Ni hablar del peluqu¨ªn de Mr. Trump
Un complejo sistema de ingenier¨ªa capilar parece sostener el flequillo del candidato republicano
Eisenhower fue el ¨²ltimo presidente calvo de EE UU, exceptuando las entradas de Richard Nixon, as¨ª que la pregunta no es descabellada: ?qu¨¦ misterios esconde el heterodoxo melen¨®n del candidato republicano a la Casa Blanca? La reportera Ashley Feinberg de la web de noticias Gawker se ha internado en la indomable mata de Donald Trump y sus pesquisas exponen uno de los secretos mejor guardados del magnate. El reportaje apunta a que el pelo de Trump no es suyo, y cuesta miles de d¨®lares. Adem¨¢s, el presunto autor del complejo sistema de ingenier¨ªa capilar, Edward Ivari, arrastra un largo historial de chanchullos y demandas.
Trump sostiene que el pelo es suyo, que se lava ¨¦l mismo y que tarda cerca de una hora en sec¨¢rselo al aire
Las preguntas en torno al pelo multidireccional, que parece moverse independientemente del cuero cabelludo, del bocazas millonario, estrella de la telerrealidad metido a pol¨ªtico populista, no son nuevas. ?l ha defendido siempre que el pelo es suyo: dijo a Rolling Stone que se lo lava ¨¦l mismo, que tarda una hora en sec¨¢rselo al aire y que se lo atusa con un peine, en ning¨²n caso hacia adelante para tratar de cubrir la calvicie que insiste que no padece. Incluso ha llegado a tirarse del flequillo-tup¨¦ en varios plat¨®s para demostrar que no lleva biso?¨¦.
Ahora la reportera Feinberg propone una teor¨ªa alternativa: tras la indomable y absurda cabellera est¨¢ un tratamiento de restauraci¨®n capilar conocido como ¡°intervenci¨®n microcil¨ªndrica¡±, que solo ejecuta una cl¨ªnica, Ivari International, cuya sede en Nueva York estuvo ubicada en la planta 25 de la Trump Tower, el mismo lugar donde se encuentra la oficina personal del magnate.
Edward Ivari, tambi¨¦n conocido como Mohammad Ali Ivari, se presenta en su web como doctor pero no tiene t¨ªtulo. Cuenta eso s¨ª con la patente de un complejo sistema de extensiones que permiten dar m¨¢s volumen y consistencia a las melenas que clarean. En 2007 esta ¡°intervenci¨®n microcil¨ªndrica¡± costaba 53.000 euros y el mantenimiento, recomendable cada seis semanas, oscilaba entre los 260 y 2.600 euros. El pelo nuevo queda atado al del cliente, formando una especie de tela de ara?a a prueba de tirones. La t¨¦cnica de microcilindros es una explicaci¨®n plausible al singular efecto que el viento tiene en la melena de Trump, y a que un hombre de 69 a?os pueda rodear varias veces su cr¨¢neo con su pelo.
Ivari tiene empresas con varios nombres, todas dedicadas a temas capilares y cerradas al p¨²blico actualmente. En su historial de demandas, hay un caso de 2009 en el que estuvo acusado de operaciones altamente sospechosas e ilegales en EE UU y Oriente Pr¨®ximo.
La rigurosa investigaci¨®n period¨ªstica de Feinberg ha despertado la admiraci¨®n de colegas como David Simon (guionista de The Wire) quien ha saludado el art¨ªculo diciendo que si semejante trabajo se hubiera acometido sobre las presuntas armas de destrucci¨®n masiva que escond¨ªa Sadam, EE UU no habr¨ªa entrado en la guerra de Irak. Sin embargo, esta historia tambi¨¦n le ha valido una demanda a Gawker, medio que esta misma semana se ha declarado en bancarrota tras perder un pleito millonario contra Hulk Hogan, un luchador profesional. Pero los problemas de Gawker apuntan directamente a Peter Thiel fundador de Paypal que financi¨® el pleito a Hogan. Su abogado es el mismo que amenaza ahora a prop¨®sito de las teor¨ªas sobre el peluqu¨ªn de Trump.
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