluci¨®n de una crisis y que el Estado que ¡°rompe el orden constitucional¡± rectifique y restituya la legalidad.
Afirmar que en alg¨²n pa¨ªs se ha violado el derecho a vivir en democracia, no puede hoy en d¨ªa significar ¡°violar¡± la soberan¨ªa de un Estado, mucho menos una injerencia en sus asuntos internos. Por el contrario, ¡°intervenir¡± en este sentido es una respuesta a la violaci¨®n de derechos fundamentales. La ¡°intervenci¨®n leg¨ªtima¡± busca la protecci¨®n de un bien que nos pertenece a todos como ciudadanos, en forma individual; y como pueblos, en forma colectiva, lo que coloca su defensa por encima de cualquier otra consideraci¨®n.
Impedir que la comunidad internacional conozca las situaciones que ponen en peligro la democracia y que exija de alg¨²n gobierno su respeto, lejos de contrariar la soberan¨ªa, la fortalece en beneficio de los pueblos.
V¨ªctor Rodr¨ªguez Cade?o es?exembajador Alterno de Venezuela ante Naciones Unidas en Ginebra
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