El Gobierno de M¨¦xico abre el di¨¢logo con los maestros de la CNTE tras la explosi¨®n de violencia en Oaxaca

El Gobierno de M¨¦xico negocia la paz social con la facci¨®n radical de maestros de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n), que lucha en las calles contra la reforma educativa del Ejecutivo de Enrique Pe?a Nieto. Dos d¨ªas despu¨¦s de la batalla campal del domingo en el Estado de Oaxaca, que dej¨® nueve muertos y un centenar de heridos tras un confuso desalojo de una autopista en el que la Polic¨ªa Federal abri¨® fuego, la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n ha anunciado que este mi¨¦rcoles el titular del organismo, n¨²mero uno de la seguridad del Estado, Miguel ?ngel Osorio Chong, encabezar¨¢ una reuni¨®n con la CNTE "que permita regresar a la tranquilidad" y "con el objetivo de escuchar los razonamientos de dicha organizaci¨®n".

Despu¨¦s de tres a?os de agresivos enfrentamientos entre este sector de maestros disidentes, que acumula m¨¢s de 100.000 agremiados y cuenta con el respaldo de una mir¨ªada de organizaciones sociales de los Estados pobres del sur de M¨¦xico, y las autoridades, la escabechina de este fin de semana ha llevado el pulso al extremo y el Gobierno maniobra para tratar de pactar con ellos un panorama sostenible. Partiendo de que el presidente considera prioritaria la reforma, los estrategas de su gabinete tendr¨¢n que buscar alguna base de acuerdo con la CNTE, que no se apea de su exigencia de tumbar una ley que en lo esencial, la urgencia de modernizar un sistema anquilosado que lastra la evoluci¨®n educativa del pa¨ªs, cuenta con un amplio apoyo pol¨ªtico y de opini¨®n.

Aurelio Nu?o, Secretario de Educaci¨®n, ha indicado que el prop¨®sito del di¨¢logo "ser¨¢ generar condiciones de tranquilidad en Oaxaca". Con sus palabras, Nu?o, al que Pe?a Nieto ha encomendado el reto de mantener con mano firme el desarrollo de la reforma, ha deslindado esta reuni¨®n del ¨¢mbito de la ley educativa: "La reforma no se detendr¨¢", ha aseverado. El titular de Educaci¨®n, con todo, ha dejado una ranura abierta a "la posibilidad de que se tenga un di¨¢logo educativo", el terreno en el que la CNTE quiere entrar de lleno y en el que a priori estar¨ªan casi condenados a un di¨¢logo de sordos.

La nueva normativa, que regula la libre competencia por las plazas docentes y establece evaluaciones a los profesores, corta de tajo sobre el papel con los viejos mecanismos clientelares del sistema educativo, acunados durante d¨¦cadas por el propio PRI, el partido del presidente, y socava el poder f¨¢ctico de la CNTE en los Estados pobres y marginados del sur de M¨¦xico.

La inc¨®gnita de los disparos

Junto al reto pol¨ªtico-social, el Gobierno afronta la urgencia de aclarar lo que pas¨® el domingo. La Polic¨ªa Federal sostiene que, durante el desalojo de la autopista de Oaxaca, sus agentes abrieron porque primero recibieron disparos de grupos radicales no identificados. Estos grupos siguen siendo un misterio, porque las autoridades no los han vinculado a la CNTE siquiera indirectamente y los maestros no dejan de reiterar que nadie de su movimiento utiliz¨® armas de fuego. La Comisi¨®n Nacional de Seguridad ha abierto una investigaci¨®n interna para revisar la actuaci¨®n de sus hombres.

El saldo oficial es de nueve muertos, pero la CNTE ha dado los nombres de 10 fallecidos, todos hombres y la mayor¨ªa menores de 30 a?os. Seg¨²n el Gobierno ninguno de los fallecidos era maestro. La Coordinadora afirma que al menos uno lo era y que los dem¨¢s eran simpatizantes de su movimiento, adem¨¢s de denunciar la existencia de activistas "desaparecidos" durante el desalojo.

La Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos investiga los hechos y un grupo de obervadores del Alto Comisionado de Naciones Unidas ha llegado a Nochixtl¨¢n, el pueblo oaxaque?o que padeci¨® la batalla campal, para recabar testimonios. A las continuadas tormentas sobre Derechos Humanos que han vapuleado al Gobierno de Pe?a Nieto (Tlatlaya, Apatzing¨¢n, Tanhuato, Ayotzinapa), todas ellas rodeadas a¨²n de sombras, se suma otro top¨®nimo de la tragedia: Nochixtl¨¢n.